"A Martha la quieren destrozar por no callar"

Sus abogados piden medidas cautelares a la CIDH

"Intento honrar la memoria de mi padre. Si por eso me va a perseguir Correa, estoy dispuesta a ir a la cárcel". El rostro de Martha Roldós podía ser descrito con una sola palabra: determinación. Así formuló ayer una serie de cuestionamientos al presidente y a las cabezas de los medios públicos por la manera en la cual han tratado su iniciativa, junto con el periodista Juan Carlos Calderón, de crear una agencia de contenidos y bases de datos sobre agendas públicas.

Lo hizo en compañía de su hermano Santiago y, de entrada, como un alegato en contra de los internautas que crearon y difundieron la etiqueta #roldosventepatria, dijo: "Si con algo vivo, es con el perenne dolor de no haber tenido respuesta sobre lo que sucedió con mis padres".

En la reunión también estuvieron los abogados Juan Vizueta y Pedro Granja, quienes acudirán a la CIDH para solicitar medidas cautelares en favor de Roldós. A la cita, asimismo, acudieron activistas por los DDHH, como Nelsa Curbelo y Carolina Portaluppi, exministra del Litoral y catedrática universitaria.

El tono de la cita combinó impugnación y preguntas. El Gobierno y sus cronistas ofrecieron material para la crítica. Un periodista de medios públicos, por ejemplo, cargó un tuit que, de acuerdo con varias voces en la red, sobrepasó linderos (ver imagen). El caricaturista de un diario oficial desentonó con sus trazos. Un canal incautado abrió su noticiero de la noche del lunes con una nota sobre "Tentáculos de la CIA" y mostró el rostro de Roldós. Y, en las redes, un ejército de milicianos virtuales bombardeó mensajes en los que, precisamente, se decretaba una relación entre Roldós y las agencias estadounidense de inteligencia.

La exasambleísta, sin dejarse superar por la indignación, cuestionó e inquirió, pregunta tras pregunta, sobre la ética del poder. En su cuenta de Twitter ya había manifestado que las acciones de las cuales es víctima no le sorprenden, en la medida en que vienen de un Gobierno que no se detiene ni siquiera por un genocidio en curso, en mención a la explotación del Yasuní. Lo que sí le indigna, dijo, es la impunidad en el caso Glas Viejó, el mercurio minero en la sangre en los niños de Tenguel y la corrupción.

"¿De qué se nos acusa? -preguntó después la política guayaquileña- ¿De querer tener un archivo que ya tenemos?". Ella sostiene que no hay delito en solicitar recursos a organizaciones civiles, precisamente para proyectos ciudadanos. Así, la National Endowment for Democracy es solo una de las organizaciones a las cuales Roldós y Calderón han presentado su proyecto.

¿Delito? Martha Roldós lo dijo claramente: "A mí sí se me metieron en mis correos electrónicos. Mi intimidad fue violada". Y no es solo ella quien protesta. Adam Isacson, oficial sobre políticas de seguridad en la WOLA (Washington Office on Latin America), escribió en su blog un reclamo. "Estoy completamente furioso porque el contenido de mis comunicaciones privadas haya sido publicado (en referencia a la nota de El Telégrafo) sin mi consentimiento". Y concluye que el artículo refleja pobremente al Gobierno de Ecuador".

Martha Roldós dijo no detendrá su iniciativa. "Vamos a continuar con el proyecto de un medio para investigar la corrupción". Y aclaró: no para contárselo a funcionarios extranjeros, sino para que en el país la gente conozca cómo sus gobernantes manejan los recursos de todos. (IFP)

‘Correa repite el uso político manipulado de la muerte de mi padre’

La entereza es un código de los hermanos Roldós. Santiago acompañó a Martha en la rueda de prensa en la cual criticaron lo que, a sus ojos, es un "linchamiento mediático oficial". De entrada, el dramaturgo y actor cuestionó que otra vez se vuelva a irrespetar la memoria de su padre y de su madre. "No es la primera vez -dijo- que la política utiliza lo más sagrado que tenemos para dañarnos".

Pero su indignación fue en escala durante la rueda de prensa. "Desgraciadamente, el Gobierno de Correa repite el uso político manipulado de la muerte de mi padre".

Santiago Roldós, con la afabilidad de un hermano, recordó que varias veces pidió a Martha que sea más cuidadosa porque él dice que conoce cómo son las actuaciones de varios cuadros del Gobierno. "Conozco a Correa -dijo- desde que tenía 11 años: era mi profesor de religión y se mostraba cerril y déspota". Y más adelanto indicó que el presidente "no es el heredero de Eloy Alfaro, sino de Ignacio de Veinteimilla y de León Febres Cordero".

Alertó finalmente que "los trabajadores enajenados de los medios públicos la quieren 'asesinar' (simbólicamente) por no callar".

Un reportaje, una etiqueta, un titular de crónica roja en Tv...

Tras los reportajes de la Unidad de Investigación de El Telégrafo, en las redes sociales, casi en sincronía, se desató una campaña bajo la etiqueta #roldosvendepatria. Quienes hacían mención a ella y la replicaban indicaban su sorpresa porque Martha Roldós pida asistencia financiera a una organización que -en la lógica de los tuiteros que auparon tal etiqueta- estaría relacionada con la CIA. Y no falto quien escribiera que la CIA, a la par, está relacionada con la muerte de Jaime Roldós, Martha Bucaram, la comitiva oficial y sus esposas, en el accidente aéreo del 24 de mayo de 1981.

En la cuenta Periodismo en buseta, atribuida a @relicheandres, se escribió: "Da pena el papel de @martharoldos, venderse a la CIA, organización que está señalada como responsable de matar a su padre...". Y desde el perfil @jespinozaef, en cambio, se publicó lo siguiente: "En memoria de Jaime #Roldos su hija @martharoldos confabulando con sus verdugos".

En contrapunto, las redes acogieron tuits en los que se criticaba el irrespeto a la memoria de Jaime Roldós. Carlos Andrés Vera, por ejemplo, publicó un breve ensayo en su blog desde el cual plantea inquietudes sobre lo que, en su criterio, son vacíos de procedimiento periodístico en las publicaciones del diario El Telégrafo.