martes, 7 de enero de 2014

¿Por qué Bonil es peligroso?



Por: Ana Karina López
El despliegue de fuerza en contra del asambleísta Cléver Jiménez y de Fernando Villavicencio muestra de forma descarada cómo el poder está dispuesto a lo que sea para silenciar a quienes osan hacer revelaciones. ¡Qué nadie se atreva a denunciar! Si a un asambleísta con inmunidad le pueden caer facilito y a un ciudadano con mucha atención mediática y documentación certera allanan su  casa, ¿qué pasará con los paisanos de a pie? El mensaje es evidente: mejor quedémonos callados.
Sin el despliegue policial, pero sí con un sistema judicial y un martilleo implacable la prensa independiente también ha sido socavada.

El informe anual de Fundamedios (El silencio asfixiante) sobre el estado de la libertad  de expresión en el Ecuador abre con estas palabras: “2013 podría resumirse en tres palabras: temor, censura y polarización. Temor que viene configurándose a partir de un cerco legal restrictivo que limita, no solo la libertad de expresión, sino la libre asociación; censura, que se ha incrementado sustancialmente en comparación con años anteriores, siendo actualmente una de las agresiones más recurrentes de este año, y polarización, que ha creando un ambiente hostil para el trabajo periodístico y ha estigmatizado a los profesionales de la comunicación a partir de un discurso descalificador desde las más altas esferas del poder, siendo esta, la principal agresión de este año en el 16% de los casos, seguido por cadenas, también utilizadas para descalificar a medios y periodistas, con el 15%”.  Hasta ahí, dentro de la lógica del poder, estos ataques son entendibles, desde 2006, y cada vez con más fuerza, se ha travestido a la información en oposición. ¿Pero por qué apuntar hacia Bonil? El sábado 4 de enero, un tuit de la Presidencia de la República advertía: “se presentará la queja sobre las opiniones vertidas por Xavier Bonil y deberá demostrar sus afirmaciones expresadas en su caricatura”, a apropósito de una viñeta de Xavier Bonilla publicada en El Universo.  ¿Qué daño puede hacer esta gran caricaturista con sus dibujitos? ¿Es posible que su trazo en algo afecte a este poder tan consolidado?
La australiana Susan Carew, experta en estudios sobre la paz, asegura que no hay nada que los poderosos teman más que la risa.
El colombiano Andrés Sáenz en su ensayo El poder del humor y el humor del poder sostiene “Sería extraño encontrar a un déspota que no castigara las risas en su régimen. Por ejemplo, en el periodo nazi se llevaban a cabo cortes de chistes (joke courts) para castigar a aquellas personas que osaran llamar Adolf a sus perros o caballos. De hecho se cree que el humor se desarrolla mejor entre los grupos oprimidos o aquellos que enfrentan grandes dificultades. Al parecer esto se presenta porque las bromas políticas ofrecen a sus narradores y a sus oyentes un breve respiro de la realidad diaria, un momento en que pueden sentir que ellos (en vez de las autoridades) son los que están en control”.
El peso del humor, y la repercusión que tuvo este ataque en las redes sociales, está tan bien medido desde la Presidencia, que mientras escribo estas líneas, el tuit ya desapareció de la cuenta de la Presidencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario