Por: Enrique Gallegos Arends.
Buenas tardes amigas,
Buenas tardes amigos,
No habríamos podido jamás los ecuatorianos eludir el proceso
de caos y destrucción de las instituciones que asola a nuestra América Latina.
Éste, por cierto, no es casual ni obedece al azar. Constituye la expresión de
un plan magníficamente bien ideado y llevado a la práctica por los sectores imperialistas.
Lo que pasa en México y toda Centro América, el caos en que se desenvuelven los
venezolanos, los bolivianos y los argentinos, amén de las indefiniciones en
Colombia, no son sino la exteriorización de un proyecto mayor que culminará con
una invasión al Brasil. Pero este es un tema que trataremos más oportunamente,
cuando las condiciones se agudicen.
El proceso electoral que se avecina en el Ecuador es vital
para el desarrollo del proyecto al que más arriba hago mención. La permanencia
de Correa al mando de la nación es imprescindible para los intereses de los complotados.
Hasta hoy todo les ha salido bien, pero las grietas han comenzado a hacer
presencia. Un Correa izquierdista, antiimperialista,
Socialista del S.XXI (?), enemigo de los Estados Unidos donde
se formó, de los socialcristianos que abundan en su íntimo equipo de trabajo,
contrario a los intereses que perpetúan el modo capitalista de producción en el
mundo como el FMI, el BID, el Banco Mundial, y otros de fines similares en
alguno de los cuales consiguió su primer trabajo, un Correa así, digo, es
evidentemente un Correa falsificado. Pero hay que convenir que los autores del
boceto actuaron hasta con exceso de imaginación y Correa demostró ser mejor
actor que economista. Hoy el escenario ha comenzado a agotarse, no solo aquí,
sino en los otros países en los que se ensayó. La caída del gobierno de Maduro
es inminente; las contradicciones en México son cada vez más agudas y anuncian la
proximidad de eventos que podrían conducir a una guerra civil. Ello explica los
cambios de conducta política de nuestro presidente: su denuncia y posterior silencio
ante el sucio negociado de la construcción del aeropuerto de Tababela; su
investigación acerca del modo inmoral con que los sucesivos gobiernos ecuatorianos,
sin excepción, han negociado nuestra deuda pública, que no fue otra cosa que un
chisporroteo de luces de bengala. ¿Para qué se llamó a Alejandro Olmos y los
demás conocedores de la infamia que se esconde tras todas las deudas públicas
del mundo, y, total, tener las pruebas durmiendo en la Fiscalía? Todos los
ladrones del estado ecuatoriano andan libres por la calle
1 NOTA EDITORIAL “RETRATO EN NEGRO”
O por las suntuosas avenidas de Miami y los banqueros, tan
vilipendiados, disfrutan de abundancia como versiones criollas de Rico McPato,
mientras, para sus adentros, se ríen de los anatemas gobiernistas y se permiten
hasta obsequiar al candidato oficial a la alcaldía de nuestra ciudad un plan de
trabajo para solucionar la movilidad en nuestra capital y que no sabemos por
qué no se les ocurrió ejecutarlo cuando gobernaron la urbe.
La derrota inminente de Barrera en Quito a manos de un
político joven sin mayor trayectoria, como suelo decir “muy conocido en su
casa, principalmente a la hora del almuerzo”, no debe ser interpretada como un
repudio a la figura y trayectoria personal de tan nefasto personaje que llegó a
ser alcalde porque Correa lo llevó de la mano. Es un rechazo a las actitudes
presidenciales. El partido de gobierno perderá también las elecciones en
Guayaquil, Cuenca, Loja y Machala, con lo cual sus bases se estremecerán. Me
permitiría sugerir a las lautoridades gubernamentales no volver a ensayar las
acciones de fraude que lograron funcionar en pasados recientes. No jueguen con
fuego. Ni el escenario nacional ni el de nuestra América están ya para este tipo
de aventuras. Podría ser que el ratón se coma al gato.
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