El drama de los rehenes de El Comercio tuvo un final trágico
El Gobierno del Ecuador confirmó el asesinato de los tres integrantes de un equipo de diario El Comercio, que habían sido secuestrados en la zona de Mataje, en el norte de la provincia de Esmeraldas. Escenas de dolor se vieron en la Plaza de la Independencia, donde amigos y simpatizantes esperaban noticias. El presidente Lenin Moreno anunció una respuesta "contundente" contra la columna disidente narcoterrorista Oliver Sinisterra. Colombia envió a Quito a su ministro de Defensa y a los jefes de las Fuerzas Militares y Policía. PLANV se suma al pesar por este trágico suceso y condena toda forma de violencia contra la prensa en el Ecuador.
13 de abril del 2018
REDACCIÓN PLAN V
La tragedia se confirmó a mediodía. En una rueda de prensa desde la Sala de Crisis Nacional del edificio del ECU911, en el centro de Quito, el presidente Lenin Moreno confirmó el asesinato a sangre fría del periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, del diario El Comercio de Quito, quienes el 26 de marzo de este año fueron secuestrados por una columna disidente de las FARC, llamada Oliver Sinisterra, que estaría comandada por "Guacho".
Rodeados de fuertes medidas de seguridad, los miembros del Gobierno, encabezados por el presidente Moreno, confirmaron la muerte de los integrantes del equipo periodístico, que fue secuestrado mientras realizaba una cobertura en una zona que se ubica a media hora de la ciudad de San Lorenzo.
El presidente Lenín Moreno confirmó la muerte de los miembros de el equipo de El Comercio en una rueda de prensa en las instalaciones del ECU 911.
Rodeados de fuertes medidas de seguridad, los miembros del Gobierno, encabezados por el presidente Moreno, confirmaron la muerte de los integrantes del equipo periodístico, que fue secuestrado mientras realizaba una cobertura en una zona que se ubica a media hora de la ciudad de San Lorenzo.
El Gobierno había dado la víspera, un plazo de doce horas para que el comando de "Guacho", que opera en la zona norte de Esmeraldas y estaría vinculado a los carteles mexicanos de la droga, presente pruebas de vida de los secuestrados. Caso contrario, advirtió el presidente Moreno, se procederá de forma "contundente" contra los alzados en armas, que según la Fiscalía de Colombia y las autoridades ecuatorianas, son una célula de las antiguas FARC que continúa operativa en el negocio del narcotráfico, en asocio con los cárteles de la droga mexicanos.
Para las 11:00 del 13 de abril, sin embargo, solo se confirmó desde Bogotá la existencia de un nuevo comunicado, suscrito por el grupo Oliver Sinisterra, que insistía en el asesinato de los tres integrantes del equipo periodístico y sostenía que estaba dispuesto a entregar sus cuerpos a organismos humanitarios, como la Cruz Roja Internacional.
De su lado, el Gobierno de Colombia envío a Quito una misión de alto nivel, conformada por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y los comandantes de las Fuerzas Militares y de Policía, generales Alberto José Mejía Ferrero y Jorge Nieto. El presidente Moreno había revelado que conversó con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, con quien anunció que se coordinará el combate sin contemplaciones a la columna disidente de las FARC que amenaza al Ecuador.
Por ello, el presidente Moreno confirmó la noticia del asesinato a sangre fría de Ortega, Rivas y Segarra, quienes aparecieron en dos pruebas de vida, en vídeos enviados por los secuestradores. En el último, Ortega decía que lo que pretendían sus captores era que se abandone el convenio antiterrorista entre Ecuador y Colombia y la liberación de tres de sus efectivos retenidos en el Ecuador. Este fue el último contacto de los secuestradores, quienes luego colgaron en Internet otro comunicado en el que admitían la ejecución de los tres debido a la presión militar de Ecuador y Colombia en la zona en la que los tenían secuestrados.
La tarde del 12 de abril, entre tanto, circularon en redes sociales de todo el país las fotos que los captores enviaron a medios de Bogotá, en las que aparecen tres cadáveres con heridas de bala, que visten ropa similar a la del vídeo y cuyas fisonomías parecían coincidir con las de los secuestrados.
La tarde del 12 de abril, entre tanto, circularon en redes sociales de todo el país las fotos que los captores enviaron a medios de Bogotá, en las que aparecen tres cadáveres con heridas de bala, que visten ropa similar a la del vídeo y cuyas fisonomías parecían coincidir con las de los secuestrados.
Ambos gobiernos, sin embargo, prefieron minimizar tanto el comunicado cuanto las fotos, pero a medida que avanzaba la tarde, la presión de amigos y familiares se desbordó. En el caso del comunicado, Quito y Bogotá dijeron que el análisis de "inteligencia" no permitía confirmar la autencidad del texto, aunque no se precisó si el análisis no pasó de la simple semántica. Sobre las fotos, en cambio, admitieron que la fisonomía de uno de los cadáveres, cuyo rostro aparece en primer plano, y la ropa que vestían eran muy similares a los de las víctimas.
Repudio a los ministros
En el ECU911, el ministro del Interior, César Navas, y su homólogo de Defensa, Patricio Zambrano, fueron abucheados por familiares y periodistas mientras intentaban explicar que el país está siendo utilizado por redes de crimen organizado. La indignación de los presentes fue tal que los ministros prefirieron abandonar la sala en medios de gritos, imprecaciones y pedidos de renuncia. Sus guardaespaldas se emplearon a fondo en sacar a los funcionarios del sitio. Vencidos por el dolor, familiares y amigos cayeron al suelo, y algunos de los bomberos presentes en el complejo, que también alberga una estación bomberil, se acercaron a brindar primeros auxilios.
El ministro del interior César Navas debió abandonar la sala de crisis nacional ante las protestas y reclamos de familiares y amigos de los asesinados.
El director de El Comercio, Carlos Mantilla, consuela a un allegado de las víctimas.
Entre tanto, en Lima, el presidente Lenin Moreno, quien asistía a la Cumbre de las Américas, fue informado de la crisis. Ahí se reunió con los tres familiares de los asesinados que habían viajado a la capital peruana por su cuenta, en busca de solidaridad internacional.
En la cita, que concluyó con llantos y abrazos, estuvo también presente la canciller María Fernanda Espinosa. Tras la reunión, el presidente Moreno decidió retornar a la capital de la República. En el jet presidencial volvieron también los familiares de los secuestrados.
Familiares y amigos de los comunicadores asesinados expresan su dolor al conocerse la publicación de las fotos de los cadáveres.
El vuelo oficial llegó al pabellón de protocolo del Aeropuerto Mariscal Sucre pasadas las 22:00. Miembros del Gabinete, asesores del Palacio presidencial y funcionarios de diversos rangos fueron llegando para recibir al presidente. El repudio a los ministros en el ECU911 les hizo temer que se produjera un altercado similar contra el presidente. Pero a esa hora, la mayoría de los presentes eran periodistas, mientras que los familiares y amigos se habían quedado en el centro de la capital, en la Plaza de la Independencia.
Moreno se dirigió al país desde ese lugar, y anunció que no iba a permitir que continuara el espiral de violencia en la frontera norte. Visiblemente conmovido, el jefe del Estado dijo que no habrán contemplaciones contra los subversivos, a los que llamó "narcos" a secas. También, dijo que habrá una alianza militar con Colombia para combatirlos, y permitió, serenamente, varias preguntas de los periodistas presentes, a pesar de la sugerencia de sus funcionarios de que no lo hiciera. Moreno respondió cuatro preguntas sin perder la calma, y tampoco hubo del lado de los periodistas ningún afán de ofenderlo, como temían los asesores del Palacio presidencial.
Al retornar de Lima el presidente Lenín Moreno, dio un ultimátum al grupo terrorista de alias "Guacho".
Dolor en la Plaza de la Independencia
Tras conocerse la noticia de la muerte de los tres integrantes del equipo periodístico, escenas de dolor se vivieron en la explanada de la Plaza Grande, donde los amigos y familiares se habían congregado ante el Palacio de Gobierno. El sitio fue el escenario de vigilias en las que las familias, gremios, colegas y ciudadanía pidieron al Gobierno que actuara en la solución de la crisis de rehenes.
Tras conocerse la noticia de la muerte de los tres integrantes del equipo periodístico, escenas de dolor se vivieron en la explanada de la Plaza Grande, donde los amigos y familiares se habían congregado ante el Palacio de Gobierno. El sitio fue el escenario de vigilias en las que las familias, gremios, colegas y ciudadanía pidieron al Gobierno que actuara en la solución de la crisis de rehenes.
La noche anterior, decenas de periodistas no entendían lo que pasaba. Allí se congregaron desde las 19:00. De nuevo, como desde hace días, la información llegaba a cuenta gotas por las redes sociales. Atentos a los celulares, releyendo tuits y noticias, los comunicadores, amigos y activistas buscaban una declaración para terminar con la incertidumbre que generó el anuncio, por parte de medios colombianos, de fotografías que confirmaban el asesinato del equipo.
Llegó la rueda de prensa en el ECU 911 y después de las escuetas declaraciones de un perito, la indignación aumentaba. ‘¿Habló un perito en lugar del Ministro sobre las pruebas a las fotografías?’, se preguntaban atónitos los presentes. Las imágenes de los gritos e insultos a los funcionarios que estuvieron en el ECU 911 se regaron rápidamente. Por un momento, hubo silencio. Pero, enseguida un comunicador alzó el megáfono y gritó: “Nadie se cansa, hay esperanza”, “Nos faltan tres, que vuelvan ya”. Hubo dos personas con tambores que acompañaron los cantos.
Con el pasar de los minutos, los gritos se volvieron más fuertes. Sobre todo con la llegada de los periodistas que habían estado antes en la rueda de prensa en el ECU 911. Muchos de ellos eran de El Comercio, que estallaron en llanto y buscaron consuelo entre sus compañeros. Muchos abrazos. Muchas palabras de aliento.
Durante 18 días, familiares y amigos realizaron vigilias en la Plaza de la Independencia pidiendo la liberación de los rehenes.
A veces llegaba de nuevo el silencio, pero alguien tomaba fuerza y volvía a gritar. “Nadie se cansa, hay esperanza”. Con lágrimas, gritaron los sobrenombres con los que se los conocía con cariño a los tres profesionales: “Por Segarrita” para referirse al conductor Efraín Segarra; “por Caramelitos” como le decían al fotógrafo Paúl Rivas; “por el Pisti” para recordar al periodista Javier Ortega.
En vilo por las declaraciones del presidente Lenín Moreno, los gritos solo paraban cuando había la transmisión de un medio. Todos los asistentes rodearon a una persona que puso en su celular la señal de Ecuavisa y con un megáfono ampliaron el audio. Pero aún no llegaba el Mandatario. Siguieron los gritos y los llantos. Hasta el Palacio de Carondelet llegaron periodistas de todas las generaciones. Ex editores y ex reporteros de El Comercio que consolaban a sus antiguos compañeros.
Cuando comenzó la rueda de prensa de Moreno desde Tababela, en pequeños grupos los periodistas se reunieron para escuchar la transmisión desde los celulares. Tras las declaraciones del Presidente, los asistentes se hacían muchas preguntas: ¿por qué alargar la espera?, ¿por qué no confirman o niegan las fotos?, ¿por qué recién, a los 18 días, hay un ultimatum para los captores de los periodistas?
Hubo descontento con la rueda de prensa. La gente abrazó y formó un círculo para apoyarse y darse fuerza. Uno de los momentos más emotivos ocurrió cuando se puso un canción dedicada a los periodistas secuestrados, que se mezclaba con los sollozos de muchos de los presentes. “Libre, libres”, decía la letra en ritmo de hip hop.
Después de la intervención del Mandatario, los asistentes reclamaron por la ausencia de Moreno en Carondelet. “Los periodistas, presentes; los fotógrafos, presentes; los conductores, presentes. Y el Presidente ausente. Y la Espinosa (en referencia la Canciller) ausente”. Al tiempo que otras voces pedían la renuncia del ministro del Interior, César Navas.
Esta fue la vigilia número 17 tras 18 días de secuestro de los periodistas. Esta fue la primera concentración donde se vio la presencia de una ambulancia y de personal de la Cruz Roja. Hacia las 23:00 fueron colocadas las primeras vallas alrededor del Palacio.
A la mañana siguiente, cerca de mil personas con carteles y camisetas siguieron la trágica noticia de la confirmación de la bárbara ejecución de los tres integrantes del infortunado equipo. La gente en la Plaza de la Independencia estalló en gritos y llantos, en especial, muchos de los periodistas de El Comercio que estaban presentes. Desde los balcones del Palacio, altavoces retransmitían lo que se decía en el ECU 911, y las palabras del presidente confirmando el triple asesinato arrancaron gritos de dolor.
Colegas del Diario El Comercio fuertemente conmovidos recordaron a sus compañeros asesinados en la frontera norte.
Los policías nacionales, en un curioso ejercicio de metalenguaje, dijeron que mantuvieron contactos por teléfono con un "presunto alias Guacho", pues nunca les constó que estuvieran negociando con el jefe de la columna terrorista.
Los presentes escucharon con señales de rechazo las explicaciones de oficiales de Policía de la Unidad Antisecuestros, encabezados por el capitán Polibio Vinueza, quienes dijeron haber hecho lo posible para lograr la liberación de los secuestrados, asesorados por oficiales colombianos.
Según la Policía, las negociaciones con los captores no prosperaron, pues la columna de alias "Guacho" optó por enviar comunicados y pruebas de vida a la prensa colombiana. También reveló que el grupo terrorista amenazó al ministro César Navas y advirtió que podría cometer más atentados en el Ecuador. El oficial también dijo que la camioneta de El Comercio fue encontrada, vacía, en Mataje, y que tal vez los periodistas cruzaron la frontera hacia Colombia. Prefierió no precisar en dónde tuvo lugar el triple asesinato, al ser consultado si en Ecuador o en Colombia.
Los policías nacionales, en un curioso ejercicio de metalenguaje, dijeron que mantuvieron cortos contactos por chats de Whatsapp con un "presunto alias Guacho", pues nunca les constó que estuvieran negociando con el jefe de la columna terrorista.
Sin embargo del trágico desenlace, los policías defendieron su trabajo en la zona, y dijeron que por lo menos 32 de los integrantes de la organización criminal han sido arrestados, entre ellos, colombianos y mexicanos. Evitaron responder varias de las preguntas formuladas por los periodistas presentes.
El Gobierno dijo también que ofrece USD 230 mil de recompensa por el terrorista "Guacho", que ha sido puesto en la lista de los más buscados. El Gobierno colombiano, en su país, ofreció el equivalente de USD 150 mil.
Sobre la repatriación de los cadáveres, se espera la mediación de la Cruz Roja o de alguna organización humanitaria internacional. En su último comunicado, el grupo terrorista insistió en que el asesinato se produjo como respuesta a las operaciones de Ecuador y Colombia en la zona y pidieron también a los funcionarios de la localidad colombiana de Tumaco su intervención para devolver los cuerpos.
Como señal de luto el Diario El Comercio publica su versión electrónica en blanco y negro.
Un corresponsal de PLAN V en San Lorenzo pudo constatar la ausencia de presencia militar en la carretera entre San Lorenzo y Mataje, y llegó hasta el punto conocido como La Y de Mataje sin encontrar al Ejército o la Policía ecuatoriana. También reportó que se han suspendido los sobrevuelos de helicópteros en el sector, mientras radios de Borbón informaron que indígenas de las comunidades nativas están siendo evacuados de sus comunidades por el Ejército.
La Iglesia Católica, la Asamblea Nacional, organizaciones internacionales de periodistas, el Municipio de Quito, el de Guayaquil, y otras organizaciones públicas y privadas expresaron su pesar por la muerte de los integrantes del equipo periodístico, mientras en su versión digital, el diario El Comercio se publica en blanco y negro como señal de luto.
La Sociedad Interamericana de Prensa calificó como "cobarde asesinato" al crimen, en conjunto con la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos. Para la Sociedad, el crimen ha ultrajado a los pueblos de toda la región, y pidieron que se lleve ante la justicia a los asesinos.
En horas de la tarde, el presidente Lenin Moreno, mediante decreto ejecutivo, declaró cuatro días de duelo nacional en toda la República, en memoria de los fallecidos.
En la plaza de acceso al Palacio Legislativo se han izado a media asta las banderas de las 24 provincias, mientras que legisladores y funcionarios de la Asamblea Nacional guardaron un minuto de silencio.
Las banderas también ondean a media asta en el Palacio de Gobierno, en el Palacio Municipal y en el Palacio Arzobispal de la ciudad capital. Un gesto similar se ha realizado en el Palacio Municipal de Guayaquil y en muchas casas y edificios particulares de todo el país.
La Cancillería informó que la bandera nacional ondea a media asta en todas las misiones diplomáticas del Ecuador en el exterior, así como en el Palacio de Najas, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los hechos tras el secuestro
El presidente Lenín Moreno dispuso el levantamiento de la reserva de la información sobre el secuestro de los periodistas. Pero hay más dudas que certezas. Plan V conoció por fuentes militares la existencia de un mensaje del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas con fecha 26 de marzo de 2018, dirigido a los grupos operacionales en frontera G.O. 1.1 "COFÁN" y G.O 1.2. “SHUAR” en el que se dispone un relevo del personal del grupo C.O.3 en San Lorenzo, desde el 11 de abril al 01 de mayo. Las misma fuentes militares informaron que se trató de un movimiento inusual, pues para ser un relevo debió ser por partes y en la noche. Pero estas unidades salieron al mismo tiempo de varios puntos, lo que dio una imagen de que se estaba preparando una operación.
Según el documento militar, al que tuvo acceso Plan V, se habrían movido más de 200 efectivos el 11 de abril, día que coincide con la publicación del primer comunicado atribuído a alias "Guacho" donde ya anunciaba el asesinato de los periodistas. Allí menciona que militares hicieron “desembarcos en varios puntos donde estaban los señores retenidos lo cual produjo la muerte de los dos periodistas y el conductor”. Este comunicado no fue desmentido firmemente por los gobiernos de Ecuador y Colombia. Ese 11 de abril, Plan V conoció por periodistas en San Lorenzo un intenso movimiento de tropas en la frontera y sobrevuelos.
Este 13 de abril, Lenín Moreno, en su intervención leyó las siete resoluciones del Consejo de Seguridad Pública del Estado. “Hemos reiniciado las operaciones militares y policiales en el área de la franja fronteriza, que fueron suspendidas, y he dispuesto inmediatamente el despliegue de las unidades élite de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, a dicho territorio”, fue una de ellas. Solo se salió del libreto cuando mencionó que una alta autoridad de la Iglesia Católica -quien dijo conocer desde su infancia a "Guacho"- estaba yendo a la frontera como mediador. Lo que calificó con un acto de valentía.
La cronología de los hechos se los dejó a cargo del coronel Polibio Vinueza, jefe de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (UNASE) de la Policía Nacional, quien relató las negociaciones que tuvieron con quien suponen era alias "Guacho". Antes de la cronología mencionó como antecedente el operativo del 12 de enero de 2018, en Mataje, Esmeraldas. Ese día la Policía Nacional a través de sus unidades realizó la operación Impacto 13 en la que detuvo tres individuos que ahora están siendo procesados por tráfico ilícito de armas. Plan V publicó la semana pasada quiénes eran estos hombres. Esta es la transcripción textual del recuento de los hechos del secuestro, según Vinueza:
El 26 de marzo de 2018, a las 15:30, es la hora aproximada del secuestro
El 26 de marzo de 2018, a las 17:00, a través de un canal de comunicación que tenía alias "Guacho" con la Policía, manda una prueba de tenencia, una fotografía y hace conocer el secuestro de los tres periodistas. Se activa de inmediato el Comité de Crisis en el ECU 911.
El 31 de marzo, por disposición del Comité de Crisis se crea un canal exclusivo para tratar el secuestro. Se da un nuevo número para que a través de un asesor del Ministerio del Interior sea la persona que comience las negociaciones con alias "Guacho".
Del 31 de marzo al 7 de abril hemos recibido cinco comunicaciones con números colombianos del negociador. En una de ellas amenaza incluso al señor Ministro del Interior e igualmente hace advertencias de que continuarán los atentados de bombas.
Del 31 de marzo al 7 de abril hacemos un acercamiento con los requeridos por el presunto alias "Guacho" para verificar su situación legal. Uno de los requisitos era, según el antecedente del operativo que se había realizado, que se los entregue a los tres detenidos. Como ustedes comprenderán, hay que hacer un análisis y en eso la Fiscalía General y la Judicatura estaban viendo los caminos legales para una posible solución a ese requerimiento.
Del 31 de marzo al 7 de abril se han hecho varios acercamientos a los detenidos. Se les ha hecho comprender la posición del Estado en el sentido de ver una viabilidad para cumplir estos requerimientos. Incluso el último día que tuvimos comunicación con el presunto alias "Guacho", que fue el 7 de abril, se le hizo conocer este video que lo vamos a proyectar para que ustedes vean cómo el miembro de su grupo delincuencial le hace conocer las intenciones del Gobierno de encontrar una solución a este requerimiento. (En la pantalla se observa un hombre vestido de naranja que dice: “como le estoy explicando que el Gobierno nos está ayudando muchísimo con el procedimiento y todo eso y nos van a liberar lo más pronto posible si Dios quiere y sobre todo nos están tratando muy bien. Y más que todo no estoy bajo ninguna presión...). Como ustedes pueden observar es el último video que nosotros pudimos percatarnos porque todo esto se manejaba a nivel de whatsapp con el presunto alias "Guacho". Las comunicaciones no han sido fluidas. Él se conectaba alrededor de 10 minutos para enviar los mensajes.
El 2 de abril los secuestradores envían dos videos y una fotografía. Ustedes a través de las redes sociales verificaron que él no respetó el canal que tenía abierto con nosotros y lo difundió para crear el caos e irse en contra de la estabilidad familiar de los periodistas. En estos requerimientos ya no solo pedían a los tres miembros de su organización sino que se acabe el convenio con Colombia contra el terrorismo.
El 11 de abril como mencionó el señor Presidente tuvimos la oportunidad de reunirnos con la Iglesia para analizar una posible forma legal de poder cumplir el requerimiento del presunto alias "Guacho". Eso fue comunicado igualmente por el whatsapp que este individuo manejaba. Pero él únicamente leyó los mensajes hasta el 7 de abril.
Del 26 de marzo al 12 de abril se desarrollaron varios escenarios, siempre tratando de cubrir los requerimientos y con la decisión del Gobierno Nacional a través de varios estamentos tratamos de acoplarnos legalmente a la posibilidad de que exista una salida a este requerimiento. Y créanlo, como mencionaba el miembro de la organización de alias "Guacho", eso estaba por buen camino.
Del 26 de marzo al 12 de abril hemos mantenido reuniones del Comité de Crisis con familiares para informarles del proceso. La unidad antisecuestro, a través de los sicólogos de la Policía, ha hecho un seguimiento y un acompañamiento a todas las familias. El señor ministro personalmente les ha informado de los avances que hemos tenido en las negociaciones. Así como les ha indicado que cualquier decisión si pudiese tomar en algún momento en torno a un operativo policial sería la familia quien la autorice. Es por esto que nosotros analizamos el perfil de alias "Guacho". Ustedes comprenderán que al no depender de una estructura, él es su propio jefe y puede cambiar de opinión, de acuerdo a las circunstancias y de acuerdo a lo que se le ocurre. Si es posible cada minuto. Es por eso que hemos tenido la cobertura del Comité de Crisis en las decisiones que se han ido dando para proporcionarnos las herramientas en la negociación. Han sido adecuadas y en consenso con los equipos que nos han colaborado como la Policía antisecuestros de Colombia.
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