El observador

La voz del pueblo
Publicado el 5 octubre, 20174 octubre, 2017 por AGN

DIARIO EL MERCURIO
[Aurelio Maldonado Aguilar]

El periodismo de opinión obliga a rectificar ponencias en determinado momento, una vez que se compruebe que el aserto dicho no fue el verdadero al cabo de un tiempo. Aceptaré y con agrado que la opinión que tenía de Moreno, fue errada. Pensé y muy convencido que, habiendo sido vicepresidente del loco del ático, seguiría la misma ruta que nos acercaba a la suerte de Venezuela y que se convertiría seguramente en una marioneta dócil en manos de la intrincada y aguerrida organización que fue creada por los verdes, más aun por la discapacidad que, sin duda, le limita en muchas acciones y movimientos. Pero con grata sorpresa miro que va poniendo los cascabeles a los que tildó y con toda razón de mafiosos y sinvergüenzas que se gastaron y robaron los dineros del pueblo pues indignado les increpa y duramente arenga indicando que los sinvergüenzas de AP creen que cualquier “pendejada es revolución y carajo se endeudaron para que otro pendejo pague sus correrías y latrocinios” Abrir el dialogo, cosa ciertamente necesaria y vital en democracia, dio frutos y devolvió al pueblo su voz, trémula y cohibida por años por la autocracia de un sobresaltado ególatra, megalómano, que ostentando todos los poderes del estado y la justicia fundamentalmente, fabricó una constitución que muchos consideraron buena, para luego manosearla y enmendarla a voluntad buscando finalmente obsecuencia y control total, cosa lograda incluso con prensa y medios víctimas del decir o no decir.

Hoy, enfrentando todo un andamiaje maquiavélico para delinquir, Lenin va poniendo las cosas en sitio. Justicia y fiscalía comienzan a reflotar acciones aunque débiles y temerosas. Tiene en cárcel a personajes como JG, su tío y otros, con acusaciones de cargos leves que deberán reformularlos con los que realmente se tienen que imputar, pues no queda sombra de duda e indicios certeros obligan a aquello sin tardanza. Hoy, la trinca de AP en la Asamblea tiene serias rupturas en bien del país. Deberían prestar la roja alfombra con la que recibieron desvergonzadamente a JG para ponerla en la entrada de la prisión donde deberá purgar sus dolosas acciones de coimas, repartos y lesiones a nuestra sufrida patria latigueada vilmente por una robolución que está boqueando. La consulta popular es un acierto que el pueblo contestará en su bien. Se terminan ínfulas de perennidad del poder y de corrupción institucionalizada con la no reelección indefinida. Las aguas, humedales y vida del Yasuni vuelven a respirar aunque no totalmente por las deudas que debemos pagar con su petróleo. El cese del consejo de Participación Ciudadana; derogar la mentecata ley de plusvalía y que crímenes horrendos no prescriban, son preguntas muy positivas.

Ahora, una vez que tenemos la punta del hilo, deberemos llegar al ovillo encerrado en un ático de Bélgica. Es imposible que él no esté salpicado, pues sabiendo de su carácter, parodiando a Pinochet, en Ecuador no se movía una hoja sin su conocimiento. Deberán ser indagados los altos dirigentes de la robolución, pues es secreto a voces que se enriquecieron en un abrir y cerrar de ojos e incluso existen pruebas e indicios claros en cuentas bancarias de cifras millonarias que inflaron sus faltriqueras para repartirse alegremente, convirtiendo humildes cholos de chancletas y longos léperos de parroquias, en pelucones que ya no comen “mierda, mierda” La ley de comunicación es punto vital para la libertad y no está entre las preguntas, más ofrece Lenin que por otras vías se compondrán muchos entuertos. (O)