13. La herencia de la década: las enfermedades
El poder no solo es una enfermedad o una patología que afecta a los de arriba sino que también puede contagiar a los de abajo. Pese a que los revolucionarios son inmunes al dolor y al sufrimiento, su ADN no les garantiza inmunidad y están expuestos como todos, a las taras genéticas y hereditarias o a contagiarse de enfermedades propias del proletariado tales como: jaquecas, nauseas, alergias, taquicardias, inflamaciones, juanetes, osteoporosis, infertilidad, lumbalgias y demás artimañas que la naturaleza utiliza para deshacerse de los seres vivos y vivísimos que poblamos esta tierra.
Así mismo, como cualquier mortal, han tenido que recurrir a la medicina tradicional o a medicinas alternativas para calmar su angustia y quebranto: acupuntura china, chamanismo, bioenergética u homeopatía, entre otras. Claro que los más acaudalados han tenido la suerte de calmar sus dolencias en los hospitales de Miami, New York o La Habana, e incluso de disfrutar de una casa de reposo en Bélgica.
Veamos algunas dolencias sufridas durante estos 11 años de feliz y risueña existencia de revolución ciudadana.
Alzheimer:Esta enfermedad empieza a hacer efecto a los 10 años de revolución. Algunos todavía mantienen su mente lúcida, otros en cambio empiezan a olvidar quiénes son, de dónde vienen y adónde van. Tienen un vago recuerdo de que ayer fueron revolucionarios empedernidos e incluso ya no se acuerdan quién es Rafael y solo dan razón de Lenín. No recuerdan a sus amigos ni a su familia revolucionaria de ayer. Para refrescarles la memoria es recomendable que tomen baños de asiento sobre el Código de Ética de Alianza País.
La conjuntivitis:Ojo a esta patología: los chinos nos otorgan infinidad de créditos, pero sus altos intereses son conocidos como la patada china.
Intolerancia a la lactosa:Para desgracia de Venezuela, Nicolás Maduro es la crema y nata de la revolución. Los de acá son semidescremados o light; por lo tanto son intolerantes a la lactosa de Rafael.
Las alergias:Hay algunas. La más común es al dinero. Muchos revolucionarios se enronchan y tienen escozor cuando ven plata de por medio. Lo mejor es mantenerlos alejados del presupuesto del Estado.
Los quistes:René Ramírez era un quiste en el útero de la educación superior. Lo extrajeron con cirugía mayor pero, últimamente, estuvo enquistado en Ciespal.
La lepra:Exceptuando a los caretucos, a los demás se nos cae la cara de la vergüenza al enterarnos de que tenemos un sistema de justicia leproso. Y se nos cae el alma al piso cuando vemos un concurso y repartirse los jueces.
Obesidad mórbida:El Estado debe hacerse urgentemente la manga gástrica y la liposucción. La economía debe quitarse un peso de encima. El Estado ya no da más. Que se quiten esos kilos y se deshagan de las toneladas de burocracia que están demás. En unos casos, el sector público es el árbol genealógico de muchas familias y en otros, la cantidad de jefes y asesores supera a la cantidad de trabajo.
La parasitosis:La solitaria, lombrices, amebas, helicobacter pylori, burócratas dorados, son una muestra de la cantidad y variedad de parásitos que viven y se nutren de los intestinos del gobierno.
La depresión:Aunque resulte extraño e inaudito, las nuevas medidas económicas también requieren del sacrificio de los asambleístas y anuncian la prohibición de sus viajes al exterior. Qué pena, se van a deprimir porque ya no podrán acompañarnos ni siquiera a Ipiales. Pero no sería nada raro que para curar su daño mental se aumenten las dietas y los deprimidos seamos el resto de ecuatorianos.
La esquizofrenia:Estar encerrados por días en un ático nos puede llevar a la depresión. Estar encerrados por meses nos puede llevar a la esquizofrenia.
Pie de atleta:
Es una patología propia de Jorge Glas. La adquirió de tanto sacar a patadas a Odebrecht de su despacho.
Es una patología propia de Jorge Glas. La adquirió de tanto sacar a patadas a Odebrecht de su despacho.
Artritis reumatoidea:Es un mal degenerativo e inmunológico que ataca a las articulaciones. Aunque son inmunes a las leyes, los degenerados ya no pueden meter las manos o caerle a puntapiés a la justicia. Los justicieros correístas fueron sorprendidos con las manos en la masa y por el momento están suspendidos todos los concursos de merecimientos para fiscales.
Disfunción eréctil:Es un problema de flacidez de quienes afirmaban que a la revolución no la paraba nada ni nadie. Apagado la libido y caído el vigor por la revolución, al cabo de 10 años los prepotentes se quedaron impotentes.
Parálisis facial:Este mal es propio de los caretucos. Hasta hoy se les pone la cara dura y retuercen su fisonomía cuando les reclaman sobre la espantosa corrupción que nos agobia.
Las quemaduras:
Rafael tuvo quemaduras de tercer grado al meter las manos al fuego por su primo Pedro. De nada le valió hacer un homenaje en su nombre ni revalidar su título de economista.
Rafael tuvo quemaduras de tercer grado al meter las manos al fuego por su primo Pedro. De nada le valió hacer un homenaje en su nombre ni revalidar su título de economista.
La incontinencia:Consiste en la pérdida involuntaria de palabras. El afectado tienen una necesidad imperiosa y repentina de hablar pero es incapaz de cerrar la boca.
Fiebre amarilla:Esta patología no es de los taxistas sino de los huaqueros fanáticos del oro. Hicieron desaparecer parte de una colección privada de nuestro patrimonio. ¿Dónde está la plata?. ¿Dónde está el oro?. O ¿dónde está el vuelto?
Las escaldaduras:Terminaron escaldados quienes metieron la pata en Yachay y jamás se cambiaron de pañal.
Las varices:Se nos inflaman las piernas a quienes debemos esperar por horas que nos atiendan en el IESS. Y casi se nos revientan las venas cuando nos dicen que ya no hay atención. Que se les fue el sistema, que se les terminó el Paracetamol o que regresemos mañana.
La sordera:La sufren todos los asambleístas que se dedican a fiscalizar (o sea ninguno). A unos les prohibieron investigar (como a Raúl Patiño) y a otros les negaron este derecho porque no tenían su misma sangre de horchata. De todas maneras, todos tienen tapados los oídos: por el Corcho Cordero o por la cera de la revolución.
La menopausia:A pesar de que son apenas 11 años de revolución, nuestra madre Patria ya llegó a la menopausia. Su ciclo menstrual y ovulación llegaron a su fin. Se prepara para males propios del socialismo como el pago de la gigantesca deuda externa y el cáncer de la corrupción.
El estreñimiento:Por comerse la mesa servida, todo el gabinete ministerial está empachado. Es un secreto de Estado pero siguen un tratamiento con antiespasmódicos y supositorios.
Mal de ojo (espanto):Los ovejunos dicen que los corrugtos y mediocres ojearon a su Mashi. Le hicieron una limpia para ahuyentar las malas energías. Hicieron un picnic y le echaron trago, ruda, tabaco, cuy y los indispensables huevos de gallina
No hay comentarios:
Publicar un comentario