miércoles, 31 de marzo de 2021

 Visita Cuenca el deportista francés David Ligouy. Recorre el mundo en su bicicleta que

funciona con un panel solar. Su tarea: concienciar sobre las consecuencias del cambio

climático en el mundo, la biodiversidad , la explotación abusiva y desmedida a la naturaleza.

Estamos destruyendo el Patrimonio Forestal del Planeta TIERRA.

El Observador dialogó con David. Gracias por la entrevista y bienvenido a
Cuenca del Ecuador.
LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, NI SE COMPRA, NI SE VENDE, …
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El rol de la mujer en la sociedad

lunes, 29 de marzo de 2021

Comunidades afectadas por Hidrotambo

Guido Calderón Tema vehículos muertos

Gladis Montaluisa Aniversario de Sara

 

Actúa ahora
Queridos amigos y amigas:
En una apacible franja de mar de la costa occidental africana, a salvo de las miradas indiscretas, viven algunas de las especies marinas más amenazadas del mundo.

La bahía de Loango en la costa congoleña es el hábitat de algunos animales en peligro de extinción, como el delfín jorobado del Atlántico y el angelote, y acoge a las tortugas marinas que llegan en busca de alimento. Hay pocos ecosistemas como este en nuestro planeta.

Pero ahora mismo todo pende de un hilo.

La demanda desmesurada de aletas de tiburón y de petróleo en la zona ha multiplicado la cantidad de pesqueros de arrastre y de plataformas petrolíferas, y esta valiosa guarida de vida oceánica corre un grave peligro.

Los activistas congoleños han trabajado sin descanso para proteger cerca de 650 km2 de hábitat en situación crítica. Y han ideado un plan brillante -- transformar este lugar mágico en una Zona Marina Protegida gigante, ¡equivalente a casi noventa MIL campos de fútbol!

Han conseguido la participación del gobierno, la comunidad e incluso de algunos científicos de una prestigiosa universidad para ayudar a recuperar la bahía -- pero necesitan recaudar casi un millón de dólares, de lo contrario, su plan podría venirse abajo.


El ajetreo diario de los miles de pesqueros extranjeros que surcan las aguas africanas está mermando drásticamente la población de peces. Más de 3 mil millones de personas en todo el mundo dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento. Y, en países como el Congo, la pesca es vital para la seguridad alimentaria de las comunidades locales.

Pero los arrastreros gigantes no son el único problema. La bahía de Loango también aglutina prospecciones petrolíferas -- una marea negra supondría un desastre para las muchas especies en peligro de extinción que habitan estas aguas mágicas.

Una Zona Marina Protegida de este tamaño permitiría la recuperación de la población de peces, y ayudaría a los pescadores locales a mantener sus métodos de subsistencia y a ganar la batalla que no pueden librar solos. Si donamos lo suficiente, podríamos:
  • Ayudar a convertir más de 650 km2 de hábitat en situación crítica en una Zona Marina Protegida (ZMP);
  • Respaldar la creación de un plan de ordenamiento para coordinar el cruce de intereses de los pesqueros;
  • Proteger los derechos de pesca de la comunidad mediante el establecimiento de refugios de pesca;
  • Trabajar con aliados para asegurar el patrullaje efectivo de la ZMP, y que las multas por las actividades ilegales se destinen a medidas de protección.

Desde abogar por un pacto mundial por la naturaleza que proteja la mitad del planeta, hasta trabajar con las comunidades indígenas para defender sus tierras -- nuestro movimiento siempre ha luchado por la protección de los ecosistemas amenazados y la prosperidad de nuestro planeta. Ya hemos ayudado a establecer una reserva privada en las islas Galápagos y hemos adquirido terrenos en el Himalaya para impedir que se destruyera una zona en la que vivía el leopardo de las nieves. Volvamos a actuar por este valioso ecosistema marino y las comunidades que dependen de él para subsistir.

Con una esperanza y determinación infinitas,

 

Espionaje, justicia y escándalo

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El espionaje se cuela en la avanzada K contra la Justicia (cómo será la embestida)
El espionaje se cuela en la avanzada K contra la Justicia (cómo será la embestida)

Finalmente, Martín Soria renunció este sábado a su banca de diputado y asumirá formalmente este lunes como ministro de Justicia de la Nación, refrendando en ese mismo acto la confirmación del avance de otro casillero por parte de Cristina Kirchner en el intrincado ajedrez del gobierno nacional.

 

La llegada de Soria no augura nada positivo en lo que refiere a republicanismo en la Argentina, sino todo lo contrario.

Será el avance sobre la Justicia Federal, el Ministerio Público y, sobre todo, la Corte Suprema. En ese orden.

Por caso, ha dicho a los suyos que, lo primero que hará apenas asuma, será “visitar” a los jueces supremos. Para preguntarles acerca de su opinión sobre puntuales cuestiones jurídicas. Vinculadas a la política vernácula.

Será un momento incómodo, tirante y, por qué no, escandaloso. Porque los jueces de la Corte no opinan sobre ninguna cuestión en particular, solo lo hacen a través de sus fallos judiciales.

De lo contrario podrían ser acusados de prevaricato. Esto es, ni más ni menos, que prejuzgamiento.

Soria llega con la prerrogativa de Cristina, que busca zafar de sus causas judiciales antes de que lleguen las elecciones legislativas de octubre.

Básicamente porque teme perder puntuales bancas en el Congreso Nacional, lo cual le quitaría poder a la hora de negociar su propia impunidad.

De todos modos, la vicepresidenta no cuenta solo con Soria. La otra espada que avanza contra el Poder Judicial es el siempre polémico diputado del Frente de Todos Rodolfo Tailhade, otrora director de Contrainteligencia de la AFI.

Este último pidió las declaraciones juradas de 25 fiscales que supieron complicar al kirchnerismo en expedientes que investigan hechos de corrupción. Lo hizo en su condición de miembro de la comisión de seguimiento del Ministerio Público Fiscal.

Entre los que persigue Talhade, aparecen el actual procurador Eduardo CasalCarlos Stornelli (quien investigó el caso de los Cuadernos de las Coimas), José María Campagnoli (la Ruta del Dinero K), Carlos Rívolo (Boudou y Cuadernos) , Gerardo Pollicita (causa Vialidad), Sergio Rodríguez (Odebrecht), Guillermo Marijuan (la Ruta del Dinero K) e Ignacio Mahiques (Vialidad).

En tal contexto, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN), emitió un comunicado que asegura que no se busca analizar el patrimonio de los fiscales, sino avanzar en “una campaña de desprestigio” contra estos.


Indulto y amnistía para todos

Esta semana volverán a escucharse términos como “amnistía” e “indulto”, porque son los tópicos que trae bajo su ala el aún no asumido ministro de Justicia.

El indulto es una facultad del presidente de la Nación, pero Alberto Fernández ya dijo que no está dispuesto a asumir el riesgo político que conllevaría firmar tal beneficio.

Por eso, Soria propondrá un plan sumamente intrincado y —arriesgado—, que permita avanzar en tal camino.

Propondrá espera a algún viaje fuera del país por parte del presidente y la vicepresidenta (vale aclarar que Cristina no puede firmar su propio beneficio personal).

En tal caso, quien podría firmar el indulto sería la presidenta provisional del Senado: Claudia Alejandra Ledesma Abdala de Zamora, una cristinista de la primera hora.

En lo referente a la eventual amnistía, se trata de un “recurso” parlamentario. Es decir, una facultad que debe votarse en el Congreso Nacional, con mayorías especiales. Soria se las verá complicadas en tal terruño. Pero avanzará igual, porque cree que se mueve como pez en el agua en el Congreso, donde supo transitar hasta hoy.

Otro término que habrá que acostumbrarse a escuchar es “lawfare”, aquella “mega conspiración” que solo perciben los kirchneristas.

Una suerte de acuerdo entre jueces, fiscales, periodistas y empresarios para perseguir a ciertos líderes de la talla de Cristina, Boudou, De Vido y otros. Acusados injustamente por “patriotas”.

Curioso que no se haya filtrado jamás un audio o un mensaje de Whatsapp por parte de toda esa cantidad de gente conspirando al mismo tiempo. O que alguno no se haya arrepentido y lo haya contado.

En fin, más curioso es el hecho de que los K hayan abrazado una palabra —lawfare— acuñada por un militar de apellido Dunlap en 2001, acusado de delitos de lesa humanidad. Que buscaba justificar los ataques militares a aldeas civiles de Afganistán.

Como sea, el cristinismo avanza en un camino peligroso: el de tipificar el lawfare como un delito. Tal la pretensión de Cristina Caamaño, interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), quien lo propuso hace unos días en un Zoom del Parlasur. La acompañó en la iniciativa Oscar Parrilli, el valet de Cristina.

Dicho sea de paso, Caamaño está a punto de ser denunciada por varios agentes de la exSIDE por la filtración de sus nombres en el contexto de un expediente judicial iniciado por tres de ellos, que fueron echados sin indemización. Es la segunda vez que ocurre tal papelón.

La titular de la AFI jura que se trató de un error que partió del juzgado de la jueza María Romilda Servini. Esta, a su vez, acusa a la justicia de Lomas de Zamora. Y así sucesivamente.

Por si fuera poco, está a punto de destaparse otro escándalo: Caamaño desactivó en la AFI la sección de “Avanzadas presidenciales”, que se ocupaba de anticiparse a los viajes del presidente de la Nación a diversos lugares del país. Para evitar incidentes de cualquier tenor.

Luego de lo ocurrido en Chubut hace dos semanas, cuando Alberto fue atacado a piedrazos, no se trata de una decisión muy inteligente.

Fuera de lo político, en lo que refiere a la economía, se le viene complicando a Martín Guzmán la negociación con el FMI.

No es por sus propios deméritos, sino porque Cristina le viene dinamitando cualquier chance de acordar con ese organismo. La sucesión de desaciertos verbales de la vicepresidenta no podían augurar otra cosa.

Guzmán se siente desorientado, porque visitó a la propia Cristina en Santa Cruz justo antes de viajar a Washington para ponerla al tanto de lo que haría allí.

Pero, como ya se dijo, la expresidenta no quiere ningún acuerdo sino hasta después de las elecciones. Sabe que las condiciones que le exigirán le restarán votos en pleno año electorial.

Cristina mastica vidrio, sí, pero jamás lo traga.

Finalmente, en lo que refiere al presidente de la Nación, queda claro que ha perdido todo poder y protagonismo.

Como se presumía, Alberto ha sido cooptado por completo por su vicepresidenta, quien decide las políticas a seguir en los temás más relevantes de la política argentina.

Toda posibilidad de impulsar el tan mentado “albertismo”, como pretendían puntuales gobernadores e intendentes del conurbano, ha quedado sepultada. Todos han perdido tal esperanza.

Ello explica el nacimiento del peronismo republicano, que impulsa Miguel Pichetto en estas horas. Allí se van sumando adhesiones día a día, en todo el país. Sin prisa, pero sin pausa.

No logrará superar al Frente de Todos en las elecciones, desde ya, pero le restará gran caudal de votos.

Para entenderlo hay que retrotraerse a lo que fueron los comicios legislativos de 2017, en los cuales Florencio Randazzo le “birló” 6% de los votos bonaerenses del kirchnerismo.

Jamás olvidar la frase que le atribuyen a Karl Marx: “La historia se repite dos veces, la primera en forma de tragedia y la segunda en forma de farsa”.


© Tribuna de Periodistas, todos los derechos reservados 

jueves, 25 de marzo de 2021

 

Actúa ahora
Queridos amigos y amigas:
Si pudieras decidir las acciones de Avaaz en 2021, ¿qué harías?

La humanidad enfrenta una serie de amenazas sin precedentes, desde una gravísima emergencia climática hasta la crisis de extinción del planeta -- pero, en los próximos meses, tendremos muchas oportunidades de oro para proteger nuestro planeta y defender los derechos humanos.

Ahora tienes la posibilidad de ayudarnos a decidir nuestros próximos pasos respondiendo nuestra encuesta anual de miembros. Sea cual sea tu origen, tus opiniones son valiosas -- esta es la primera pregunta:



El concepto de democracia está arraigado en el ADN de Avaaz: todas nuestras campañas se prueban primero ante los miembros y todo lo que hacemos es 100% financiado por increíbles personas como tú. Somos un movimiento de 65 millones de personas de casi todos los países del mundo -- ahora, utilicemos ese increíble poder para definir nuestros próximos pasos en este momento crucial para el mundo.

Responde esta encuesta, iniciando con la primera pregunta de arriba, y compartiremos los resultados en los próximos días.

No hay duda de que la Covid-19 sacudió al mundo, y que nunca antes habíamos sentido tanta incertidumbre. Pero hay una cuestión muy clara: nuestro movimiento es capaz de lograr las cosas más extraordinarias, y estamos cambiando el mundo. Ahora, mientras nos preparamos para un grandioso año en el que protegeremos la vida en la Tierra, unámonos todos para fijar nuestro rumbo.

Gracias por ser parte de este increíble movimiento.

 

La ligereza del Defensor del Pueblo es apabullante

   en Conexiones4P/Elenfoque/Lainfo  por 

El Ecuador tiene a un Defensor del Pueblo que es incapaz de sostener aquello que dicen los informes que redacta.  Y lo más grave: ni siquiera es capaz de hacerlo cuando esos informes tienen que ver con un tema tan delicado como la certeza de la muerte de una persona en medio de una traumática situación de convulsión social.

Durante la rueda de prensa de hoy 27 de enero, el Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, no pudo demostrar que la lista de muertos que la Defensoría redactó, luego de las protestas de octubre, se sustenta en información verificada y cierta. En un alarde del más refinado razonamiento cantinflesco llegó a admitir que una de las personas que en su lista aparece como muerto consta en el Registro Civil como vivo, pero que eso no hay forma de probarlo. «Aparece como vivo, pero no hay constatación de aquello».

La desdichada presentación del Defensor del Pueblo ocurrió cuando salió a dar su versión sobre un informe hecho por los estudiantes de periodismo de la Universidad de las Américas, UDLA, en el que se sostiene que uno de los muertos del informe de la Defensoría o no está muerto o simplemente no existe. Según la investigación de los estudiantes de periodismo, unas de las personas que está en la lista de la Defensoría como muerta, a consecuencia de los eventos en octubre, José Rodrigo Chaloisa Chaloisa, aparece en el Registro Civil como vivo. Además de que, en el caso que se haya cometido un error en el apellido, como dice la Defensoría, y que el verdadero apellido haya sido Chaluisa Chaluisa, simplemente no existe. Es decir, esa persona o no está muerta o no existe.

Pues bien, Freddy Carrión tuvo inmensos problemas para sostener su versión durante la rueda de prensa. Es más, ni siquiera la sostuvo del todo porque insistió una y otra vez, como curándose en salud, que el informe de la Defensoría no es concluyente sino que se sustenta únicamente en testimonios de las personas que participaron en las protestas y en los registros que hicieron los medios, «sobre todo los alternativos», como dijo. Para Carrión, el informe de la Defensoría no puede ser tomado como una “versión definitiva” sino que únicamente debe servir para que las instituciones del Estado la corroboren o no. En otras palabras, aquello que dijo la Defensoría en ese informe y que fue pilar para las reivindicaciones de los manifestantes, sobre todo del movimiento indígena, es apenas una recopilación de versiones sin comprobar. Según el funcionario, incluso la Comisión de la Verdad que conformó la Defensoría, es la encargada de verificar la información aunque no dijo por qué sin haberlo hecho, salió él a sostenerla.

Carrión dejó tan en claro que no está en capacidad de generar información ni siquiera medianamente creíble. Para justificar la información que puso la Defensoría en el informe, mostró una esquela mortuoria publicada en algún medio escrito, en la que se informaba de la muerte de dos personas con el apellido Chaluisa, durante esos días: José Daniel, quien el Defensor aseguró que sí había muerto al caer del puente de San Roque, y José Rodrigo, que es el que no aparece en ningún registro oficial como muerto. Según el relato del Defensor del Pueblo, esa esquela era suficiente evidencia como para que la Defensoría incluyera a ambos en su informe.

 

FREDDY CARRIÓN JUNTO A SUS ASESORES DURANTE LA RUEDA DE PRENSA. FOTO: UDLA CHANNEL.

Freddy Carrión también demostró ser muy bueno para lavarse las manos y pasar la pelota de sus obligaciones a otros. Sostuvo, y lo hizo varias veces, que son los organismos del Gobierno los que están obligados a confirmar o no lo que dice su informe y los acusó de no haber hecho lo que les correspondía. Incluso defendió el trabajo de la Defensoría afirmando que su informe coincide con el de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, sin precisar que ese organismo también se limitó, en el caso de octubre, a recoger versiones que no fueron verificadas. El todo caso, el Defensor del Pueblo reiteró lo dicho por la CIDH: de las 11 personas supuestamente registradas como fallecidas, ocho fueron resultado de hechos violentos y los otros 3 casos aún no se sabe. Una versión cuestionada por el Gobierno. 

Sobre el trabajo de UDLA Channel, Carrión dijo que que se había basado en el testimonio de una persona de apellido Bolaños que tiene antecedentes penales por estafa, pero no demostró que la información en sí haya sido falsa. Es decir, trató de deslegitimar al mensajero pero no pudo desvirtuar el mensaje.

Freddy Carrión tiene una función que, se supone, debe entregar a la sociedad certezas; exactamente lo contrario de lo que hizo durante la rueda de prensa y, como se ha visto, en el informe sobre octubre. En circunstancias socialmente traumáticas como las protestas de octubre, una autoridad del Estado con responsabilidades como las de Carrión no puede sino brindar datos certeros que ayuden a a la sociedad a dilucidar qué clase de circunstancias está viviendo y no a crear confusión y exasperar ánimos. Carrión es un funcionario irresponsable y se nota que, por encima de sus obligaciones constitucionales, están sus simpatías políticas.

El Defensor del Pueblo tuvo desde mediados de octubre del año pasado el tiempo y la autoridad necesaria para verificar que lo que decía en el informe. En una rueda de prensa, que se suponía era para demostrar que las personas que él había puesto en la lista de muertos en efecto habían fallecido en octubre, fue incapaz de mostrar lo más obvio: sus certificados de defunción. No tenía siquiera el certificado de defunción del señor Chaluisa, cuya muerte no está en discusión. La angustiosa falta de credibilidad de su versión, cuando admitió no tener ni una sola de las dos partidas de defunción, hizo que una periodista hiciera la más obvia e inocente de las preguntas: «¿Y los cuerpos, doctor?». Una débil y fingida tos fue la respuesta del funcionario.

Foto: Asamblea Nacional.

 

El Defensor del Pueblo hace activismo con el coronavirus

   en Conexiones4P/Elenfoque/Lainfo  por 

La crisis del coronavirus ha terminado de destruir la economía del país; pero, al mismo tiempo, ha servido para que ciertos funcionarios apuntalen una imagen política basándose en fotos y videos en los que aparecen como proto héroes repartiendo alimentos, mascarillas y guantes o lanzando, en medios y redes, llamados populistas para que el Gobierno financie determinadas actividades con un dinero que, en realidad, solo existe en su imaginación.

Entre esos casos está el de Freddy Carrión, Defensor del Pueblo. Si no fuera porque todavía no es candidato a nada, cualquier inocente observador podría pensar que está corriendo en una agitada campaña electoral. No hay causa que luzca popular a la que no se adhiera Carrión, ya sea directamente o haciendo eco, en sus redes, a determinados sectores políticos. No se le escapa la oportunidad de hacerse fotos en cualquier escena en la que pueda aparecer en persona entregando ayuda a sectores vulnerables, visitando remotos lugares o haciendo llamados al gobierno para que entregue recursos.

Carrión con la crisis del coronavirus, evidentemente, está replicando lo que hizo en octubre cuando, aprovechándose de sus funciones y del aparato burocrático de la Defensoría, promocionó su imagen tratando de proyectarse como simpatizante de protestantes y golpistas, así como enemigo del Gobierno ya sea distorsionando hechos o inflando cifras de supuestas muertes que luego se descubrió no habían ocurrido o no tenían relación con la represión oficial.

En los mensajes y las actividades de Carrión abundan los gestos más obvios y fútiles, como los exhortos que formula, a nombre de la Defensoría, para que el gobierno haga cosas obvias pero que, dada la realidad por la que atraviesa el país, solo son enunciados quiméricos y demagógicos: que no se recorte el presupuesto de las universidades públicas por el prurito de respetar la Constitución cuando en realidad no hay dinero para ello. Que el Gobierno no despida funcionarios públicos. Que los empresarios no liquiden a sus empleados, asumiendo que sus ingresos son los mismos que los que tenían antes de la crisis. El 1 de mayo la Defensoría publicó una larga proclama de dos páginas en la cual exigió al gobierno intervenir en la decisión de los dueños de determinadas empresas obligadas a despedir empleados e impedir que los empleadores carguen a las vacaciones de sus empleados los días que por obligación pararon sus actividades. La Defensoría exhortó, incluso, al Gobierno a que «cumpla su deber de garantizar el derecho al trabajo como uno de los sustentos del Buen Vivir»; revelándose así incapaz de observar el evidente entorno donde es físicamente imposible cumplir con los supuestos de felicidad y armonía que imponía el espíritu de abundancia y eterna prosperidad en el que se parió la Constitución de Montecristi.

Pero quizá lo más llamativo de Carrión es su activismo en redes sociales donde sirve como caja de resonancia a mensajes de actores partidarios que hacen política acusando al gobierno de todos los desastres imaginables. Hay que verlo retuiteando mensajes de conocidos operadores del correísmo como Hernán Reyes, ex miembro de la Cordicom, en los que el panegirista del ex presidente Correa y declarado enemigo de la prensa independiente exige juicio político al Ministro de Finanzas por haber recortado el presupuesto a las universidades públicas. O al prefecto del Azuay, Carlos Pérez Guartambel, acusando al gobierno de haberse «lavado las manos» al entregar a los gobiernos locales la decisión de levantar o no la cuarentena. Incluso replica tuits de Ruta Krítica, pieza neurálgica del sistema de agresivo activismo mediático del correísmo golpista. O mensajes del ex presidente del Banco Central, Diego Borja y de la ex ministra de Finanzas María Elsa Viteri cuando afirma que hay que construir una nueva prensa porque la actual está «pautada».

Si se observa el activismo en redes del defensor Freddy Carrión, es imposible no percatarse de su agudo interés por la polémica entrevista que Fernando Rincón, de CNN, hizo al secretario de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán.  Carrión replicó varios tuits señalando que Roldán hizo una pésima presentación. Curioso, sin duda, que entre tanta crítica a Roldán, Carrión se haya quedado únicamente con las que venían del correísmo.

La aparente fascinación de Carrión con el programa de Fernando del Rincón se nota, además, en el particular interés que el departamento de Comunicación de la Defensoría puso en promocionar una supuesta entrevista que le iba a hacer Del Rincón. Primero la anunciaron para el lunes, luego dijeron que sería el martes. Hay incluso un tuit de la Defensoría con una fotografía de Carrión en la que aparece con su computador preparándose para la entrevista. «Durante su visita a #Puyo, se prepara entrevista con @CNNEE. No te la pierdas…», dice el mensaje puesto en la cuenta de la Defensoría.

La Defensoría del Pueblo debe ser uno de los organismos estatales más costosos en la estructura montada por los arquitectos de Montecristi: tiene a 1 093 funcionarios y su presupuesto del año pasado fue de alrededor de 12  millones 500 mil dólares. Hasta ahora, lo más visible de su trabajo ha sido su entusiasta adhesión a favor de los protestantes de octubre y ahora, con la pandemia, haberse convertido en la plataforma de promoción de la figura de Carrión. Sus exhortos y comunicados son tan predecibles, tan llenos de obviedades sobre la necesidad de que se respeten los derechos humanos de los ecuatorianos que resulta inevitable preguntarse si en un escenario de escasez vale la pena mantener esa Defensoría como está concebida. Una Defensoría del Pueblo sin duda es pieza importante en cualquier estructura democrática moderna pero ¿ vale la pena tener una así de costosa, politizada y proclive al correísmo como la que dirige Freddy Carrión?

Foto: Defensoría del Pueblo