martes, 7 de mayo de 2019

¡Más persecución al gobierno de las manos limpias!

   en Columnistas/Influencers4P  por 
La trastabillada semana anterior concluyó con un caso más de la impúdica persecución al gobierno de las mentes lúcidas, los corazones ardientes y las manos limpias. Lo más grave es que ahora las críticas (siempre impúdicas) no se dirigen solamente hacia la deslegitimación de la extraordinaria capacidad cognitiva de las mentes lúcidas y el infinito amor al país de los corazones ardientes. Los detractores han dado un paso más: intentan deslegitimar a los artífices del jaguar latinoamericano con denuncias infundadas y temerarias que buscan (sin ningún éxito, desde luego) poner en duda la absoluta pulcritud de las manos limpias que nos gobernaron entre 2007 y 2017. No se habrá visto mayor osadía ni desmesura. Incluso las dudas puestas sobre la inédita tesis del ex No 2 o la transparente nacionalidad otorgada al amigo australiano podrían ser tema de discusión, pero escándalos de corrupción, jamás.
De hecho, jamás será posible aceptar que se mancille la transparencia y honradez del gobierno de las manos limpias porque, a la fecha, nada se ha descubierto. Si en la tradición del derecho penal burgués, atávico y eurocéntrico, se dice que hallar el cuerpo del delito es esencial cuando se pesquisan ciertos ilícitos; en la tradición del Derecho Altivo y Soberano (con mayúsculas) hay que encontrar billetes marcados para decir que alguien se ha beneficiado de los recursos públicos. Además, hay que demostrar que el camarada no sabía que de esos recursos públicos no se podía disponer. Si se revisan uno a uno, o decena a decena (si se tiene menos tiempo para contar), los procesos judiciales iniciados en contra de los miembros más excelsos del gobierno de las manos limpias, jamás han hallado caletas de dólares, euros o cualquier otra moneda o metal precioso que de cuenta de un proceso de acumulación ilegítimo. Nada.
Por tanto, mientras los frutos del capitalismo tardío no sean hallados, no hay delito. Y mientras no haya esa constatación, el gobierno de las manos limpias será el más impoluto, desde siempre y hasta siempre. Cualquier cosa podrá decir la prensa corrupta y mediocre al respecto. Cualquier falaz denuncia podrán presentar los sicarios de tinta que, si no hay una prueba documental, magnetofónica, video o audio. en los que se lea, vea y escuche al Eloy Alfaro del Siglo XXI (cumpliendo su misión histórica en Bélgica), contando los billetes uno a uno (babita de por medio para que no se pasen), no hay delito. Así funciona el derecho penal del socialismo del Siglo XXI y en esa dirección deberían encaminarse los sistemas judiciales de las retardatarias democracias anquilosadas en el caduco principio de la libertad. Por eso, por esta forma Crítica (con mayúscula) de entender la norma jurídica es que nadie le ha podido indilgar nada a los camaradas Fernández, Ortega o Da Silva, más conocido como Lula.
Indicios, conjeturas, elementos de juicio que razonadamente conduzcan a identificar posibles delitos, no son más que patrañas del derecho penal burgués y de sus operadores, que buscan desprestigiar a las manos limpias que nos gobernaron y que nos volverán a gobernar. ¡Hay una persecución en marcha porque saben, en lo más profundo de su ser, que los de las manos limpias somos más, muchísimos más!. Por ello, Arroz Verde 502, Caminosca, Duzac, Narco valija, Panamá Papers y otros casos denunciados (muy poquitos en realidad), no son sino el reflejo del deseo de perjudicar al gobierno más honesto de la historia republicana del Ecuador…. y no sólo transparente y honesto sino además protector de Derechos Humanos y víctimas. Por eso los asesinatos del Gral. Gabela, Fausto Valdivieso o Froilán Jiménez deben ser asumidos como casos aislados. Nada que de cuenta de violaciones secuenciales ni mucho menos. En definitiva, todo es parte de la conspiración contra la revolución a la que nadie detendrá. ¡Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina!.
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La esquizofrenia es un trastorno mental que se caracteriza por la distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (de cuya página oficial he tomado todo lo expuesto en esta parte), algunas de las experiencias más frecuentes de este trastorno son las alucinaciones (v.g. oír voces o ver cosas inexistentes) y los delirios (v.g. creencias erróneas e inexistentes). De acuerdo a la OMS, existen cerca de 21 millones de personas en el mundo que padecen de esquizofrenia. De acuerdo al CNE, existen entre 10 y 12 por ciento de ecuatorianos con capacidad de votar que sufren una mutación social de dicho trastorno. Su patología (síntomas) ha sido descrita en los párrafos precedentes. Su anamnesis (historia clínica) es una década en la que los abundantes recursos públicos hicieron perder de vista a muchos ciudadanos el papel esencial que cumplen en una sociedad algunos valores cívicos, como la honradez y el respeto a las libertades.
Al país le va a tomar mucho tiempo controlar esa esquizofrenia social pues, al igual que la de naturaleza mental, es difícil eliminarla por completo. Si no hay un compromiso en esa vía, la recaída puede tener efectos devastadores. Una fiscalía responsable y transparente en su trabajo de persecución del delito, un gobierno decidido y con horizontes claros, actores políticos orientados hacia el mantenimiento de la estabilidad institucional del país; y, una ciudadanía que se alarme frente a los hechos de corrupción que campean, son algunos de los fármacos que necesitamos para evitar el colapso. De lo contrario, ese 10 a 12 por ciento de esquizofrenia social puede multiplicarse y multiplicarse. Frente a dicho cuadro clínico-político, mantener el Consejo de Participación Ciudadana puede ser letal y el punto de partida para que la esquizofrenia social se desate. Advertidos estamos.
Santiago Basabe es académico de la Flacso.

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