miércoles, 20 de septiembre de 2017

Zoraya Mejía Jácome está con Vanessa Pinto Sandoval y 5 personas más.
No hace falta ser padre o madre para sentir impotencia ante una imagen así, creen que es justo que en la mitad de la noche una madre deba sacar a sus hijos de sus camas, en su propia casa por temer que llegue la policía y los saque a todos como si se tratase de delincuentes. Se me llenan los ojos de lágrimas porque por un minuto me pongo en sus zapatos y no es justo.
Fernando Villavicencio ha sacrificado su libertad, su derecho como ecuatoriano, su familia, la salud mental de todos sus miembros pero esto me parece que ha llegado al extremo, dos pequeños que no tienen que vivir en susto, su tranquilidad, se ha irrespetado todo. Quiero ver en dónde están también los defensores de los derechos humanos, principalmente de estos niños.
A Fernando en reiteradas ocasiones se lo he dicho y a Verónica también compañera permanente de las protestas, mi gratitud absoluta porque son una familia de valientes, Fernando siempre se dio a la tarea de investigar y con pruebas demostrar la corrupción, le han tachado de todo; ahora cuando todo el telón se les cae en la cara, buscan que paguen los más inocentes.
De verdad, quienes votaron por los que llevan en el poder once años, a quién le dieron el voto? No se dan cuenta de todo el daño que han hecho a la sociedad ecuatoriana? Se sienten representados por una banda de delincuentes, sino fíjense en el tío de Glas que ayer amenazó a Dalo argumentando que pronto saldrá libre y tomará venganza. El enfermo mental de Bélgica, el hijo del violador, qué les pasa? Y no me digan ahora, que no les interesa la política porque precisamente por ver a un lado durante diez años, estamos gobernados por un cartel de mafiosos. Yo tampoco pensé siquiera estar metida en temas políticos o me va a decir alguien que le parece lindo que la Senain le tenga pinchado su celular 24 horas al día, que le tomen fotos o vídeos de cuando en cuando, ni se diga en campaña. Nadie quiere eso y claro por eso ellos se sienten seguros y tranquilos pensando que con engendrar el miedo ellos se van a perennizar en el poder.
He preguntado a Verónica en qué forma le podemos ayudar, ahora no sé si está o no en casa, estoy a la espera de su respuesta.

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