Jorge Yunda prueba que Correa es un farsante
Jorge Yunda, asambleísta electo por Alianza País, es la perfecta prueba de que el discurso que mantuvo el gobierno de Rafael Correa cuando recién asumió el poder, sobre la supuesta democratización de la tenencia de medios de comunicación, fue una gran mentira.
Luego de diez años de reino correísta Yunda tiene 50 medios de comunicación en sus manos. Esta es, sin duda, la mejor demostración de que bajo la política que ha tenido el correísmo con los medios, la única ecuación válida es: si los dueños de los medios tienen una buena relación con el poder y le son obsecuentes, pueden consolidar un importante poder mediático. El de Yunda, además, no es un caso único. También está el de Ángel González, el guatemalteco dueño de El Comercio, Televicentro y 104 frecuencias de radio, que ha logrado asimismo consolidar un auténtico monopolio mediático gracias a sus buenas conexiones con el gobierno.
A tal punto llegan las conexiones de Yunda con el poder que, a pesar de que en la Constitución prohibe que alguien como él, que es concesionario del Estado, pueda ser candidato, él lo hizo y ganó las elecciones con más votos que su candidato presidencial Lenín Moreno en el distrito centro-sur de Quito.
Según una investigación, hecha por Fundamedios, para entender el surgimiento del poder de Yunda hay que ir atrás en el tiempo (hasta el año 2006), durante la campaña electoral de Rafael Correa. Fundamedios sostiene que, según diversos testigos y fuentes que pidieron la reserva, Rafael Correa fue a pedirle ayuda en la producción de cuñas radiales que, en ese entonces, tuvieron alto impacto. En esos encuentros y largas jornadas de trabajo participaban Juan Carlos Toledo, Esteban Mendieta y Vinicio Alvarado Espinel y locutores como Nick the Hitman.
La relación de Yunda con la cúpula de Alianza País se mantuvo y se estrechó en la campaña electoral para la segunda vuelta en la que Correa venció a Álvaro Noboa. ¿Este invaluable servicio a la Revolución Ciudadana le valió llegar al poder? Yunda fue nombrado presidente del Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión (Conartel). Estuvo al frente de ese organismo desde el 23 de enero de 2007 hasta el 6 de enero de 2009, cuando renunció.
Según el relato de Fundamedios, en un comportamiento que se vuelve una constante, antes de hacerse cargo del Conartel, Jorge Yunda informó a la entidad que su primo, Edison Hernández Yunda, se encargaría del manejo de sus radios. Una vez que dejó el Conartel, pasó a tener al menos 50 frecuencias, que maneja directa e indirectamente, según su propia confesión. Testigos afirman que la relación entre Yunda y el Presidente Correa era tan cercana que, cuando dirigía Cornatel, Correa lo llamaba a su celular para darle instrucciones sobre a quién otorgar frecuencias, sancionar o retirar la concesión.
Más adelante, Yunda sería candidatizado a asambleísta para las más recientes elecciones. Se trata, sin duda, de un premio a su fidelidad con el gobierno y a su buena conducta. Ser candidato y concesionario no parece ser una ecuación legal. Según la investigación, esta situación significa una clara violación a la Constitución, que en su artículo 113, numeral 1, prohíbe ser candidato a una dignidad de elección popular a quien tenga contratos con el Estado en áreas como prestación de un servicio público. Y la comunicación fue declarada servicio público.
Sin embargo, Jorge Yunda se siente poderoso y actúa con la certeza de que las leyes no se hicieron para él. Así, pocos minutos después de la publicación de la investigación de Fundamedios, que reveló sus nexos con 35 medios de comunicación, él, ahora asambleísta, utilizó su cuenta de Twitter para confirmar la noticia y corregirla: “Fundamedios se equivoca no son 35, son 50″, “La publicación de Fundamedios está mal, les falta RTU Cuenca, le falta Canela Quevedo le falta Hoy la radio Quito, o sea está incompleta”, “Quisiera que alguien diga si alguna frecuencia es mal habida o robada! Ahora ser emprendedor y generar plazas de empleo ha sido malo”.
Con el mismo desparpajo reaccionó otro funcionario público que es una pieza clave de toda la trama: el director general de asesoría jurídica de la Secretaría Nacional de Comunicación (Secom), dependencia de la Presidencia de la República, Christian Alberto Hernández Yunda. Hernández, primo de Yunda, escribió en la cuenta de Facebook de un comunicador que compartió la investigación: “Les falta Canela Quevedo”. En otro de sus comentarios aseguró que el problema “no es la concentración de medios, sino que el problema es el monopolio de audiencia” y hasta se burla de la usuaria que había compartido la información: “Yo no sé si a Hermel le gustaría. Saludos pero deje de sufrir que le hace mal a su salud”.
Christian Hernández es un funcionario cercano a los ministros Fernando y Vinicio Alvarado Espinel. La familia de estos funcionarios fue propietaria de la radio que ahora se hace llamar “Canela Quevedo” e históricamente fue Ondas Quevedeñas. Además, a pesar de ser funcionario público, se ha mantenido como mano derecha de su primo desde 2005. Es su abogado personal desde ese entonces y representa legalmente radios que forman parte del grupo Canela. Entre 2007 y 2009, fue asesor legal de Yunda en el Conartel. Tras su salida de esta institución comenzó a trabajar en la Secom y, desde esa entidad donde ejerce un gran poder público, sigue operando para el poderoso grupo de medios de comunicación de su primo.
La historia de Yunda, de modesto productor de publicidad a uno de los más importantes propietarios de medios de comunicación, es la prueba de que aquella cantaleta de que se iba a democratizar la tenencia de los medios fue nada más que un pretexto para sacar a unos y poner a otros. Mientras más amigos, mejor.
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