llamada simplemente Guerra de Siria o Crisis en Siria — es un
conflicto bélico actual enese país que enfrenta al gobierno junto a las Fuerzas
Armadas de Siria en contra de diversos grupos rebeldes de la oposición que
buscan derrocar al gobierno y, en particular, sacar del poder al presidente
Bashar Al-Asad.
Aunque la oposición sostiene que el gobierno es violento y
sanguinario, y que el pueblo se ha levantado en contra de él, el gobierno sirio
ha asegurado que el conflicto es una guerra contra el terrorismo y no una
guerra civil del pueblo contra el presidente.108 El conflicto inició estando
influenciado por las revoluciones de la Primavera Árabe, que exigían profundos
cambios en los gobiernos de gran parte de los países árabes.
Como en Túnez,
Egipto, Libia y Baréin, los manifestantes reclamaban más libertades y plena
democracia, así como también un mayor respeto de los derechos humanos. Sin
embargo, el curso de la rebelión no fue el esperado, y no se llegó a un acuerdo
como Egipto o Tunez, sino que el gobierno respondió violentamente
desencadenando una guerra civil como en Libia.
De esta forma, la rebelión se ha
centrado específicamente en el derrocamiento de Bashar Al Asad, mientras que el
gobierno se ha centrado en devastar a su enemigo a toda costa.109 110
La crisis comenzó a inicios de 2011, cuando los sirios
comenzaron a alzarse en una serie de protestas en contra del gobierno. El
aumento sistemático de la potencia de las manifestaciones hizo que el gobierno
respondiera de forma violenta, haciendo que la rebelión se intensificara
fuertemente o a lo largo del mismo año. La brutal represión de las
manifestaciones provocó que una parte de la sociedad civil y sectores del
Ejército se alzaran en armas formando el llamado "Ejército Libre de
Siria", a lo cual se sumaban otras series de grupos opositores al gobierno
que luchaban por el derrocamiento de este. Rápidamente, estos grupos
insurgentes empezaron a luchar por liberar Siria y fueron tomando ciudades
importantes del país. Para finales de año, los "rebeldes" —como se
comenzó a denominar en los medios internacionales a quienes se enfrentan al
gobierno— habían formado una guerrilla en el norte del país que posteriormente
se extendería a lo largo del territorio sirio.
A comienzos de 2012, los rebeldes habían logrado dominar
muchas localidades del norte del país, debido a su mayor cercanía con Turquía
cuyo gobierno los apoya, pese a los contraataques diarios del Ejército. La
revolución fue dando pie a enfrentamientos armados hasta desembocar en lo que
se ha considerado una guerra civil. En 2012 se intensificaron de manera
creciente los combates, así como la dureza de los ataques del Ejército a las
ciudades ocupadas por los "rebeldes", destacando la ofensiva sobre
Homs, que convirtió a la antigua Emesa en la ciudad más dañada de la guerra
hasta entonces. Durante el mismo periodo, el conflicto comenzó a a poderarse de
toda Siria, habiendo puntos de enfrentamientos en todo el territorio,
especialmente en ciudades importantes como Homs, Ratan, Hama, entre otras. La
guerra tomó un curso más serio y decisivo cuando entre junio y agosto los
"rebeldes" invadieron las dos ciudades más importantes de Siria:
Alepo y Damasco. La primera continúa con enfrentamientos diarios que han
devastado la ciudad, con la mayoría del territorio inmerso en una guerra que la
ha destruido. En el caso de Damasco, el Ejército logró hacer retroceder a los
rebeldes, aunque persisten combates y atentados con frecuencia e intensidad
irregulares. Por otra parte, cabe destacar que a partir del segundo semestre de
2012, comenzaron a llegar de gran manera grupos radicales islamitas que se
unieron al bando rebeldes para derrocar a Bashar Al Asad. Sin embargo, estos
grupos, ligados muchas veces al terrorismo, son más extremos en su actuar y
tienen una visión distinta del futuro de Siria, por lo que se han distanciado
gradualmente del bando rebeldes hasta incluso mantener enfrentamientos con
estos. Así mismo, al menos desde finales de 2012, se empezaron a registrar
enfrentamientos armados de distinta intensidad entre los mencionados rebeldes
islamista y grupos kurdos sirios.111 112 113
A pesar de los esfuerzos de la Liga Árabe y de la ONU para
parar el conflicto, en los inicios de 2013 el fin de la guerra parecía lejano.
El 6 de enero, el presidente dio un discurso público en el que llamaba al
diálogo y al cese de la violencia, pero esto no fue aceptado por los
"rebeldes"114 , lo que hizo que el gobierno siguiera con sus ataques.
Las batallas fueron intensificándose al punto del caos total en todo el país;
las tropas del gobierno siguieron bombardeando puntos estratégicos para los
rebeldes, y éstos a su vez, continuaron con los atentados y los
enfrentamientos. Las conflictivas ciudades Homs y Alepo, continuaron siendo el
escenario de las más cruentas batallas, mientras que en las demás ciudades de
igual manera se vivían combates con frecuencia. Los rebeldes comenzaron a
avanzar notablemente en el este del país, siendo un importante logro tomar la
ciudad de Raqqa a comienzos de marzo, la primera capital de provincia en caer
completamente en sus manos. A mediados de 2013, el gobierno comenzó a asediar
fuertemente las localidades más conflictivas; así se vio en Al-Qusayr, donde el
presidente derrotó a los rebeldes. Durante el mismo período, en ciudades como
Homs y Alepo, el ejército ha redoblado la potencia de sus ofensivas y ha
comenzado a realizar efectivas operaciones de ataque, teniendo un avance que no
se había visto desde el inicio del conflicto.115 Ya para finales de 2013, la
violencia en Siria ha crecido brutalmente, con combates diarios y devastadores
ataques entre los bandos. Los enfrentamientos se producen en cada rincón del
país, mientras los bombardeos y los atentados son cada vez más seguidos. En
tanto, los campos de batallas más frecuentes siguen siendo las ciudades más
importantes de Siria.
En el transcurso del conflicto, además, el gobierno sirio se
ha enfrentado a varias crisis diplomáticas con países vecinos como Turquía,
Israel o Líbano, que han dado pie a bombardeos y ataques incendiarios. En sus
ramificaciones internacionales, la rebelión recibe apoyo en distinto grado los
países occidentales, como Estados Unidos, naciones vecinas como Turquía y los
países árabes del golfo Pérsico, mientras que el gobierno es apoyado de
distintas maneras por Irán, Rusia, la organización libanesa Hezbolá y algunos
otros gobiernos entre los que destaca China.
La guerra civil en Siria ha dejado, hasta el momento, más de
110 000 muertos, de los cuales 40 000 son víctimas civiles;116 ha dejado a más
de 3 000 000 de refugiados y a la mayoría de las ciudades con una gran
devastación. La guerra siria ha elevado el número de desplazados a escala
mundial a su máximo nivel en los últimos 18 años y ha dejado al 40% de la
población en una situación de crisis. Este cúmulo de atrocidades convierten al
conflicto en la más brutal crisis de la Primavera árabe y una de las peores
guerras del Siglo XXI.117 118 119 120
Ambos bandos del conflicto han sido acusados desde diversas
organizaciones y gobiernos de cometer crímenes de guerra y graves violaciones
de los derechos humanos.
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