Ana Karina López
“Los derechos humanos
no son ni izquierdos ni derechos son universales, hechos por todos los países…
existe indivisibilidad de los derechos. No puedes dar mejores escuelas y carreteras
a cambio de restringir las libertades. Hay que cumplir con todos los derechos
humanos, todos son iguales y no hay una
jerarquía”. Daniela Salazar respondió así a una pregunta que le hice en
una entrevista para la Revista Vistazo. Ella es una abogada especialista en
Derechos Humanos.
Le pregunté por qué se asimilaba los llamados de atención a
de los organismos multilaterales a una forma de dominio imperialista. Sus
palabras son esclarecedoras, los derechos están sobre las ideologías, son de
todos y para todos, son principios universales.
La indignación y el enardecimiento no pueden engendrarse solo
cuando se violan los derechos humanos de las personas que piensan como uno. ¿Si
torturan, encarcelan sin razón o matan a los del otro bando, entonces, no
importa? ¿Se justifica el atropello a un ser humano en nombre de un “proyecto”?
¿Si soy de izquierda, el gobierno es de izquierda y atropella los derechos de
los manifestantes es eso un abuso menor justificable en aras de una causa
mayor? Es tan absurdo como defender la represión en el gobierno socialcristiano
en los ochenta “para que no nos invada la guerrilla”.
Las protestas en Venezuela han desnudado este cinismo en su
máxima expresión. La defensora del Pueblo de Venezuela, Gabriela Ramírez, se
refirió a las 44 denuncias de torturas contra las personas detenidas durante
las manifestaciones en ese país. “Si se aprehenden 15 jóvenes y una persona es
golpeada o maltratada… la tortura tiene un sentido. Se emplea para obtener una
confesión, se le inflige sufrimiento físico para obtener una confesión y
tenemos que diferenciarlo de un trato excesivo o uso desproporcionado de la
fuerza”. Son palabras textuales en una rueda de prensa a la que se puede
acceder libremente en Youtube, no han sido sacadas de contexto o
reinterpretadas por los medios.
Gabriela Ramírez es una trabajadora social que, según su hoja
de vida del “Consejo Moral Republicano”, “posee una clara vocación por la labor
social que se evidencia en su formación académica, su experiencia laboral y su
vinculación con movimientos sociales”. Ella ha sido activista y luchadora por
los derechos de las mujeres y de los niños...
Pobres venezolanos, abandonados por todos. La “defensora del
Pueblo”, de todo el pueblo, justifica la tortura. Al interior del país el
sistema judicial no los ampara. Y en el exterior tampoco pasa nada. Hasta la
OEA, ese gran monstruo representante del imperialismo, ha dado un paso al
costado. El 7 de marzo luego de horas de negociación, la resolución es más que
complaciente hacia la represión venezolana, esta apenas contiene una condena
genérica de la violencia, condolencias hacia las víctimas, una apelación a la
no intervención y un controvertido llamado al diálogo. Y aunque los Estados
Unidos se latigueen en nombre de los Derechos Humanos, sus empresas petroleras
siguen comprando a Venezuela todo el petróleo que necesitan...
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