Rodas 2019
¿Los quiteños que en el 2014 votaron para la salida de PAIS de la Alcaldía estarían dispuestos a darle de nuevo el voto? ¿Rodas podrá repetir la Alcaldía, o aspirar a algo más grande, con esas cifras a la baja? ¿Es un personaje que puede ser presidenciable como mucho lo aseguraban? Esas tres preguntas pueden ser definitivas para la muerte política de Mauricio Rodas.
23 de octubre del 2017
POR: Jean Cano
Periodista de investigación, editor general de la revista Criterios de la Cámara de Comercio de Quito.
Ya son, al menos, 15 personas cuyos nombres suenan para ser el próximo Alcalde de Quito y algunos pueden hacer temblar una posible candi-datura de Rodas".
Mauricio Rodas puede repetir la Alcaldía de Quito… con consulta o sin ella. Y si él y su partido SUMA lo deciden así, deberá enfrentarse electoralmente a otros candidatos.
Ya son, al menos, 15 personas cuyos nombres suenan para ser el próximo Alcalde de Quito y algunos pueden hacer temblar una posible candidatura de Rodas. Empezando por tres ex alcaldes: Paco Moncayo, Roque Sevilla y Augusto Barrera. Pasando por figuras jóvenes como María Paula Romo o el actual vicealcalde Eduardo del Pozo.
PAIS o el correísmo (depende qué tan destrozados queden para finales del 2018 por el golpazo que les ha asestado Lenín Moreno) tendrá pelea aparte. Suenan Barrera, Jorge Yunda, actual asambleísta, y Richard Espinosa, todavía director General del IESS.
Hay concejales que también pueden buscar la Alcaldía. Ivonne Von Lippke, Carlos Páez y Patricio Ubidia, han sido protagonistas de durísimas críticas en contra del actual Alcalde en distintos temas como movilidad, seguridad, corrupción.
Este batallón de políticos, y otros más que suenan, de seguro serán un duro rival para Rodas. Lo cierto es que el Alcalde tendrá competencia si decide postularse pese a la baja aceptación a su gestión que tiene en varias mediciones de las encuestadoras. La última es la de Perfiles de Opinión. La diferencia con el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot es vergonzosa. Mientras el guayaquileño tiene 82% de credibilidad, Rodas apenas un 32%. Un 59,14% de quiteños tiene calificaciones negativas de su gestión. Otra pregunta de Cedatos también refleja inconformidad con la gestión de Rodas. La última encuesta sobre los problemas que más preocupan en Quito indica que un 28,6% asegura que es el mal servicio de transporte, vialidad y arreglo de calles. Todas competencias del Alcalde. Le sigue la inseguridad y delincuencia con un 16% de consultados y los problemas económicos con un 13%.
¿Los quiteños que en el 2014 votaron para la salida de PAIS de la Alcaldía estarían dispuestos a darle de nuevo el voto? ¿Rodas podrá repetir la Alcaldía, o aspirar a algo más grande, con esas cifras a la baja? ¿Es un personaje que puede ser presidenciable como mucho lo aseguraban? Esas tres preguntas pueden ser definitivas para la muerte política de Mauricio Rodas.
Demasiado atrás quedaron esos vítores por el triunfo en el 2014. Cuando los conductores, ante la salida de Barrera de la Alcaldía, hicieron sonar los pitos, gritaban libertad. Nada de eso ocurrió.
Rodas desaprovechó que la mayoría de quiteños, contradiciendo a su exasesor Jaime Durán, consideró que Barrera hizo una pésima Alcaldía. Los quiteños no se equivocaron. Pero Rodas sí lo hizo al no destapar la corrupción de la anterior gestión y que ahora parece inmaculada. Lo hizo al no enfrentarse con Rafael Correa, tal como sí lo hizo Jaime Nebot. Al bailar en Carondelet y levantar la copa viéndole a la cara mientras se reafirmaba como un enemigo de la libertad de expresión. Lo hizo al no tomar los consejos de decenas y decenas de personas de fuera de la Alcaldía que lo asesoraron gratuitamente para que no se derrumbe.
En mayo del 2019 termina su gestión. Está por verse si concluye definitivamente su carrera política y es reemplazado por un verde PAIS (el regreso al pasado) o alguien que nos haga sentir que el estancamiento de la ciudad (que ya lleva siete años) terminará al fin. O llega un milagro...
Ya son, al menos, 15 personas cuyos nombres suenan para ser el próximo Alcalde de Quito y algunos pueden hacer temblar una posible candidatura de Rodas. Empezando por tres ex alcaldes: Paco Moncayo, Roque Sevilla y Augusto Barrera. Pasando por figuras jóvenes como María Paula Romo o el actual vicealcalde Eduardo del Pozo.
PAIS o el correísmo (depende qué tan destrozados queden para finales del 2018 por el golpazo que les ha asestado Lenín Moreno) tendrá pelea aparte. Suenan Barrera, Jorge Yunda, actual asambleísta, y Richard Espinosa, todavía director General del IESS.
Hay concejales que también pueden buscar la Alcaldía. Ivonne Von Lippke, Carlos Páez y Patricio Ubidia, han sido protagonistas de durísimas críticas en contra del actual Alcalde en distintos temas como movilidad, seguridad, corrupción.
Este batallón de políticos, y otros más que suenan, de seguro serán un duro rival para Rodas. Lo cierto es que el Alcalde tendrá competencia si decide postularse pese a la baja aceptación a su gestión que tiene en varias mediciones de las encuestadoras. La última es la de Perfiles de Opinión. La diferencia con el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot es vergonzosa. Mientras el guayaquileño tiene 82% de credibilidad, Rodas apenas un 32%. Un 59,14% de quiteños tiene calificaciones negativas de su gestión. Otra pregunta de Cedatos también refleja inconformidad con la gestión de Rodas. La última encuesta sobre los problemas que más preocupan en Quito indica que un 28,6% asegura que es el mal servicio de transporte, vialidad y arreglo de calles. Todas competencias del Alcalde. Le sigue la inseguridad y delincuencia con un 16% de consultados y los problemas económicos con un 13%.
¿Los quiteños que en el 2014 votaron para la salida de PAIS de la Alcaldía estarían dispuestos a darle de nuevo el voto? ¿Rodas podrá repetir la Alcaldía, o aspirar a algo más grande, con esas cifras a la baja? ¿Es un personaje que puede ser presidenciable como mucho lo aseguraban? Esas tres preguntas pueden ser definitivas para la muerte política de Mauricio Rodas.
Demasiado atrás quedaron esos vítores por el triunfo en el 2014. Cuando los conductores, ante la salida de Barrera de la Alcaldía, hicieron sonar los pitos, gritaban libertad. Nada de eso ocurrió.
Rodas desaprovechó que la mayoría de quiteños, contradiciendo a su exasesor Jaime Durán, consideró que Barrera hizo una pésima Alcaldía. Los quiteños no se equivocaron. Pero Rodas sí lo hizo al no destapar la corrupción de la anterior gestión y que ahora parece inmaculada. Lo hizo al no enfrentarse con Rafael Correa, tal como sí lo hizo Jaime Nebot. Al bailar en Carondelet y levantar la copa viéndole a la cara mientras se reafirmaba como un enemigo de la libertad de expresión. Lo hizo al no tomar los consejos de decenas y decenas de personas de fuera de la Alcaldía que lo asesoraron gratuitamente para que no se derrumbe.
En mayo del 2019 termina su gestión. Está por verse si concluye definitivamente su carrera política y es reemplazado por un verde PAIS (el regreso al pasado) o alguien que nos haga sentir que el estancamiento de la ciudad (que ya lleva siete años) terminará al fin. O llega un milagro...
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