Publicado en la Revista El Observador (Febrero de 2017) |
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EL art. 110 de la Ley Orgánica de Comunicación, dispone: “La adjudicación de frecuencias del espectro radioeléctrico para el funcionamiento de medios de comunicación social privados y comunitarios de radio y televisión de señal abierta se realizarán mediante concurso público abierto y transparente (…)”; conforme lo señalado, el 12 de abril de 2016, inició el concurso público para la adjudicación de Frecuencias de Radiodifusión y de Televisión de señal abierta, ubicados en el espectro radioeléctrico, recurso estratégico perteneciente a todos los ecuatorianos. Desde su inicio, diversas organizaciones hicieron públicos pronunciamientos en el sentido de que el concurso de frecuencias debe suspenderse; como el de Fundamedios por ejemplo, organización de la sociedad civil que promueve y defiende la Libertad de Expresión en el Ecuador, que hizo un llamado a las Autoridades de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) y el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom), a que suspendan la convocatoria al concurso para la adjudicación de 1.472 frecuencias; argumentando: FALTA DE INDEPENDENCIA DE LOS ENTES DE CONTROL “Al ser la Arcotel y el Cordicom las instituciones a cargo del proceso, se pone en riesgo no sólo el derecho de cada persona a expresarse libremente sino también el derecho de la ciudadanía a recibir la máxima diversidad posible de información e ideas…” PLAZOS ARBITRARIOS “Es necesario mencionar que este proceso de concurso y adjudicación de frecuencias establece plazos que podrían generar presión sobre los concursantes, no solo por la inmediatez de los mismos en sus distintas etapas sino por su cercanía a un proceso electoral…” DISCRECIONALIDAD PARA CALIFICAR LA LINEA EDITORIAL “Los parámetros de evaluación del plan comunicacional que deben presentar las personas naturales y jurídicas que deseen optar por una frecuencia fueron elaborados por el Cordicom. Estos lineamientos podrían dar lugar a una valoración claramente sesgada…” REVERSION ANTICIPADA DE CONCESION POR CUALQUIER DENUNCIA “La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (RELE), ha señalado que la normativa sobre radiodifusión, en países o regiones con índice muy altos de concentración de la propiedad de los medios de comunicación, debe compatibilizar el fomento de la pluralidad y diversidad de voces con el respeto de la línea editorial o informativa de un medio. Además, se debe evitar el retiro o renovación de frecuencias o licencias por razones discriminatorias o arbitrarias. Por el contrario a lo establecido en este estándar, la normativa a emplearse en este proceso desarrolla el artículo 112 numeral 9 de la Ley Orgánica de Comunicación, que se refiere a las causales para la terminación de concesiones de frecuencia (…), esto podría constituirse en una herramienta de persecución y hostigamiento a medios de comunicación que mantengan líneas editoriales investigativas.” AUSENCIA DE VEEDURIAS CIUDADANAS INDEPENDIENTES “Tal como se presentan las bases para el concurso, no se establece formalmente la creación de un mecanismo que garantice la participación de la ciudadanía en el proceso…” CONDICIONES INADECUADAS PARA EL ACTUAL CONCURSO “La Ley de Comunicación, aprobada en junio del 2013, estableció la necesidad de que las concesiones de frecuencias en el espectro radioeléctrico se realicen mediante un concurso público. Hasta la fecha se convocaron a dos procesos para concesiones de frecuencias comunitarias, en 2012 y 2014, que fueron fallidas…” Los argumentos transcritos, son oportunos y necesarios recordarlos, pues, evidencian la “cruel realidad” en torno a este reñido concurso, que se ha desarrollado con cuestionamientos de fondo, contrario a lo afirmado por Ana Proaño, representante de Arcotel, y Tamara Merizalde del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom), quienes en noviembre de 2016 señalaron que: “Arcotel y Cordicom continúan con el concurso público para la adjudicación de frecuencias de radiodifusión y televisión de señal abierta de manera técnica, transparente y sin ningún favoritismo”. El 19 de enero del presente año, la Agencia Gubernamental de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (ARCOTEL), debió concluir con los resultados de las 300 peticiones de revisión planteadas por los aspirantes a las frecuencias de radio y televisión, que no calificaron en la fase de verificación de los planes de gestión y sostenibilidad, y el estudio técnico de las solicitudes presentadas por 834 aspirantes a obtener una frecuencia; para continuar con la siguiente fase, que estará a cargo del Consejo de Regulación de la Comunicación (CORDICOM), organismo que deberá conocer los expedientes de los cinco mejores proyectos comunicacionales que compiten por una frecuencia, y resolver cuál de los cinco “alcanzó el mínimo establecido por cada una de las frecuencias en concurso”. Sin embargo, la ARCOTEL incumpliendo con los plazos establecidos, el 25 de enero del año que discurre, ha resuelto suspender parcialmente por treinta días más para que se evalúen los pedidos de revisión; esto, como es de conocimiento público, en el marco de un proceso de elecciones que se desarrolla en nuestro país. Expresando nuestra solidaridad a los medios de comunicación, que corren el riesgo de perder sus frecuencias, en el marco de este cuestionado concurso, algunos de ellos por mantener una posición crítica contra el Gobierno de turno (línea editorial independiente) como las radios Ondas Azuayas y Cuenca por ejemplo; y, censurando el silencio cómplice de algunos gremios periodísticos sobre este tema, particularmente del Azuay, concluimos este breve análisis, planteando la interrogante: ¿Se podrá calificar a este concurso de ser técnico, transparente y sin ningún favoritismo? |
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