Publicado el 2017/09/10 por BLL
[Nicanor Merchán Luco] DIARIO EL MERCURIO
El Ministro de Minería Xavier Córdova, el día viernes en Cuenca, dijo que el proyecto de explotación de oro de Río Blanco en la parroquia de Molleturo es irreversible, y que visitará al alcalde y al prefecto con el propósito de pactar una fecha para visitar la mina. También subrayó que las declaratorias y la ordenanza, declarando a los páramos de altura libres de minería, no tienen validez jurídica, porque “no tienen capacidad de declarar a Cuenca como un cantón libre de minería metálica” y finalmente dijo que se practicará una minería responsable. Sin embargo en esta ocasión los comuneros de ese sector sostuvieron que la explotación produce contaminación. Por lo confirmado por el ministro de Minería, la explotación “va porque va”, contra “viento y marea”, sin observar ningún argumento en contra. Entonces ahora no sabemos qué hará el alcalde, el prefecto y más autoridades, que dicen defender las fuentes de agua y al explotación “en altura”.
La vice-prefecta del Azuay dice que se debe establecer una consulta popular dirigida a preguntar a los azuayos si es que respaldamos o no la declaratoria de la minería en páramos y fuentes de agua, es decir si apoyamos o no a la explotación minera. El prefecto por su parte ha sostenido que “no a la minería”, pero el ministro, con su declaratoria, les ha dejado sin piso y no servirá de nada la consulta ni tampoco los pronunciamientos del prefecto. Por lo que ahora la ciudadanía espera ver qué es lo que hacen. Por su parte el alcalde, no ha sido claro en defender las fuentes de agua y los páramos, pero en cambio dice que tiene un convenio con las universidades para realizar estudios de las aguas subterráneas y lo que es más, dispone de una ordenanza que declara a los páramos libres de minería, pero también ante la declaratoria del ministro “queda en el aire”. Por lo que también ahora los cuencanos esperamos su reacción en defensa de la naturaleza y de los ecosistemas frágiles.
Ahora las peticiones de las autoridades de Cuenca asoman como “cohetes al aire”, porque no han causado ningún efecto. Las ordenanzas y declaratorias asoman como un diploma para colgarlos en las paredes, como un bonito cuadro y nada más. Río Blanco, sin cuestionamiento alguno, empezará su fase de explotación el próximo año, y al decir del propio ministro, el proyecto Loma Larga de Quimsacochas “se conocerá en tres o cuatro años”, pero también, sin duda alguna, la explotación minera “va porque va”. Mientras tanto nadie responde de manera concreta a los comuneros y ambientalistas si es que la explotación produce o no contaminación y si es que se afectarán o no las fuentes de agua. No sabemos si la anunciada minería responsable eliminará o no la contaminación, ni tampoco sabemos cuánto impacto ambiental existirá, tampoco sabemos cuánto dinero existirá para la remediación ambiental. Ahora nos quedamos inermes, sin respuestas, sin reacciones, y este lugar asoma como “tierra de nadie”. En fin, la factura les llegará a las nuevas generaciones 10 años más tarde. (O)
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