domingo, 8 de octubre de 2017

Justicia con deuda
Publicado el 7 octubre, 20176 octubre, 2017 por AGN
DIARIO EL MERCURIO
[Gerardo Maldonado Zeas]
Parecía que nunca iba a suceder. Con tropiezos, saltos de inusitada confianza u optimismo, al fin Glas fue detenido de manera preventiva. Una crónica de desesperación para los ecuatorianos. A las cosas por su nombre:se le veía extremadamente confiado y sereno, casi seguro de que las fuerzas de los poderes del Estado controlados por el correismo, esta vez también le apoyen y los ávidos de justicia quedemos de nuevo burlados. Sinceramente, muchas dudas flotan para creer que esta trama tal como está planteada, pase a mayores. Una gran cantidad de juristas interpretan todo el proceso de detención y su desenlace, como una cortina de humo para distraer a los ecuatorianos de la gran descomposición soportada por este país, todavía no develada de manera oficial.
Acusar a Glas de “asociación ilícita” como intento de ajusticiarlo con el peso merecido, sería como entregarle una pequeña placa de agravio moral; y en este juego de interpretaciones de la Constitución, el Código Penal, y demás leyes, la determinación del mejor camino para llegar al cuerpo central de la corrupción, está por verse. Y con eso llenar con “todos” los que faltan el reducto en el cual deberán purgar sus penas. Lenin Moreno intenta iniciar este camino tortuoso de limpiar la imagen de un país desolado por 10 años de incontables atropellos. Las preguntas a responder por los ecuatorianos en la próxima consulta popular parecen tocar en gran medida los problemas centrales que condujeron a desenfrenados abusos; sobre todo el de la reelección indefinida, con lo cual los mandatarios despóticos se han perennizado martirizando a sus pueblos. Pero se han quedado algunos temas en el tintero, como la necesidad de saber qué ocurrirá con la imbatible Ley de Comunicación, y la estructura íntegra del poder Judicial.
Los próximos días se verá de todo. Inclusive la radicalización en las decisiones del famoso Consejo Administrativo de la Legislatura (CAL) que sigue impertérrito ante la necesidad de realizar los juicios políticos para sancionar a quienes han usado el poder para otros fines. No se dio paso al enjuiciamiento a Gustavo Jalkh, como presidente del Consejo de la Judicatura (CJ), cuando los proponentes, inclusive con el apoyo de algunos militantes de AP, tenían pruebas decidoras para juzgarle. En Cuenca, para citar un caso regional, pese a que el delegado de esa época del (CJ), hoy un destacado Concejal de Cuenca, les liberó de responsabilidades, desde Quito fueron destituidos varios jueces por el famoso “Error Inexcusable”. Han sido años en los cuales, ciudadanos honestos de limpia carrera judicial como Pablo Cordero Díaz, y varios jueces más de notoria trayectoria, esperan se les haga justicia.
Las reiteradas confesiones de Glas sobre su culpabilidad política, supuestamente al “haber ignorado” este festín histórico de recursos; las declaraciones de militantes afectos al régimen, como el presidente de la Asamblea José Serrano, el ministro de Inclusión Económica Iván Espinel, y algunos dirigentes del ala menos radical de AP, pidiendo a Glas dar un paso al costado, son señales obvias para que el CAL y el aparataje normativo, permitan el juicio político al vicepresidente, hoy agraciado con vacaciones por dos meses, para que se le sancione con la destitución y así darle un baño de verdad al país, aunque todavía de manera parcial. (O)

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