martes, 28 de enero de 2014

Ecuador, país de terroristas



Por: Ana Karina López
En solo cinco meses en el Ecuador los terroristas, saboteadores, rebeldes, agitadores se multiplicaron
El dirigente indígena y asambleísta Pepe Acacho fue sentenciado a 12 años de prisión por "sabotaje y terrorismo" el 9 de agosto de 2013. Acacho fue vinculado con la muerte del profesor Bosco Wisuma en 2009. La Corte determinó él avivó las protestas contra el Gobierno.
El 9 de octubre de 2013 el documental "Acoso a Intag" de Pocho Álvarez, fue retirado de su cuenta personal de Youtube, en respuesta a una "reclamación de derechos de copyright" de la empresa española Ares Rights, que trabaja con el Gobierno. El documental habla de la lucha antiminera.

El 15 de noviembre, Mery Zamora dirigente de la UNE fue sentenciada a ocho años de prisión. El delito: sabotaje y terrorismo al participar en una manifestación estudiantil el 30 de septiembre de 2010.
El 28 de noviembre se ratificó la sentencia condenatoria en contra de los 12 alumnos del Central Técnico, se los condenó por rebelión. Aunque el 28 de marzo fueron declarados inocentes, la apelación presidencial cambió de rumbo la decisión inicial de la justicia.
El 4 de diciembre la Fundación Pachamama es clausurada acusada de intentar agredir al embajador chileno en Quito, Juan Lira, y a un empresario bielorruso durante una manifestación contra la explotación petrolera de la Amazonía. La clausura tiene como justificación oficial "injerencia en las políticas públicas" y "atentado contra la seguridad interna del país".
El 27 de diciembre, la Policía allana los domicilios del activista Fernando Villavicencio y del asambleísta Cléver Jiménez como parte de una investigación por presunto espionaje con respecto a la información reservada de correos electrónicos de altos funcionarios del Gobierno. Ambos hicieron duras denuncias sobre los negocios petroleros del Gobierno. El 14 de enero de 2014 se ratificó la condena contra ambos de 18 meses de prisión por injurias contra el presidente Correa.
Nuevo año, nuevos sucesos. El 4 de enero comienzan los ataques al caricaturista Xavier Bonilla, Bonil. En su enlace del sábado el presidente asegura que se debe rechazar a "mentirosos (que) son cobardes disfrazados de jocosos caricaturistas", a propósito de una caricatura del allanamiento del 27 de diciembre. El lunes la Superintendencia de Comunicación pidió datos sobre la caricatura y el 10 de enero en el informe de esta institución se afirma que su dibujo "apoya a la agitación social".
El 6 de enero El Telégrafo, diario gubernamental, publica el proyecto de la ex asambleísta Martha Roldós, para fundar una agencia de prensa en Panamá con información sobre el Ecuador. Y se asocia este proyecto a una conspiración de la CIA. Desde los sectores verde flex se asegura que esta militante social y ambientalista se asocia con los asesinos de su padre. De paso también están involucrados los periodistas Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita… No se sabe cómo pero la información personal de Martha Roldós llegó a la redacción de El Telégrafo.
En solo cinco meses en el Ecuador los terroristas, saboteadores, rebeldes, agitadores se multiplicaron. En cinco meses la justicia se ha vuelto eficiente y muy inteligente, sabe detectar enseguida a estos delincuentes. Debe ser por eso que el 21 de enero el gobierno reiteró en el posible abandono del Sistema Interamericano de Derechos Humanos…

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