miércoles, 29 de mayo de 2019


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    • Los bloqueos a las transacciones venezolanas en el mercado internacional impiden adquirir medicinas y alimentos, principalmente.
      En Profundidad

      Los bloqueos a las transacciones venezolanas en el mercado internacional impiden adquirir medicinas y alimentos, principalmente.

    Las sanciones económicas contra Venezuela han sido ampliadas y endurecidas desde 2015, con la primera orden ejecutiva de EE.UU. El objetivo: crear una crisis social para justificar un cambio forzado de Gobierno. La consecuencia: el sufrimiento de niños, hombres, mujeres y ancianos. 
    Venezuela ha resistido desde la llegada de Hugo Chávez a la presidencia las agresiones de Estados Unidos (EE.UU.) y sus aliados. Golpes de Estado, violencia opositora, inflación inducida, ataques a la moneda nacional y amenazas de intervención militar. Pero, el más grave de todos es el bloqueo financiero para asfixiar la economía del país suramericano y causar una crisis social, que justifique un cambio arbitrario de Gobierno.
    Para muchos venezolanos y la comunidad internacional, las sanciones económicas y el bloqueo solo afectan al Gobierno de Nicolás Maduro. Esto ejemplifica cómo ha calado la campaña mediática de EE.UU., pues logra imponer un devastador bloqueo al sistema económico de un país y, de alguna manera, posicionarse como salvador en vez de verdugo.
    La realidad es que el bloqueo de EE.UU. ha causado graves daños a la población venezolana, pero para entender cómo y por qué debemos hacer un repaso por algunos conceptos e historia.

    1. Definición de bloqueo y sanciones

    Un bloqueo financiero consiste en evitar que una persona (natural o jurídica) pueda comerciar, comprar, vender, canjear e incluso recibir ayuda de terceros, porque serían sancionados.
    De forma específica, cuando nos referimos al caso de Venezuela, el bloqueo consiste en expulsar al país de los mercados financieros internacionales. Esto impide que pueda renovar o adquirir nuevos títulos de deuda pública en los mercados de valores mundiales.
    El bloqueo contra Venezuela se configura en forma de sanciones internacionales (impuestas por EE.UU. y la Unión Europea) que bloquean la economía del país y limitan el movimiento de los funcionarios del Gobierno venezolano.
    Las sanciones internacionales son "un instrumento, de naturaleza económica/diplomática, que tiene por objeto modificar políticas o actividades de otros países, que suponen violación del derecho internacional o de los derechos humanos", según el Ministerio de Economía y Empresa de España.

    2. ¿Qué dice la ONU de las sanciones?

    La Carta de Naciones Unidas no reconoce las sanciones. En el artículo 41 indica que "el Consejo de Seguridad puede invitar a los Estados Miembros a aplicar medidas que no impliquen el empleo de la fuerza armada para mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales". Medidas, no sanciones económicas.
    En este sentido, señala que "las sanciones económicas mundiales y los embargos comerciales integrales aparecen hoy en día como medidas coercitivas obsoletas". Agrega que "la experiencia muestra que las sanciones pueden tener consecuencias muy negativas para los civiles, especialmente para los grupos vulnerables".

    3. ¿Por qué existe el bloqueo contra Venezuela?

    Los objetivos que se persiguen a la hora de imponer sanciones internacionales contra un país son varios, pero el principal es "modificar un determinado comportamiento por parte de un Estado, entidad no estatal o un grupo de individuos", como explica la Cancillería española en su web. Es decir, forzar un cambio de Gobierno como consecuencia del daño económico ocasionado a la población.
    Esta "estrategia" de sancionar y bloquear económicamente a un país no inició con Venezuela. Es una forma de agresión de larga data y entre los ejemplos más notorios están: Yugoslavia (1921), Grecia (1925) y Cuba (1962). El último caso demuestra que no siempre son efectivas para imponer un cambio de gobierno y modelo político, pese a los grandes daños contra la población cubana durante más de medio siglo. 

    4. ¿Cómo es el bloqueo contra Venezuela?

    El bloqueo financiero contra Venezuela inició con la orden ejecutiva del 9 de mato de 2015, firmada por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama. Se trató de la ampliación de las sanciones económicas emitidas por el Congreso de Estados Unidos del 10 de diciembre de 2014 contra el gobierno y el conjunto del país.
    La orden ejecutiva fue prorrogada en los siguientes años por Obama y su sucesor republicano, Donald Trump, hasta acumular un conjunto de prohibiciones al sistema financiero y económico venezolano. Estas fueron detalladas por el canciller Jorge Arreaza, en una rueda de prensa de las Naciones Unidas, en abril de este año.
    Arreaza resaltó que las pérdidas financieras de Venezuela, producto de la calificación de riesgo y la imposibilidad de mover los títulos del país,, asciende a 1.4 billones de dólares.
    1. Se prohíben todas las transacciones orientadas a conseguir financiamiento para Venezuela, como la compra directa o indirecta de valores procedentes del Gobierno, lo cual incluye bonos, préstamos, extensiones de crédito, garantías de préstamos, cartas de crédito, borradores, aceptaciones de banqueros, facturas o notas de descuento, y papeles comerciales.
    2. Se prohíben todas las transacciones relacionadas con la provisión de financiamiento y otras transacciones en cualquier divisa digital, moneda digital o token digital. Esta medida afecta directamente a la criptomoneda Petro.
    3. Se prohíbe la venta, transferencia, cesión, u otorgamiento como garantía por parte del gobierno de Venezuela de cualquier participación en el capital de cualquier entidad en la cual el Gobierno de Venezuela tenga el cincuenta por ciento o más de propiedad. 
    4. Cada vez se limita más a las instituciones nacionales (públicas y privadas) para ejecutar pagos a proveedores, beneficiarios, recibir pagos, ejecutar transacciones, administrar carteras de inversión, cumplir obligaciones financieras como la cancelación de títulos y bonos de la deuda pública, y/o acceder a fuentes de financiamientos internacionales.
    5. El cierre unilateral de contratos de corresponsalía bancaria a las principales instituciones financieras venezolanas, como Banco Central de Venezuela, Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, Banco de Venezuela, Banco Bicentenario, PDVSA y otras. Mientras que los bancos que siguen manteniendo relación con instituciones venezolanas han incrementado significativamente las comisiones bancarias por ejecución de operaciones.
    6. Se prohíbe al Banco Central de Venezuela realizar transacciones en dólares estadounidenses. También se limita e interrumpen las operaciones en bancos internacionales dentro y fuera de EE.UU. Esto se ha traducido en mayores costos transaccionales y pérdidas de valor que deben ser asumidos por Venezuela. Además, la situación ha obligado a utilizar otras monedas de mercados emergentes (Liras Turcas, Dírhams y Yuanes), lo que ha generado millonarias pérdidas financieras por las variaciones cambiarias respecto al dólar estadounidense. 
    7. Bloqueo de activos financieros, capital, filiales y empresas asociadas a estatales venezolanas, principalmente la estatal petrolera PDVSA y sus filiales, como CITGO, la cual posee tres refinerías en Estados Unidos, una red de oleoductos y más de 5.000 gasolineras.
    8. Apropiación de recursos denominados en dólares y otras monedas en bancos internacionales, los cuales tenían como condición ser reservas internacionales del Banco Central de Venezuela. 
    9. También existen sanciones a funcionarios de alto nivel del Gobierno venezolano, pero estas carecen de información. No detallan en cuál banco están las cuentas congeladas ni cuánto dinero tenían. Tampoco dicen cuáles bienes fueron confiscados y en qué parte de EE.UU. (o el mundo) se encuentran.

    5. Consecuencias del bloqueo para los venezolanos

    Como ya se expuso a lo largo del texto, las sanciones de EE.UU. contra Venezuela van dirigidas a bloquear toda su economía. Un concepto que es importante explicar una y otra vez, puesto que la oposición y la prensa alineada a la derecha han posicionado (exitosamente) la matriz de que las sanciones no afectan a la población venezolana, sino que "congelan cuentas bancarias y bienes" de funcionarios gubernamentales. 
    La realidad es más siniestra. Estados Unidos, como líder del sistema financiero internacional, ha ordenado que las reservas que le pertenecen al pueblo venezolano (chavistas y opositores por igual) sean retenidas por organismos financieros del mundo. 
    ¿Las consecuencias de las sanciones? Hagamos un recuento:
    - Medicinas 
    Las sanciones contra Venezuela tienen un grave efecto sobre los venezolanos, debido a que es un país que depende de sus importaciones de alimentos, medicinas y maquinaria para su producción interna. 
    A su vez, las importaciones dependen de los recursos por la venta de petróleo, que también es restringido por el bloqueo de EE.UU. Venezuela no puede vender su petróleo porque los compradores podrían ser sancionados. De hecho, las presiones del Gobierno estadounidense contra la India inhibieron que se duplicara los despachos de crudo a la nación asiática. 
    Las sanciones impiden importar medicinas que no se hacen en el país ni la materia prima para producirla. El 7 de septiembre de 2017, el presidente Nicolás Maduro denunció ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el "congelamiento" en un puerto internacional de un cargamento con más de 300 mil dosis de insulina.
    También en noviembre de ese año el laboratorio BSN Medical bloqueó, por orden del Gobierno colombiano, un paquete de Primaquina, medicina para el tratamiento con la malaria, que había sido comprado por Venezuela.
    En 2018, el presidente de la Comisión del Poder Público de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Pedro Carreño, indicó que 39 millones de dólares, destinados para la compra de alimentos y medicinas, fueron devueltos por el sistema financiero internacional a Venezuela
    Por otro lado, las sanciones han saboteado la transacción de 4.851.252 euros necesarios para atender a 26 pacientes venezolanos que se encuentran en Italia, quienes esperan trasplantes de médula ósea. Estas personas reciben tratamiento gracias a un convenio de PDVSA con una fundación. Los recursos forman parte de los 1.543 millones de euros, retenidos por la entidad financiera Novo Banco en Portugal.
    Los bloqueos a las transacciones venezolanas para la compra de medicinas ocurren día a día, pero la mayoría no salen a la luz pública.
    - Alimentos
    Las sanciones también impiden importar alimentos e incluso desarrollar la industria agroalimentaria, ante el bloqueo para adquirir nuevos insumos y equipos. Se trata de un duro golpe para la población venezolana.
    Un ejemplo de esto ha sido el bloqueo naviero para el ingreso de los alimentos distribuidos por los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un sistema de organización popular para llevar bolsas de comida casa por casa. 
    El 19 de mayo de 2019, el secretario general de los CLAP, Freddy Bernal, informó que el Gobierno de EE.UU. sancionó a 10 de las 12 empresas navieras que trasladaban alimentos a Venezuela, para los CLAP. Aunado a esto, no se puede pagar directamente en dólares a México por los alimentos y las transacciones deben hacerse a través de un tercer país. Como resultado, el intercambio comercial pasó de tardar 20 días a 60.
    Anteriormente, en 2016, Bernal había denunciado que bancos congelaron el pago en moneda extranjera a proveedores internacionales para impedir el ingreso de barcos contenedores de alimentos. Una táctica que se sigue repitiendo y amenaza con empeorar.
    El Wall Street Journal reportó el 21 de mayo de 2019 que EE.UU. planea introducir en los próximos tres meses un paquete de sanciones dirigidas a destruir el programa de alimentos CLAP.
    - Educación, deporte y cultura
    Las sanciones afectan la educación e investigación del país, debido a que no es posible adquirir equipos para las ciencias básicas o libros y otras bibliografías que se producen fuera de Venezuela.
    También el deporte se ve afectado porque la nación suramericana no puede importar equipos e implementos deportivos. Mientras que los bloqueos de pagos internacionales amenazan con no poder trasladar a los atletas a competencias mundiales.
    Un ejemplo de esto ocurrió el 6 de septiembre de 2017, cuando un banco internacional impidió la transferencia de los recursos por más de un millón y medio de dólares para cancelar pasajes de avión, alojamiento y otros conceptos. En esa oportunidad, el Gobierno venezolano entregó aviones estatales para el traslado.

     

    A Lenín Moreno nadie lo va a tumbar

       en Conexiones4P/Elenfoque  por 
    David Hale, subsecretario de Asuntos Políticos del Departamento de Estado, estuvo en Ecuador. Y dijo en público, en una entrevista con El Universo, algo que corría discretamente por los mentideros políticos: que la prioridad de Estados Unidos en este momento, de cara a Ecuador, es apoyar al Presidente Moreno. Es lo que ha dicho Todd Chapman, el embajador de ese país que no se desprende de su sombrero, a los líderes del país en los últimos meses. Ha hecho lobby a favor de Lenín Moreno.
    Al parecer, muchos creen que la debilidad política del Presidente, podría atentar contra su estabilidad. Y, de paso, contra una democracia endeble que se reactiva tras una década de autoritarismo. Ese sentimiento está arraigado en parte del establecimiento que, en forma obsesiva, ha cerrado filas alrededor del gobierno. Y que ve en las críticas a su gestión apoyos abiertos o inconscientes al correísmo que, en efecto, milita por el caos porque anhela pescar a río revuelto.
    Moreno ha hecho méritos para no desmentir esos relatos en los que él y su gobierno penden de un hilo. En este punto, hay dos capítulos: uno que se desprende del momento político que tuvo que asumir y de la situación económica que heredó. Otro, de la operación política de su gobierno y del empantanamiento propio de su circunstancia: él es parte de la matriz correísta y arrastra cacerolas que hacen mucho ruido.
    Es obvio que casi todo militaba en su contra cuando Correa le transfirió el poder el 24 de mayo de 2017: le dejó Vicepresidente, asambleístas, Fiscal, Contralor, Procurador, Corte Nacional, Corte Constitucional, CNE, Consejo de la Judicatura, superintendentes, CPCCS… puestos por él; leales a él. Le dejó una contabilidad falsa, deudas colosales, el IESS estructuralmente desfinanciado, jubilados impagos, petróleo prendado, juicios millonarios… Un país dividido en una situación de vacas flacas.
    Ese cuadro tuvo un contrapeso en la opinión suscitado por un hartazgo de autoritarismo, que facultó al Presidente a tomar medidas y también atajos. Ejemplo: la creación del CPCCS Transitorio liderado por Julio César Trujillo.
    Moreno no se apoyó en la opinión que en ese momento era favorable y se recostó sobre todo en el Partido Social Cristiano: una operación que lo hizo dependiente y creó la percepción de debilidad política de la cual no se cura. Porque esa no es una realidad: es un espejismo. La prueba está en las respuestas a dos preguntas: ¿quién quiere tumbar a Moreno? ¿Y quién puede realmente hacerlo?
    ¿Querer? Correa y los suyos. Eso inspiró la calentura que atacó a Ricardo Patiño, en octubre pasado en Latacunga, cuando llamó a los suyos a “tomarnos instituciones públicas” y cerrar caminos. Es obvio que los correístas piensan con el deseo. Fuera de ellos, nadie quiere tumbar a Moreno porque, a pesar de la crisis económica, el país sabe (o intuye) que este es un gobierno de transición que no quiere (y no puede) prolongarse. Y también sabe (o intuye) que las facturas de diez años de derroche y corrupción del correísmo son una realidad.
    No hay además factores institucionales que aúpen la inestabilidad. Aquellos que abiertamente buscan la alternancia (Guillermo Lasso, Jaime Nebot, Gustavo Larrea y N número de posibles outsiders) tienen los ojos puestos en 2021. Y las Fuerzas Armadas están ocupadas, con Oswaldo Jarrín, recomponiendo sus factores de poder. En ese marco, no prestarán oído alguno a los pocos que promocionan un tsunami político. Los sindicatos, por su lado, llaman a un paro nacional, pero apenas representan una fracción de aquellos que trabajan, frente a cinco millones de personas sin empleo adecuado. Conclusión: Moreno no está amenazado ni se puede caer por factores externos.
    Su fragilidad real proviene de sus propias inconsistencias y de las cuentas que tendría que ofrecer al país por la corrupción de su entorno tóxico. En este punto, el Presidente se ha esforzado en agravar su caso. Su gobierno se ha vuelto una empresa productora de palabras que no refrenda con hechos. Mientras tanto, tarda en desprenderse de figuras cuestionadas o que colaboraron en su campaña y ostentan cargos públicos. Ejemplos: Santiago Cuesta y el representante de Hidalgo e Hidalgo. Una señal que calza mal con su discurso de transparencia y lucha contra la corrupción. Tampoco responde concretamente las acusaciones que pesan sobre sus amigos (de los cuales no se deslinda) o sobre la cuenta de su esposa (que sí tuvo una, con bastante dinero y que transfirió a finales de 2016). En vez de aquello, desprestigia a sus acusadores.
    La debilidad de Moreno y su gobierno no es, entonces, institucional ni es política pues cuenta con un acuerdo legislativo con apoyo total de CREO y otras tres bancadas. Moreno depende de Moreno. De su capacidad para gestionar el ruido de las cacerolas que arrastra. El apoyo de Estados Unidos es clave para empresarios e inversionistas. Pero es claro que es insuficiente.
    Foto: Asamblea Nacional.