El gobierno embosca a Cedatos
No habían pasado tres días desde que Rafael Correa había calificado, en su sabatina, como fraudulentas a las encuestas de Cedatos cuando en las redes sociales apareció un video anónimo contra… Cedatos. En él, se escucha la voz de un hombre que afirma trabajar en la encuestadora y saber cómo ésta adulteró los resultados del primer sondeo tras la primera vuelta. Al día siguiente, miércoles 22 de marzo, la asambleísta oficialista Rosana Alvarado presentó ante la Fiscalía una demanda por asociación ilícita y adulteración de datos en contra de la encuestadora. Casi en coro, cientos de cuentas de redes sociales asociadas al troll center gobiernista braman pidiendo la prisión de Polibio Córdova de Cedatos, al mismo tiempo que funcionarios de Gobierno y partidarios de la candidatura de Lenín Moreno dicen que lo que aparece en el video no es sino la confirmación de lo que Correa había afirmado el sábado. Todo cuadra en apenas cuatro días.
La encerrona contra Cedatos despierta inevitablemente dudas sobre su carácter casual. La empresa de Polibio Cordova ha venido siendo atacada por el gobierno, y por el Presidente en particular, porque fue la única que acertó en el exit poll del 19 en casi 100%. Esto, y el conteo rápido de Participación Ciudadana, descolocó al propio Correa quien, basándose en una encuesta de Santiago Pérez, dio por ganada la primera vuelta. Todo el gobierno tuvo que archivar su optimismo prematuro y la celebración del triunfo. Cedatos descolocó, igualmente, a las encuestadoras alineadas con el Gobierno que aseguraron, con semanas de antelación, que Lenín Moreno ganaría la primera vuelta con alrededor del 43% de votos válidos.
Polibio Córdova aseguró hoy en rueda de prensa que el video en el cual un supuesto trabajador de su empresa muestra estadísticas, contratos y cheques es un montaje, hecho con hakeo a sus cuentas y a su base de datos, pero burdamente manipulado. Esto solo podría determinarlo una fiscalía profesional con peritos especializados e independientes del poder Ejecutivo. Ese no es el caso. Evidentemente, el correísmo ha hecho un tema electoral de Cedatos otorgando total veracidad a un video del cual nadie se hace cargo. El supuesto trabajador de Cedatos no da la cara. Sin probar su veracidad, el correísmo decidió montar, entonces, este escándalo y explotarlo políticamente.
El Presidente habló el sábado de una ventaja para Lenín Moreno cercana a 20 puntos sobre Guillermo Lasso. ¿Eso no es atentado a la fe pública? ¿Quiénes responden por estas cifras? Correa habló de encuestadoras pero no las identificó. De dos una: o no existen esas encuestas y Correa cometió el mismo delito que Rosana Alvarado endosa a Polibio Córdova. O existen y, en ese caso, esas empresas deben someterse a la misma investigación por parte de la fiscalía y el equipo de peritos especializados e independientes que deben investigar a Cedatos. ¿Qué hace reales las cifras presentadas por Correa? ¿Qué él las legitima? ¿Que él las da por ciertas? ¿Cómo se explicaría, en ese caso, la diferencia abismal que hay con otras encuestadoras, como Informe Confidencial, que dan empate técnico? ¿Y el correísmo tiene calidad moral para hablar de una encuesta supuestamente manipulada, cuando se han inventado una empresa llamada Centro de Investigación Social? ¿Acaso sus encuestas falsas, como esa empresa, no han sido publicadas, como ciertas, por el grupo mediático de propaganda del gobierno? ¿Qué dijo el Presidente y su gobierno sobre la famosa encuesta que se inventó René Ramírez y cuyo autora era supuestamente la Universidad de Georgetown?
Lo que hace el gobierno con Cedatos es anclar un nuevo paquete de dudas sobre sus intenciones reales para el 2 de abril. En este ataque contra Cedatos participan el Presidente, la vicepresidenta de la Asamblea, la Fiscalía, todo el aparato mediático y de propaganda, los troll-center… ¿Qué buscan? ¿Sacar a Cedatos del exit poll de la segunda vuelta, como presumen sus responsables? Si esa fuera su intención, a pesar de que esa firma ya está calificado por el CNE, el gobierno se pegaría un tiro en la nuca. Sacar a Cedatos implicaría dejar a los electores en manos de las empresas de sondeos del gobierno (que no acertaron el 19 de febrero) y de un CNE, que ya está bajo sospecha. Ese sí sería un peligro para la paz pública y no que esa firma pueda hacer su trabajo. Además de que esto solo daría cuerpo a las conjeturas de fraude que rondan en el país.
Es obvio que el gobierno apuntó a quebrar la credibilidad de las cifras que causan problemas en la campaña de Moreno. Es bueno para remover a los indecisos, pero eso también prueba que Moreno no gana con casi 20 puntos de diferencia como dijo Correa el sábado. ¿Logró amedrentar a Cedatos que publicó una encuesta en la que Lasso pasa al segundo lugar? Una encuesta que, a su vez se vuelve inexplicable, pues no hay nada en el panorama político que justifique la diferencia que ahora existe. Si sembrar la confusión hacía parte de esta movida, el gobierno se anotó ese punto.
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