Publicado el 2017/03/18 por AGN
[Alberto Ordóñez Ortiz]
Los nombres del caso Odebrecht que yacen en el primer ataúd que encontraron a mano, no pueden conocerse, porque dizque en las filas burocráticas de AP. no hay quien pueda traducirlos del portugués al español. Los nombres, -aunque pocos se hayan dado cuenta- no cambian de un idioma a otro. Odebrecht se llamará Odebrecht en inglés, portugués o español y Capaya, Capaya. En la tapa aún alzada -del ataúd, claro está- se vislumbra un solo nombre y una fecha: 2006-2016; y, desde luego, el largo sollozo o réquiem que no podía faltar y que dice: “Descansen en paz las sabatinas”. La verdad es que del español al portugués -en las palabras de uso común- hay abismos de diferencias. Valga el ejemplo: a la vieja lavativa que en el idioma del gran Pelé se conoce como “mamadeira”, es más que seguro que para el fiscal -por ser tan atildado y púdico- podría parecerle obscenidad o grave blasfemia al decoro público. Sin embargo, como de todo hay en la Viña del Señor, decir mamadeira do contratos a dedo, o, simplemente mamadeira, podría dejar a sus autores encantados con la mamadeira.
En fin, estamos en el vértice de un volcán que empieza a lanzar sus primeras explosiones de lava incandescente, de ceniza que quita la vista y produce orzuelos hasta en los ojos de los más feos y, desde luego, de fuego quemante. No sabemos dónde ni cuándo terminará, pero sí que los nombres no traducibles son ya más que conocidos por el pueblo sabio, quien los tiene en el altar mayor del descaro. Entre lo traducible e intraducible habrían treinta y tres 500 millones de dólares que, para que también, ocupan en el rango de las lenguas muertas, mejor dicho en el de las vivas, el verde rincón de los billetes verdes. La implosión de la indecencia les va hundiendo con todo. Pronto ya no tendrán donde esconderse.
Cierto que para los daltónicos que vendrían a ser los que han formado las extrañas camarillas de gobierno dominadas por la ley de la “omerta” (o del silencio) que, no se sabe que es, pero que es; todo se les está volviendo negro. Y, en tal medida que, hasta el propio negro Paz ha salido muy firme al defender a CREO, porque caray, dijo: creo en el binomio Lasso-Paéz porque son el no continuismo, la anti-dictadura y constituyen la renovación de la democracia, arrinconada hoy en el desván de las cosas inútiles.
Pero, hay más: el tema del anti-socialismo gubernativo. Para prueba, basta un botón: ¿Cómo es posible que un gobierno que se precia de socialista haya “quitado” las utilidades a los trabajadores? Si bien la obra del gobierno está a la vista, lo que no se ve son sus costos, ni el lugar en que estarían los “sobreprecios” que, con el sigilo que nos recuerda a la Santa Biblia: actúa “como ladrón en la noche”. De seguir así, la Mitad del Mundo podría ir a dar en uno de los países de la baja Europa. Una vez que le pongan el nombre en el idioma del país en que caiga, resultará intraducible. Nosotros nos quedaremos en babia. Ellos se llevarán la mamadeira, buena para el cólico miserere o dolor de barriga; expresión dicha por supuesto en lengua antigua. ¡Que se le dé el buen uso medicinal para el que sirve!. (O)
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