¿Qué hacer?
Aurelio Maldonado Aguilar
La capacidad de asombro se va perdiendo. Tantos casos de robos, coimas, corrupción a todo nivel y ladrones que van apareciendo, demuestra que nuestra democracia está herida de muerte y mientras no podamos cambiarlo todo y colocar penas realmente fuertes como la pena capital que mantiene a raya a los corruptos en países que fueron igual o peor de corruptos que nosotros, no saldremos adelante. ¿Pena capital? Parecería una conducta bárbara y poco civilizada. ¿Cómo nombrar siquiera esto que es realmente drástico en la época desarrollada y razonada en que vivimos? ¿Cómo pensar que la muerte pueda ser redención de un pueblo herido y mártir de la corrupción? ¿Cómo tener conductas de pueblos atrasados y bárbaros del África subsahariana, donde existen penas monstruosas? Si nos parece la pena capital, como es, medida bárbara, muéstrenme el camino para librarnos de la corrupción, cáncer de la sociedad con sus diferentes formas y actores que se mofan de la cárcel y leyes blandas. El perfil más fácil de seguir la vida de millonarios con todo el matute robado al pueblo es fugar al extranjero y tener la sinvergüencería de decir que son perseguidos políticos, amparados en la negativa de extradición, que los países de manera cómplice, por decir lo menos, especialmente EEUU que es donde fugan con regularidad, les protegen. Existen cárceles y cárceles. Muy diferente la de Turi verdadero colmenar de asesinos y la otra cómoda, incluso con guardia de protección propia en la que está el corrupto de Glas.
Lenín muy hábilmente dio a conocer las medidas para salir del atolladero económico en el que estamos y de la mesa servida que encontró. Todo blando y sin paquetazos lo que apaciguó a todos de manera sabia. Pero las medidas son en términos generales, pero no dice como las implementará. Continuamos con la burocracia obesa y los ministerios los mismos que se adjuntarán unos con otros, cosa que da igual, más las últimas noticias dicen que se viene una reducción drástica que deberemos estar atentos a que se cumpla. Seguimos con aranceles y nuevos tributos. Continuamos pensando en un modelo socialista fracasado. Seguimos con los mismos vicios de la corruptela implantada sabiamente donde todos los que tuvieron algo de poder y en cualquier espacio gubernamental, metieron mano y robaron, posiblemente porque el ejemplo de los cabezas fue el de hacerlo sin compasión. Y claro, no solo somos nosotros.
Existen presidentes latinoamericanos reos. Fujimori, Lula, Toledo, Kusinski, Glas etc. que tratan de evadir su pena con argucias legales y en contubernio de fiscales como en nuestro mismo caso. Semana tras otra sale a la luz pública nuevos atracos. Hoy fue el parlanchín Espinel, que en su medicina rural con sueldo básico y en su fugaz paso por el IESS, consolidó una fortuna en un abrir y cerrar de ojos y pensar que semejante fue candidato a Presidente y dijo en sus partidarios de campaña que el cortaría las manos a los corruptos, consejo que debería ser tomado en cuenta con su propio ser. Estamos podridos de cabeza a cola y el cerco se va cerrando alrededor del ático Belga, que más pronto que tarde caerá, pues contraloría confirma que existen indicios penales, una forma muy delicada de decir que fue quién delincuencialmente dio normas para ocultar cifras y la deuda y así asegurarse que exista donde dar zarpazos. Cobrar a los ladrones lo que se llevaron por el momento es acción cero. De algunos ya no se habla y son silenciosos rateros que evaden la justicia corrupta al máximo también. La CPCCS está atiborrada de denuncias. La CNA demandará a Correa en la Haya. Es decir esfuerzos inmensos con poco resultado. Usted ciudadano ¿pediría pena de muerte para corruptos comprobados? (O)
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