Por: Ignacio de los Reyes
El último acto masivo de Kirchner fue en diciembre, con la
fiesta del aniversario de la Democracia.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner,
siempre hizo de las apariciones públicas una de sus grandes aliadas en
política.
Su elocuencia en los discursos, sus guiños a los jóvenes y
los baños de masas siempre sirvieron a la mandataria para ganarse la confianza
de sus seguidores.
Por eso a muchos extraña que lleve casi un mes sin participar
de un acto público.
La última vez que se la vio en un evento oficial fue el 19 de
diciembre, cuando presidió el ascenso del nuevo jefe del ejército, César
Milani.
Unos días antes había encabezado las multitudinarias
celebraciones por el 30 aniversario del retorno de la democracia al país, con
una fiesta en la Plaza de Mayo.
Desde entonces, no se ha visto ni siquiera un tuit de la
presidenta -conocida por su pasión por comunicarse a menudo por esta red
social-, lo que ha generado una ola de especulaciones y despertado la crítica
de algunos adversarios políticos.
Pero ¿dónde está la mandataria argentina?
Fernández de Kirchner pasa estos días a camino entre la
quinta de Olivos, la residencia presidencial, y el Sanatorio Otamendi de Buenos
Aires.
Allí se encuentra internada su madre, Ofelia Wilhelm, quien
fue operada de un tumor en el útero.
La presidenta incluso ha celebrado en la clínica una reunión
con su ministro de Economía, Axel Kicillof, dentro de sus encuentros periódicos
con los miembros de su gabinete, según informó la Casa Rosada.
Turbulencia económica
"Me parece que tenemos que tomar
conciencia que hay quienes quieren generar inestabilidad institucional y
económica cuando dicen que no hay presidenta, cuando Cristina está activa y
conduciendo, como siempre"
Daniel Scioli,
gobernador de Buenos Aires
Funcionarios oficialistas y simpatizantes del ejecutivo usan
esta reunión como ejemplo de que Fernández de Kirchner sigue atenta a la
situación del país y con las riendas del gobierno, en respuesta a quienes
denuncian que Argentina tiene una "líder ausente".
"Yo veo a la presidenta activa, conduciendo",
afirmó el gobernador de la provincia de Buenos Aires y uno de los aspirantes a
sucederla en 2015, Daniel Scioli.
"Me parece que tenemos que tomar conciencia que hay
quienes quieren generar inestabilidad institucional y económica cuando dicen
que no hay presidenta, cuando Cristina está activa y conduciendo, como
siempre", aseguró.
Es precisamente la economía uno de los asuntos que más
preocupación despierta estos días entre los argentinos.
De ahí que muchos reclamen mayor presencia pública de la jefa
de Estado.
Las nuevas cifras oficiales de inflación -uno de los
principales desafíos para la gestión kirchnerista- apuntan a un crecimiento de
los precios de casi el 11% anual, aunque las consultoras privadas, que
volvieron a publicar estos días sus resultados, hablan de más de un 28%.
La publicación de estos datos coincide con una caída de las
reservas del país -que bajaron a los US$29.858 millones- hasta niveles no
vistos desde hace siete años, lo que el gobierno atribuye al pago de la deuda
pública.
Mientras, la cotización del dólar en el mercado negro,
conocido comodólar blue y utilizado por argentinos que quieren viajar al
exterior o atesorar dólares para el ahorro, alcanzó un récord de 11,55 pesos,
cerca del doble de su valor oficial de 6,7.
Y esto a apenas unas semanas de que se discutan los aumentos
de salarios entre sindicatos y empresarios para equiparar los sueldos al alza
de la inflación.
"La ausencia de la presidenta hace que haya una cantidad
de especulaciones, no sabemos qué es lo que está pasando", dijo el líder
sindicalista opositor Hugo Moyano, uno de los principales adversarios de la
mandataria y con fuerte poder de movilización social.
La mandataria fue operada en octubre de un hematoma en el
cráneo.
En los últimos meses, Fernández redujo el ritmo de sus
apariciones públicas, sobre todo desde que tuvo que ser operada por un hematoma
en la cabeza en octubre, lo que la mantuvo en reposo durante varias semanas.
Después se vio obligada a reducir la intensidad de sus actos
públicos por consejo médico.
La presidenta pasó luego sus vacaciones de Navidad con su
familia en El Calafate, en la Patagonia, donde suele acudir a descansar.
Su ausencia de la capital en una de las peores olas de calor
de la historia del país, coincidiendo con protestas sociales por los
prolongados cortes de luz en numerosos barrios, alimentó la crítica de sus
opositores.
Los medios argentinos especulan con la posibilidad de que
Cristina Fernández de Kirchner vuelva al primer plano de la vida pública a
finales de mes con una gira internacional que la lleve a Cuba, donde se
celebrará una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y
después a Venezuela, sede de la reunión del Mercosur.
Kirchner, que tiene fama de resurgir aún con más fuerza de
sus momentos de crisis, tendrá que enfrentarse esta vez al tramo final de su
mandato, mientras sus aliados juegan sus cartas de cara a 2015 y sus críticos
le recuerdan que la situación económica ya no es la misma que aquella con la
que asumió el poder en 2007.
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