Por: Jaime Cedillo Feijóo
Chuta, ahora sí el dignísimo señor Presidente festejará a lo
grande en las tarimas los siete años de “revolución ciudadana”. ¡Qué facilidad que tiene para desdoblarse¡.
Eso hay que reconocer, sin medias de tintas.
En la mañana hace de Presidente y
en la tarde es jefe de campaña de los candidatos de “Alianza País”. En los dos
casos, igual, promociona por todos los medios ( o sea en sus medios oficiales y
en sus incautados), en las cadenas de radio y televisión y, por supuesto, en
las famosas sabatinas, allí sí que se desliza como pez en el agua.
Esa es la
mejor tribuna, no sólo para promocionar
las grandes obras revolucionarias que están por todas partes, a grandes
precios, muchas de ellas sin licitaciones, no importa que se les dé poco uso o
casi nada; habla tan lindo de sus candidatos, que son los mejores ecuatorianos,
los más preparados, da lo mismo que sean
futbolistas, faranduleros, o faroleros, al fin, el fin justifica los medios;
acto seguido, es que el show es preparado por escenas, llega el momento esperado: la “libertad de expresión ya es de todos” la
“caretucada de la semana”, la
“cantinflada”, allí sí, el dignísimo se
vuelve a desdoblar.
Esa es la mejor parte del show, nadie se pierde, ni los
odiadores de la revolución, de esa revolución que cumple apenas siete añitos de
los trescientos que ofrecieron, es que fue pensada y planificada hasta la
“victoria siempre”; no queda opositor que no sea flagelado, expuesto, acusado,
humillado, linchado, y hasta sentenciado como acaba de suceder con la confirmación
de la pena a 18 meses de cárcel al asambleísta de oposición Cléver Jimémez, al
asesor parlamentario Fernando Villavicencio, y al médico Carlos Figueroa, por
haber cometido el atrevimiento de hablar mal del dignísimo. Es que no puede
soportar que le nombren el 30 S, eso sí que le saca de sus casillas, porque le
vuelven los recuerdos de ese fatídico día, día del allanamiento violento al
hospital, del cinematográfico rescate, de la balacera, de los heridos, de los
caídos, la máscara, los gases, los golpes, la muleta, la rodilla operada, la
camisa sin botones, el aquí estoy
mátenme si quieren, la cobertura que dieron esos medios corruptos,
mercantilistas y sus metiches “sicarios de tinta”.
Ahora le tocó el turno a otra opositora, Martha Roldós Bucaram,
hija de Jaime Roldós Aguilera. El linchamiento mediático ha sido muy efectivo,
es que los “revolucionarios” son peritos en la materia, mucho lotes como dicen
los guambras en la calle. ¿A quién más linchamos¡?, ya sé, a la Martha para que
no ponga la agencia de noticias. Gracias al dignísimo y a sus medios oficiales
e incautados, sabemos que la Martha ha tenido vinculaciones con la CIA, que
quiere decir Central de Inteligencia Americana. ¿Será cierto que es la
cabecilla de la organización?. El Galo debe allanar los hogares y las oficinas
de la Martha y el Juan Carlos, en busca de las pruebas de la conspiración, los
correos, los contactos. Conmovido por el linchamiento oficial a su hermana,
Santiago, declaró: “conozco a Correa desde que tenía 11 años, era mi profesor
de religión y se mostraba cerril y déspota. El Presidente no es el heredero de
Eloy Alfaro, sino de Ignacio de Veintimilla y de León Febres Cordero”.
No se olviden, para que continúe la farra de la lora, todo,
todito 35.
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