martes, 19 de septiembre de 2017

  
La rata que delató a Odebrecht y a nuestros corruptos
En el 2015, en un condominio donde habitaban varios brasileños, los vecinos iban a encender una parrilla cuando descubrieron una rata. Los condóminos intercambiaran correos electrónicos para decidir la compra de una nueva parrilla. Uno de esos correos llamó la atención del agente de la Policía Federal brasileña...
18 de septiembre del 2017
MARIANA NEIRA
Tenemos a un expresidente mencionado, un vicepresidente enjuiciado, ministros y funcionarios de menor jerarquía presos o fugitivos, otros investigados, por supuestamente recibir coimas de Odebrecht, la empresa que organizó una ‘División’ para dar coimas.
Los indicios que se investigan es que los corruptos de la ‘revolución’ correísta ecuatoriana armaron una red secreta con una estructura similar a la brasileña, pero para recibir las coimas. Funcionarios de confianza, en puestos claves, recopilaban el dinero en efectivo y lo escondían en tumbados, en cajas fuertes de los hoteles. Hacían compras-ventas falsas (hay empresarios presos e investigados). (“Entre ellos suele actuar un bagman que negocia con los empresarios a nombre de los políticos, recibe el dinero de la coima, lo reparte y se queda con una tajada”, dice Alberto Montaner en su artículo ‘La corrupción y la historia’, publicado en el diario El País de Uruguay).
Los corruptos de la ‘revolución’ correísta depositaban ese dinero en bancos que operaban en paraísos fiscales y hacían inversiones hasta en el imperio (Estados Unidos) a nombre de parientes y amigos, generalmente de la tercera edad para que, en caso de ser detenidos, pudieran permanecer en su casa, con arresto domiciliario. En todo el proceso usaban alta tecnología, cuentas cifradas, nombres en clave. Pero no tomaron en cuenta que la tecnología también sirve a la inversa: para descifrar las claves. Solo se necesita decisión de las autoridades para hacerlo y limpiar la corrupción.
Lo que aun no está claro en Ecuador es quién era el jefe máximo de la red. En el caso de Odebrecht, la ‘División’ estaba bajo el mando directo del dueño de la empresa. ¿En una república la red de coimas es manejada por el "dueño del país"?
Pasemos a una ayudamemoria de este tema, que va para largo:
La historia
El destape de la poderosa red internacional de coimas comenzó en la gasolinera Posto da Torre, en el centro de Brasilia. Allí había un mini mercado, una cafetería y una lavandería, no precisamente de autos. Curiosamente, también había un local de doleiros (cambiadores de monedas). Por rumores sobre un legislador, la Policía Federal Brasileña monitoreó las comunicaciones y sospechó que allí se lavaba dinero.
Según una investigación de BBC Mundo, allí comenzó, en marzo del 2014, el operativo Lava Jato que en portugués significa ‘lava coches’.
En la computadora de uno de los jefes de los doleiros encontraron un correo electrónico que revelaba el regalo de una camioneta de lujo, Range Rover Evoque, a Paulo Roberto Costa. Él, entre el 2004 y el 2012, había sido director de abastecimiento de Petrobras.
Costa fue detenido con una cuenta de 23 millones de dólares en Suiza. Y se destapó la corrupción en la poderosa petrolera brasileña que llevó a Odebrecht y a la caída de más de un centenar de altos personajes brasileños por recibir coimas.
Costa fue detenido con una cuenta de 23 millones de dólares en Suiza. Y se destapó la corrupción en la poderosa petrolera brasileña que llevó a Odebrecht y a la caída de más de un centenar de altos personajes brasileños por recibir coimas.
Cayeron gracias a delaciones de los sindicados a cambio de una rebaja de penas. Es una figura jurídica que decidió aplicar el implacable juez Sergio Moro, considerado el líder de la lucha contra la corrupción en Brasil.
Al comienzo, Costa fue el gran delator. Después todos los involucrados en la corrupción se delataron entre sí.
Durante el proceso de investigación descubrieron que las principales empresas constructoras de Brasil, incluidas gigantes como Odebrecht o Camargo Corrêa, habían formado un cartel para repartirse contratos multimillonarios de Petrobras. A cambio pagaban sobornos a directores de la petrolera y a medio centenar de políticos de diferentes agrupaciones, incluido el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y aliados.
Las coimas estaban entre el 1% y 3% del valor de los contratos. Los pagos los hacían a través de los doleiros que llevaban a los beneficiarios los dólares de los sobornos, en efectivo, en autos blindados. (“Los bienes y servicios así facturados suelen tener un sobreprecio que oscila entre un 3 y un 30% que acaban pagando las sociedades mediante sus impuestos… La tendencia es que con cada gobierno sea mayor el porcentaje de la corrupción y sean más las personas involucradas en el saqueo”, agrega Montaner). 
Una División para coimar
Con la nota: Nunca nadie ideó una máquina de corrupción como esta, la revista Boomberg Businessweek dimensiona la corrupción armada por Odebrecht en su afán de extender sus negocios por Latinoamérica y África. Usó como lobistas a los presidentes de Venezuela, el fallecido Hugo Chávez; al de Angola, José Eduardo do Santos. El Nuevo Herald de Miami agrega a los hermanos Fidel y Raúl Castro de Cuba.
Pero para Bloomberg, el mayor lobista de Odebrecht era Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente de los pobres del Brasil que abría mercados en el mundo y aumentó considerablemente el gasto en carreteras, puertos, astilleros, y producción más refinación de petróleo.
La escalada y la complejidad de la máquina de corrupción corporativa eventualmente abrumaron a Marcelo Odebrecht, que en el 2007 resolvió formar la ‘División de Operaciones Estructuradas’, dedicada exclusivamente a administrar las coimas.
Puso a dirigir esta División a Hiberto Silva quien había trabajado en Odebrecht desde los años 70, manejando las finanzas. Su misión era garantizar que no desapareciera el dinero en efectivo con el cual pagaban los sobornos.
Así armaron la empresa sobornadora 
Silva armó la red con Fernando Migliaccio y Luis Eduardo Soares, más varios empleados y contratistas de Odebrecht con habilidades especiales y una misión.
El contador creó la red de empresas fantasma y un sistema contable on line cifrado. Los programadores diseñaron y manejaron un sistema secreto de mensajería. Estaba encriptado, pero para mayor seguridad, todos tenían nombres de código. Contrataron a una abogada en Miami que hacía el papeleo para las compañías fantasmas. En Sao Paulo, otro abogado redactaba contratos para servicios falsos que respaldaban el dinero de los sobornos.
Silva y su grupo también buscaron bancos para lavar el dinero. Lo encontraron en Antigua, una pequeña y hermosa isla caribeña. Ahí, la transnacional brasileña se compró la mitad de un banco, desde dode se dirigía la operación de sobornos, sin dar explicaciones.
La rata delatora
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos resolvió investigar los contratos de abastecimiento de nafta entre la petrolera Petrobras y Braskem que tiene a Odebrecht como accionista controlador.
Cuando se dio Lava Jato, la empresa Odebrecht se asustó e intentó borrar toda huella, pero la red se rompió. Su dueño, Marcelo Odebrecht, ordenó a Silva que se llevara la operación al extranjero, menos a los Estados Unidos, pero Soares y Migliaccio desobedecieron y fueron a Miami, donde una rata les jugó una mala pasada.
En el 2015, en un condominio donde habitaban varios brasileños, los vecinos iban a encender una parrilla cuando descubrieron una rata. Los condóminos intercambiaran correos electrónicos para decidir la compra de una nueva parrilla. Uno de esos correos llamó la atención del agente de la Policía Federal brasileña, Felipe Pace, un investigador de Lava Jato que seguía la pista de Migliaccio. Era una cuenta de hotmail, “O.Overlord”. En enero del 2016 Pace obtuvo una orden judicial en Brasil que obligaba a Microsoft Corp. a darle acceso a la cuenta de hotmail. Era de Migliaccio. Allí tenía registradas las cuentas de los sobornados y los nombres de los contactos en Brasil. Uno de ellos era María Lucía Tavares, la encargada de asegurarse “de que todos los pagos fueran asentados en un sistema contable online cifrado”. La policía encontró todos esos documentos en su casa.
Odebrecht buscó la manera de frenar el destape en el frente financiero. Con una oferta de dinero pidió a Antigua que no entregara las cuentas bancarias a la policía brasileña, pero las autoridades de la isla no les aceptaron el soborno y autorizaron se le diera todos los documentos.
EE.UU. destapa la red internacional
El destape de la corrupción continuó en los Estados Unidos. A mediados del año 2015, la petroquímica brasileña Braskem fue demandada por un grupo de accionistas en Estados Unidos por la presunta entrega de comunicados con información falsa a los inversionistas.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos resolvió investigar los contratos de abastecimiento de nafta entre la petrolera Petrobras y Braskem que tiene a Odebrecht como accionista controlador.
El 21 de diciembre del 2016, el Departamento de Justicia comunicaba que “Odebrecht S.A. y Braskem, S.A., se declararon culpables y acordaron pagar una multa cuya suma combinada asciende al menos a $3.5 mil millones para resolver su disputa con las autoridades de Estados Unidos, Brasil y Suiza. La disputa en cuestión se refiere a los esquemas para pagar cientos de millones de dólares en sobornos a altos funcionarios de gobiernos en todo el mundo”.
“En un intento por ocultar sus delitos, los acusados utilizaron el sistema financiero global – incluso el de los Estados Unidos – para disfrazar las fuentes de pagos y el rastro de desembolsos por sobornos a través de empresas pantalla…”
¡Sorpresa! Ecuador en la lista de los coimados
Al siguiente día, 22 de diciembre, la Folha do Sao Paulo publicaba toda la demanda en la cual el Departamento de Justicia de Estados Unidos estableció que el grupo Odebrecht pagó por sobornos unos USD 439 millones de dólares en 12 países, para obtener 12 mil millones en beneficios en contratos, en unos 100 proyectos.
Los 12 países eran: Ecuador, Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela.

En Ecuador pagaron USD 33,5 millones desde 2007 a 2016 para lograr beneficios equivalentes a unos USD 116 millones. Con datos oficiales, Ecuavisa dijo que a Odebrecht se le habían adjudicado contratos por USD 4 mil millones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario