Jorge Glas está hundido hasta el cogote
Jorge Glas no debe estar durmiendo. Hoy José Conceiçao dos Santos, ex responsable de Odebrecht en Ecuador, derrumbó su sistema de defensa que estuvo basado en tres ejes: no hay ninguna prueba contra mi. Si mi tío incurrió en ilegalidades, tendrá que responder por haberse tomado mi nombre. Odebrecht no me pudo coimar porque en el gobierno de la Revolución Ciudadana esa empresa fue expulsada del país y yo, personalmente, saqué a su representante de mi oficina.
José Conceiçao dos Santos reconstruyó, desde el consulado de Ecuador en Sao Paolo, los mecanismos usados por Odebrecht para obtener 5 contratos a cambio de repartir coimas por $32,1 millones. Su testimonio fue recibido en la Corte Nacional de Justicia, por videoconferencia. El ex directivo de la firma Odebrecht tejió la trama que relaciona a Jorge Glas con su tío e involucró a otros ex funcionarios como Esteban Albornoz, Rafael Poveda, Alexis Mera, Carlos Polit e incluso a Carlos Pareja Cordero. El nombre de Rafael Correa también apareció en su testimonio.
Glas había pretendido no saber nada sobre las actividades de su tío; preso, entre otras cosas, por haber recibido coimas de Odebrecht. Y haberlas recibido por su relación estrecha con un alto funcionario del gobierno de Correa. Hoy el ex directivo de la firma brasileña puso fechas, mecanismos y detalles a lo que parecía una evidencia: Rivera lo buscó en 2011 y le dijo que él intermediaba los negocios del sector estratégico para Glas. A Rivera le empezaron pagando dos millones de dólares para tener acceso a Jorge Glas cuando era ministro de los sectores estratégicos. Él pidió el 4% del monto de los contratos ganadores como coima; pretensión que se redujo a 1% y luego aumentó a 1,3%. Esos pagos garantizaban el acceso directo e incondicional a Glas. Con él se reunió dos o tres veces por año, en su oficina, donde Glas se sentía protegido. En su testimonio, dice haber entrado sin ser registrado a la Vicepresidencia desde donde Glas daba ordenes (a Poveda, a Albornoz…) según sus pedidos. Poveda y Albornoz eran los encargados de sacar la gente que estorbaba.
Glas y su gente cambiaban los pliegos de las licitaciones para que Odebrecht ganara los contratos. Citó cinco: el poliducto Pascuales-Cuenca, el trasvase Daule-Vinces, la hidroeléctrica Maduriaco, la remoción de tierras de la Refinería del Pacífico y el Acueducto La Esperanza.
Carlos Polit lo chantajeba para no emitir glosas y sacar informes favorables… Según dos Santos, el ex contralor recibió $10 millones y Carlos Pareja Cordero pidió cinco millones para Alexis Mera, pero él dijo no saber si Mera recibió los 3.5 millones que finalmente entregó. ¿Y Rafael Correa en todo esto? ¿Nada sabía? El delator dijo que Glas le pidió un millón de dólares para la campaña de 2014 y que él solicitó ese financiamiento a Brasil. Glas firmaba las cartas que escribía Dos Santos con su requerimiento. Odebrecht, según el testimonio, no pagó y el delator dice haber sugerido a Glas que sacara el dinero de lo que ellos ya habían pagado…
Este testimonio, que ahora está en manos de jueces y fiscales, destroza la defensa que hasta ahora ha mantenido Jorge Glas. Lo ubica en el centro de la corrupción provocada por Odebrecht y, posiblemente, también de los contratistas chinos, evocados de paso en esta audiencia. El tío recibió coimas por ser el operador con la firma brasileña. Glas fue, dice el delator, quien gestionó el regreso de Odebrecht a Ecuador. Él hizo posible que esa empresa pudiera hacer lo que estimó adecuado en cada proyecto instruyendo a ministros y funcionarios bajo su mando. Él dio la orden de sacar a aquellos que estorbaban.
Políticamente Glas está muerto y judicialmente queda a pocos pasos de ser detenido. Su show tiene hoy un muro difícil de escalar: el testimonio del hombre que repartió 32 millones de dólares a nombre de una empresa que no solo corrompió políticos: montó un sistema para que aquellos que recibieron coimas no puedan negarlo. Odebrecht no había dado la lista de beneficiados de esas coimas. Hoy la develó parcialmente. Ahora la pelota está en el campo de la Fiscalía y de los jueces.
Jorge Glas, todavía Vicepresidente de Ecuador, la debe estar pasando muy mal…
Jorge Glas, todavía Vicepresidente de Ecuador, la debe estar pasando muy mal…
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