viernes, 10 de enero de 2014

¡Los caretucos de la revolución¡

Por: Jaime Cedillo Feijóo

¡Qué caretucos que han sido el Galo “lobby” Chiriboga y el Pedro”chimbo” Delgado¡. Hasta un poquitito antes de que el primo huyera del país, luego de la declaración cínica de haber sido y no sido economista, salió tan campante por la puerta ancha del Banco Central, se fue a su residencia pelucona, tomó sus trajes de última moda, carísimos, bueno, para algo se sacrificó tanto en los puestos que le confío el primo, o sea, el dignísimo señor Presidente, sí,  el mismo que metió las manos al fuego por el “chimbo”; guardó en la maleta el título falso y todos los diplomas y reconocimientos que recibió a la largo de esos fructíferos años que ostentó semejante cartón, se fue para el aeropuerto, compró un boleto con destino al paraíso dorado, allá donde moran los delincuentes  de cuello blanco que tienen cuentas pendientes con la justicia de sus respectivos países, y no volvió nunca jamás, por más que el “lobby” Chiriboga se haga el que se mata haciendo gestiones para traerlo de vuelta. Es que no se acuerdan acaso que fue el mismo dignísimo que le dio permiso para que el “chimbo” vaya al compromiso familiar en la Miami y retorne a la velocidad del rayo para que pague por los delitos cometidos con “infinito amor”.

Ahora, resulta, que el “Chimbo” y el “lobby” se han peleado, es que acaso no dicen que entre bomberos no se pisan las mangueras. Es que acaso, no dicen que entre “revolucionarios” no se traicionan hasta que la muerte los separe. ¿Qué pasó?. ¿Por qué salen a la luz pública las infidelidades?, ¿por qué se están diciendo tantas verdades a medias?, porque las enteras seguro que estarán bien guardadas bajo cien llaves. Si la cosa era muy fácil: “Lobby” Chiriboga” tenía que lavarse las manos, declarando a la prensa corrupta y mercantilista, que el “chimbo” no ha cometido delito alguno, que eso del enriquecimiento ilícito, del título falseta, y otras vainas, no es más que un vil invento de esa prensa perversa, que algún día será castigada, sin temor ni favor, por el comisario de la información, sin contemplaciones nos caerá a todos. Ya comenzó con Bonil, es que como dice Andrés Sáenz, “sería extraño encontrar a un déspota que no castigara las risas en su régimen”. Por su parte, al “chimbo” que le costaba hacerle el favorcito a su pana el “lobby”, no cobrar esos milloncitos que deben al Estado sus grandes amigos, la prestigiosa y morosa familia guayaca, y eso era todo. Pero si el “chimbo” lo que tenía que hacer era dar un clik justo el momento que estaba cómodamente sentado, libre de culpa, y riéndose a carcajadas por la gran metida del dedo a todos, menos al dignísimo que no sabía lo del título falso, pero luego ya le chismearon, y ya, terminado el cuento. Dignísimo, le dijo el Alexis, la prensa mediocre, ya descubrió que el “chimbo” ha sido bien “chimbo”. Yaura que haceremos, para que nos caricaturicen los sicarios de tinta. Que se haga el arrepentido, que se invente una fiesta familiar urgente en la yoni, y hasta la victoria siempre, por trescientos años más…..

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