El ajetreo diario de los miles de pesqueros extranjeros que surcan las aguas africanas está mermando drásticamente la población de peces. Más de
3 mil millones de personas en todo el mundo dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento. Y, en países como el Congo, la pesca es vital para la seguridad alimentaria de las comunidades locales.
Pero los arrastreros gigantes no son el único problema. La bahía de Loango también aglutina prospecciones petrolíferas --
una marea negra supondría un desastre para las muchas especies en peligro de extinción que habitan estas aguas mágicas.
Una Zona Marina Protegida de este tamaño permitiría la recuperación de la población de peces, y ayudaría a los pescadores locales a mantener sus métodos de subsistencia y a ganar la batalla que no pueden librar solos. Si donamos lo suficiente, podríamos:
- Ayudar a convertir más de 650 km2 de hábitat en situación crítica en una Zona Marina Protegida (ZMP);
- Respaldar la creación de un plan de ordenamiento para coordinar el cruce de intereses de los pesqueros;
- Proteger los derechos de pesca de la comunidad mediante el establecimiento de refugios de pesca;
- Trabajar con aliados para asegurar el patrullaje efectivo de la ZMP, y que las multas por las actividades ilegales se destinen a medidas de protección.
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