domingo, 23 de marzo de 2014

Relatoría de CIDH y Human Rights Foundation



La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó su preocupación por la decisión de la Corte Nacional de Justicia que dejó en firme la sentencia contra Cléver Jiménez, Carlos Figueroa y Fernando Villavicencio por el delito de injuria judicial contra el presidente Rafael Correa.
"La Comisión Interamericana de DDHH, con fundamento en la Convención Americana sobre Derechos Humanos -dice el comunicado-, ha establecido hace más de 10 años que la utilización del derecho penal para sancionar expresiones sobre funcionarios públicos es desproporcionada y vulnera el derecho a la libertad de expresión"

La comisión, destaca, ha sostenido que resulta desproporcionado el uso del derecho penal para proteger la honra de servidores públicos frente a las denuncias relacionadas con el ejercicio de sus funciones formuladas ante las autoridades correspondientes.
"Las leyes que penalizan la expresión ofensiva dirigida a funcionarios públicos generalmente conocidas como 'leyes de desacato' atentan contra la libertad de expresión y el derecho a la información".
El derecho humano fundamental a la libertad de expresión, consagrado en los tratados de derechos humanos, según el comunicado, no solo protege la información y las opiniones que resultan complacientes o inofensivas, sino, especialmente, aquellas que pueden perturbar o incluso ofender a los funcionarios públicos...
En igual sentido se pronunció Human Rights Foundation. "Una vez más, el presidente Correa se sirve de la persecución judicial y el amedrentamiento policial para silenciar las voces críticas, en un país donde el Poder Judicial está cada vez más sometido al ejecutivo -dijo su presidente, Thor Halvorssen-. El presidente está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para acallar cualquier opinión crítica sobre su rol en la revuelta policial de 2010".
La organización apunta que si bien, internacionalmente, el presidente trata de ganar simpatía entre aquellos que se solidarizan con Julian Assange y Edward Snowden, puertas adentro no es ningún paladín de la libertad. "Es un autoritario que tiene alergia a cualquier tipo de crítica. En Ecuador, no solamente se meten presos a los Assange y a los Snowden -destaca-, sino a los equivalentes de editores del New York Times o presentadores de CNN".

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