¡Qué caretucos que han sido el Galo “lobby” Chiriboga y el
Pedro”chimbo” Delgado¡. Hasta un poquitito antes de que el primo huyera del
país, luego de la declaración cínica de haber sido y no sido economista, salió
tan campante por la puerta ancha del Banco Central, se fue a su residencia
pelucona, tomó sus trajes de última moda, carísimos, bueno, para algo se
sacrificó tanto en los puestos que le confío el primo, o sea, el dignísimo
señor Presidente, sí, el mismo que metió
las manos al fuego por el “chimbo”; guardó en la maleta el título falso y todos
los diplomas y reconocimientos que recibió a la largo de esos fructíferos años
que ostentó semejante cartón, se fue para el aeropuerto, compró un boleto con
destino al paraíso dorado, allá donde moran los delincuentes de cuello blanco que tienen cuentas
pendientes con la justicia de sus respectivos países, y no volvió nunca jamás,
por más que el “lobby” Chiriboga se haga el que se mata haciendo gestiones para
traerlo de vuelta. Es que no se acuerdan acaso que fue el mismo dignísimo que
le dio permiso para que el “chimbo” vaya al compromiso familiar en la Miami y
retorne a la velocidad del rayo para que pague por los delitos cometidos con
“infinito amor”.
Ahora, resulta, que el “Chimbo” y el “lobby” se han peleado,
es que acaso no dicen que entre bomberos no se pisan las mangueras. Es que
acaso, no dicen que entre “revolucionarios” no se traicionan hasta que la
muerte los separe. ¿Qué pasó?. ¿Por qué salen a la luz pública las
infidelidades?, ¿por qué se están diciendo tantas verdades a medias?, porque
las enteras seguro que estarán bien guardadas bajo cien llaves. Si la cosa era
muy fácil: “Lobby” Chiriboga” tenía que lavarse las manos, declarando a la
prensa corrupta y mercantilista, que el “chimbo” no ha cometido delito alguno,
que eso del enriquecimiento ilícito, del título falseta, y otras vainas, no es
más que un vil invento de esa prensa perversa, que algún día será castigada,
sin temor ni favor, por el comisario de la información, sin contemplaciones nos
caerá a todos. Ya comenzó con Bonil, es que como dice Andrés Sáenz, “sería
extraño encontrar a un déspota que no castigara las risas en su régimen”. Por
su parte, al “chimbo” que le costaba hacerle el favorcito a su pana el “lobby”,
no cobrar esos milloncitos que deben al Estado sus grandes amigos, la
prestigiosa y morosa familia guayaca, y eso era todo. Pero si el “chimbo” lo
que tenía que hacer era dar un clik justo el momento que estaba cómodamente
sentado, libre de culpa, y riéndose a carcajadas por la gran metida del dedo a
todos, menos al dignísimo que no sabía lo del título falso, pero luego ya le
chismearon, y ya, terminado el cuento. Dignísimo, le dijo el Alexis, la prensa
mediocre, ya descubrió que el “chimbo” ha sido bien “chimbo”. Yaura que
haceremos, para que nos caricaturicen los sicarios de tinta. Que se haga el
arrepentido, que se invente una fiesta familiar urgente en la yoni, y hasta la
victoria siempre, por trescientos años más…..
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