La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó su preocupación
por la decisión de la Corte Nacional de Justicia que dejó en firme la sentencia
contra Cléver Jiménez, Carlos Figueroa y Fernando Villavicencio por el delito
de injuria judicial contra el presidente Rafael Correa.
"La Comisión Interamericana de DDHH, con fundamento en
la Convención Americana sobre Derechos Humanos -dice el comunicado-, ha
establecido hace más de 10 años que la utilización del derecho penal para
sancionar expresiones sobre funcionarios públicos es desproporcionada y vulnera
el derecho a la libertad de expresión"
La comisión, destaca, ha sostenido que resulta
desproporcionado el uso del derecho penal para proteger la honra de servidores
públicos frente a las denuncias relacionadas con el ejercicio de sus funciones
formuladas ante las autoridades correspondientes.
"Las leyes que penalizan la expresión ofensiva dirigida
a funcionarios públicos generalmente conocidas como 'leyes de desacato' atentan
contra la libertad de expresión y el derecho a la información".
El derecho humano fundamental a la libertad de expresión,
consagrado en los tratados de derechos humanos, según el comunicado, no solo
protege la información y las opiniones que resultan complacientes o
inofensivas, sino, especialmente, aquellas que pueden perturbar o incluso
ofender a los funcionarios públicos...
En igual sentido se pronunció Human Rights Foundation.
"Una vez más, el presidente Correa se sirve de la persecución judicial y
el amedrentamiento policial para silenciar las voces críticas, en un país donde
el Poder Judicial está cada vez más sometido al ejecutivo -dijo su presidente,
Thor Halvorssen-. El presidente está dispuesto a llegar hasta las últimas
consecuencias para acallar cualquier opinión crítica sobre su rol en la
revuelta policial de 2010".
La organización apunta que si bien, internacionalmente, el
presidente trata de ganar simpatía entre aquellos que se solidarizan con Julian
Assange y Edward Snowden, puertas adentro no es ningún paladín de la libertad.
"Es un autoritario que tiene alergia a cualquier tipo de crítica. En
Ecuador, no solamente se meten presos a los Assange y a los Snowden -destaca-,
sino a los equivalentes de editores del New York Times o presentadores de
CNN".
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