Por: Marlon Puertas
¿Han visto ustedes alguna vez un Corcho que se hunde? El fenómeno, como muchos otros, ocurre en
Ecuador. Miren al Corcho Cordero. De cabeza de la Constituyente pasó a cabeza
de la Asamblea. De cabeza de la Asamblea a un asambleísta más. De ahí a cabeza
del IESS. Y ahora, a quien sabe dónde.
Fueron diez meses en
el IESS que se pasaron volando al Corcho
y, hay que decirlo, con no muy gratos resultados. De remate, los verdes
le endosan el fracaso electoral del partido en Azuay, captado hoy en día por
políticos de otros colores.
No hay que ser injustos.
No es el único culpable de todas las desgracias de la revolución. Por
eso yo sí quiero que sea, como todos los verdes, reubicado en otro puestito.
En cuanto a la reelección eterna, ya ni los AP saben qué es lo que quieren.
Como que necesitan una ayudita. Una bola de cristal para ver el futuro, puede
ser. De esa manera, si ven que Rafael en dos años va a seguir siendo más
popular que Metallica, seguro lo lanzan. Pero si nadie lo quiere entonces, para
qué desgastarse en aprobar una reforma que para pocos es simpática.
Crece la teoría de dejar descansar un periodo al
guerrero, para que recobre fuerzas y
regrese con todo. Lo lanzó Vinicio, el estratega, que por algo lo dijo, no da
puntada sin dedal.
La consulta popular sobre el Yasuní debe darse. Y el señor Domingo Paredes debería facilitar
las cosas, no lo contrario. Como autoridad electoral que es, su función es
propiciar que las consultas se desarrollen con normalidad y transparencia. Pero
no aparecer como el gran fiscalizador del formato y tamaño correcto de las
hojas que tienen las firmas. Ese papel no le queda.
Aparte, será otro round con Rafael, así lo quiere él también. El hombre está
picado con el 23F y quiere su revancha inmediata, así se arriesgue a besar la
lona otra vez. Así son los peleadores como él, acostumbrados a ganar siempre y
que no asimilan fácilmente que alguna vez les toca perder.
Y como le gusta tanto ir a las urnas, la reelección eterna también debería
consultarse al pueblo. Yo sí quiero votar eso.
El periodista Carlos Rabascall, quien trabaja en el canal
incautado CNPlus, continúa una campaña
por lo que él considera una injusticia, en el caso de estafa conocido como La
Majadita. Los sentenciados, según él, son inocentes y la Fiscalía no ha
investigado a quienes manejaron el crédito de casi $5 millones concedido por el
Banco Nacional de Fomento a un grupo de agricultores. Los campesinos
trasfirieron esa plata a un fideicomiso.
Rabascall se pregunta por qué la Fiscalía no investiga a los miembros del fideicomiso. Sus
cuestionamientos aún no tienen respuesta de la Fiscalía.
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