domingo, 19 de noviembre de 2017

¿Por qué callaron?



Publicado el 16 noviembre, 201715 noviembre, 2017 por BLL
[Mario Jaramillo Paredes]
Cada vez más gente se pregunta luego de los escándalos de corrupción del gobierno de Correa cómo es que casi nada se supo de ellos y por qué se silenciaron. Y, las respuestas empiezan a aparecer.
En el campo de la educación -para poner un ejemplo- se emitió un Acuerdo imponiendo el Código de Ética, que- entre otros puntos- prohíbe a profesores, rectores, funcionarios, personal administrativo de los establecimientos, difundir-es decir hablar- sobre temas relacionados con el sistema educativo. Las entrevistas con medios de comunicación, deben ser otorgadas solamente por las autoridades del Ministerio y de lo contrario deben tener autorización expresa de esas autoridades.
Este código de silencio -como le han llamado dirigentes de los profesores- silenció a la mayoría de ellos pues las penas y retaliaciones venían inmediatamente. Amenazas de cancelación o de darles el “pase” a algún establecimiento lejano, terminaron poniendo una mordaza a los docentes. Los casos de nombramientos fuera de la ley, las mentiras sobre anuncios de equipamientos que nunca llegaban o problemas de distinta naturaleza como los del desayuno escolar, fueron acallados.
Hoy conocemos -dentro de este contexto- que hubo cientos de denuncias sobre abuso sexual en numerosos establecimientos públicos pero que esos jamás fueron conocidos. Lo que es peor, se los silenció “para no generar escándalo” y no hubo sanciones que no sean algún cambio de lugar de trabajo o una pena menor. Uno de los ex ministros de educación del correato, inclusive está en proceso de ser llamado a juicio político por numerosos casos que no son diez o cien, sino varios centenares.
Como el discurso oficial sostenía que uno de los grandes cambios que se había dado en la “revolución” era el cambio en educación, esas denuncias sobre tráfico de influencias, nombramientos de autoridades a personas que carecían de los requisitos para esas dignidades, problemas serios con el desayuno escolar (alimentos caducados), fueron acallados. La rectora del Colegio réplica Aguirre Abad -para citar un caso- en donde se dieron el mayor número de abusos sexuales, no cumplía los requisitos para esa función. Pero seguramente vestía de verde en las manifestaciones a favor del “comandante”.
Lo que importaba era mostrar fotos de edificios recién inaugurados para hacer pensar que la educación estaba cambiando. Solamente después se conoció que en buena parte de los casos eran elefantes blancos, como los llamó el actual Presidente de la república.
Previamente se había suprimido a la Unión Nacional de Educadores y se la había suplantado por un grupo afín al gobierno. Silenciado este organismo, perseguidos algunos de sus líderes, apresados, otros y más el código mordaza, el misterio fue total sobre lo que ocurría en el campo de la educación. Hoy, cuando el miedo se ha replegado y mucha gente que callaba comienza a hablar, empieza a también a conocerse lo que sucedió. Exactamente igual a lo que ocurre en otros campos en donde recién el país se entera de la corrupción que campeó por todo lado. (O)

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