martes, 12 de septiembre de 2017

Desde esta trinchera lamentamos el pobre papel de las comisiones designadas por el Consejo Universitario de la Universidad de Cuenca, y del propio Consejo, que en vez de investigar y sancionar con rigurosidad los abusos cometidos por el profesor irresponsable durante más de tres décadas en perjuicio de la preparación de los estudiantes de la Facultad de Jurisprudencia, con la complicidad de los que debieron sancionar y no lo hicieron a su debido tiempo, han dejado una huella imborrable de mal ejemplo, en homenaje a los 150 años de vida de nuestra querida universidad. La Libertad de Expresión, ni se compra, ni se vende, ni se transa. Jaime Cedillo F. Director de la Revista y Radio El Observador.com


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