Por: Jaime Cedillo Feijóo
No podía ser mejor el
remate de campaña, fue simplemente espectacular, qué código de la democracia ni
ocho cuartos. El dignísimo señor Presidente en su última sabatina (del 16 de
febrero), habló tan bonito de su amigo Augusto, de las obras, de los
proyectos, vaya sí que nos conmueve tan
alhaja que habla. Cuánta pequeñez de alma de aquellos mediocres, de manera especial, dedicó su lengua dulce al contrincante del
pana, al “incompetente, al inepto, al improvisado del Rodas, que habla tanto y
no dice nada”. La sabatina, como es su sana costumbre, dirigió a los eternos
sufridores, a los de siempre, a los que se resisten a reconocer que la
revolución ya es de ellos y no de todos, o al revés.
Tanta es la
desesperación del dignísimo y sus
seguidores que han empapelado el país de color verde, no hay rincón que haya
quedado libre, es que la esperanza de captar todo, alcaldías, prefecturas,
juntas parroquiales, hasta la tienda de la esquina, les hace actuar sin
control, su ambición por el poder se ha desbordado. (seven) Paredes como siempre dirá que no vio,
no oyó ni escuchó nada de la sabatina, que están exagerando, que el dignísimo
está en su pleno derecho porque su
majestuosidad le permite eso y mucho más. Qué culpa tiene el (seven) si el
dignísimo tiene la facultad de desdoblarse, es que para que sepan los metiches,
las sabatinas son para eso, para desdoblarse. “Que no se arruguen los
amargados”, ojo que estoy empleando comillas tácitamente, no vaya a ser que el
super adulón me quiera dar una lección de cómo se deben decir las cosas, es que
ahora ya es académico, su materia preferida es la “tacitatura” o sea que viene
de tácito, tácito que metió las cuatro y los “sicarios de tinta” se rieron a
mandíbula batiente, sobre todo el
chistoso del BONIL, al que lo obligó a rectificar “tácitamente”. Y el
dignísimo vuelve a desdoblarse: “hasta cuándo politiqueros, hasta cuándo
demagogos, hasta cuándo improvisados”, esta vez sólo el Rodrigo se salvó, por
la enciclopedia. Flores y miel le echó por su intelectualidad. ¡Qué suerte
tuvo¡. Ya quisiera el Rodas tener esa dicha.
De tanto coraje que le hacen tener
los mentirosos medios corruptos,
inauguró un nuevo segmento: “la conspiración de la semana”, es que le viven
conspirando todos los días, sobre todo ese Lucio que manda mensajes a sus
seguidores, desde su cuenta en tuiter,
para que salgan a las calles a liberarnos. Esos conspiradores sí que son los
“sepultureros de la patria”, con “sus billeteras quieren seguir conspirando”,
siempre con la ayuda de esa prensa corrupta, bien dice el dignísimo, esos sí
que son locos, dementes mismo han de
ser, nos envenenan el alma. Si quieren que la conspiración termine,
el domingo, todo todito 35.
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