CONVERSATORIO CON EL DOCTOR JULIO CÉSAR TRUJILLO

Esta es una magnífica recepción en un lugar histórico, en la casa que fue de propiedad de uno de los grandes personajes ecuatorianos, este es un verdadero palacio. Aquí en Cuenca se respira cultura, dijo, entre otras cosas, el doctor Julio César Trujillo, presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (transitorio), que estuvo ayer en Cuenca, para un conversatorio en el auditorio de la Casa-Museo "Remigio Crespo Toral".
Estuvo acompañado de la señora Verónica Acosta, miembro del CPCCS.

Varios temas fueron expuestos por el público asistente, los más relevantes a nivel nacional, como la construcción de las hidroeléctricas, los contratos petroleros, mineros, los sobreprecios, el acaparamiento de todos los poderes del Estado, la ocultación de la información, el engaño que fraguaron en Montecristi, lo que pretenden hacer con SOLCA, la situación de los estudiantes que quedaron al margen de la educación universitaria, las prebendas, los abusos y la corrupción en el IESS, etc., que han causando conmoción social, y los problemas locales como la construcción del tranvía de los cuatro ríos, y toda su tragedia humana.
Sobre este caso, hizo la exposición la señora Consuelo Orellana, una de las cientos de familias afectadas. Deploró la inacción de los gobiernos nacional y local. Hay indolencia, impotencia, se han vulnerado nuestros derechos, hay afectación psicológica, quiebras económicas y emocionales. Hemos tenido que vender nuestros bienes para poder subsistir, hay familias amenazadas con embargos. Esta es una obra mal contratada, mal planificada. Ahora estamos en manos de una empresa francesa que va a cobrar más de 300 millones de dólares para terminar el proyecto, dijo Orellana.
Trujillo manifestó que los responsables tendrán que responder, tarde o temprano.

EL ATRACO A LOS DINEROS DE COOPERA

Luego de varios intentos, el "maestro de ceremonias" le permitió intervenir a la doctora Graciela Estrella, una de los cientos de miles de familias afectadas gravemente en sus economías, por el cierre fraudulento y premeditado de la tristemente célebre Cooperativa de Ahorro y Crédito Coopera Cia, Ltda, la del modelo exitoso, la que se ferió los dineros de sus clientes en una de las campañas correistas. No debemos olvidar que en los locales de Coopera los falsos "revolucionarios", hicieron de las suyas, comieron, bebieron y bailaron hasta más no poder. Y todo con infinito amor.
Estrella volvió a relatar, una vez más, con angustia, la tragedia. Rodrigo Aucay que fungía de gerente y candidato a la Asamblea, por la 35, se gastó el dinero de nosotros en la campaña. Perdió las elecciones y en junio del 2013 se declaró la liquidación de la institución de "economía popular y solidaria", . Los cómplices del atraco, salieron a decirnos que debemos mantener la calma, que los dineros de Coopera están seguros. La cartera valorada en 70 millones de dólares, de la noche de la mañana, en un abrir y cerrar de ojos, vendieron a varias cooperativas en la mitad del precio, nos volvieron a dar un nuevo golpe, el de gracia. !Qué gran negocio!, !qué jugada maestra!. Todo fríamente calculado. Se inventaron una ley para robarse todo, se dieron el lujo de emitir una resolución declarando la información top secret. (secreta, ultrasecreta), para que nadie se atreva a pedir cuentas. Todo fue un complot dirigido y manejado por mentes siniestras.
Y, para cerrar con broche de oro, nos siguen juicios por terrorismo y sabotaje, por protestar en las calles exigiendo la devolución de lo que nos pertenece. Se llenan la boca diciendo que ya han entregado el dinero a más del 90 por ciento de estafados, pero lo que no dicen es que ese menos del uno por ciento, están los mayores accionistas de la cooperativa del modelo exitoso, estamos hablando, doctor Trujillo, de unas 600 familias que no hemos podido recuperar nuestros ahorros. Y, este gobierno es el continuismo de lo mismo, porque no quieren
atender nuestros justos reclamos. Ustedes tienen que investigar y sancionar a los responsables, a los autores, cómplices y encubridores de uno más de los grandes atracos de la era correista.
La Libertad de Expresión, ni se compra, ni se vende, ni se transa.
El Observador