Correa y Moreno importan chupamedias que les alaban
La comparación de la inadmisión de Lilian Tintori al Ecuador con la visita del ex candidato presidencial chileno Franco Parisi hace pensar en los carros de vidrios negros que circulan sin placa: unos tienen derecho a transitar sin ellas porque están en el gobierno y otros deben pagar matrícula, impuestos y trámites para tenerlas porque son simples ciudadanos.
En el caso de la activista venezolana Lilian Tintori ocurre algo así: ella no pudo entrar en el Ecuador porque las autoridades del gobierno dijeron que iba a participar en actos vinculados a la candidatura de la oposición, mientras que el chileno Franco Parisi pudo ingresar tranquilamente porque su agenda estaba perfectamente alineada y coordinada con la de la candidatura gobiernista de Lenín Moreno y Jorge Glas. Mientras para Tintori se aplicó un supuesto principio legal según el cual no podía entrar al Ecuador porque (presumieron) que iba a participar en temas de política interna, el otro tiene todas las garantías y facilidades para permanecer en el país haciendo proselitismo. La diferencia estaba en que Tintori venía a decir cosas que iban a disgustar al correísmo mientras que Parisi llegó a hablar linduras del plan de Moreno y Glas y a alabar el modelo económico del gobierno de Correa.
El caso de Parisi fue grosero. Tuvo una actividad intensa en casi todos los medio de comunicación controlados por el Gobierno. En cada uno de estos medios repetía lo mismo: el Ecuador no se parece a Venezuela (algo que sostiene Tintori) y el plan económico de Guillermo Lasso, muy al contrario del de Lenín Moreno, es inviable y perjudicial para el Ecuador. Con ese sonsonete estuvo en GamaTV, en Ecuador TV, en Pichincha Universal y en Ecuadorinmediato: todos medios alineados y obsecuentes con el correísmo.
En todas las entrevistas que tuvo, Parisi arrancaba diciendo que el Ecuador no se parece a Venezuela sino más bien a Chile y Uruguay. Parecía mantra. Luego pasaba a comparar las propuestas económicas de Guillermo Lasso y Lenín Moreno. Había un guión perfectamente ensayado. El caso de la entrevista a GamaTV llegó a niveles caricaturescos. El entrevistador Rommel Garzón tenía listo un cuestionario que consistía, básicamente, en pedirle su opinión sobre alguna de las propuestas de Lasso e inmediatamente sobre una de Moreno. “¿Y la propuesta de Lenín es viable?”, era la pregunta que Garzón tenía lista cuando Parisi acabado de demoler alguna oferta de Lasso. Y, claro está, siempre lo de Lasso es malo y lo de Moreno siempre es bueno. Ocurrió lo mismo en el tema de los impuestos, empleo y política comercial. Cuando se presentó con Carlos Rabascal en Ecuador TV también comenzó su presentación con el mantra que dice que Ecuador se parece más a Uruguay y Chile y luego se dedicó a criticar las ideas económicas partidarias de la liberalización de la economía, como las de Lasso. Con Rabascal, Parisi repitió exactamente lo mismo que dijo con Garzón sobre la propuesta de Lasso de disminuir impuestos: “Una reforma tributaria como la de Lasso, que es antigua y anacrónica, solo llevará al Ecuador al fracaso”.
En Pichincha Universal, la radio de la Prefectura de Pichincha donde manda el lugarteniente de Correa, el prefecto Gustavo Baroja, lo entrevistaron dos entusiastas porristas del correísmo: Kinto Lucas y Washington Yépez. Ahí la novedad fue que estuvo acompañado por su compatriota y ex asesor Patricio Mery Bell, quien ahora opera en Ecuador como troll en redes sociales para la campaña de Moreno. Exactamente la misma cantaleta: esto de Lasso es pésimo, esto de Moreno excelente.
Es evidente que quienes idearon la visita de Parisi pensaron que había que traer a alguien de fuera para atacar dos propuestas de Lasso que, seguramente, preocupan al gobierno: la eliminación de impuestos y las comparaciones con Venezuela. Palabras más, palabras menos, en el tema de los impuestos decía exactamente lo mismo en cada sitio donde fue entrevistado. Sin esos impuestos, decía, el Estado se va desfinanciar y la economía va a tambalear.
Parisi tuvo todas las comodidades y facilidades para predicar a favor del gobierno y la candidatura de Lenín Moreno. Quienes lo invitaron le tenían preparada una agenda impecablemente organizada y burdamente apalancada en el monopolio mediático del Gobierno. Incluso participó en un conversatorio en Ciespal, otro centro del pensamiento correísta, donde otra vez habló a la limón con el troll Mery Bell. No se ha informado quién costeó los pasajes, el hospedaje y los viáticos de este economista y profesor que en Chile también es conocido por haber sido expulsado de una universidad de los EE.UU. por acoso sexual. ¿Lo pagó el gobierno con dinero del público? ¿Lo pagó la campaña de Lenín Moreno y se informó de ese gasto al Consejo Nacional Electoral? Es más probable que en el reino de la opacidad eso no se sabrá.
Lo que se sabe sobre Franco Parisi es que vino a hacer campaña pura y dura a favor del binomio del Gobierno. Y eso, obviamente, marca la diferencia con el caso de Lilian Tintori.
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