Publicado el 18 noviembre, 201717 noviembre, 2017 por AGN
[Alberto Ordónez Ortiz]
La conflictividad que marca el destino presente de AP, alcanza límites sorprendentes que dejan entrever profundas y posiblemente irreconciliables pugnas internas. En el día a día, sus fuegos artificiales inundan los noticieros y de alguna manera sacian en gran medida el inevitable morbo colectivo. En el evento de ser verdaderas y no “montadas” -como se dice- serían el anuncio de la muerte política de Correa y la consolidación del liderazgo de Moreno. La confrontación estaría por terminar y, dadas las circunstancias del momento, en decidido favor del segundo. Al margen de esa apreciación, la gran dirimente, será, sin duda posible, la Consulta Popular y sus resultados. Si el Presidente es el triunfador -lo cual está en la línea de lo más probable- Correa no sólo que perderá la opción de volver a candidatizarse para la primera magistratura, sino que sufrirá una derrota de la cual será difícil, por no decir imposible, que vuelva a levantarse. Será un sórdido capítulo, pero cerrado de la historia. Por ventura, historia. Nada más que historia.
Sin embargo hay cosas y cosas que dan a la duda un lugar de preeminencia. Si a la deuda que el Estado mantiene con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social me refiero, nos encontraremos con que si bien el presidente anterior la desconoció, el actual no la incluye en la proforma presupuestaria, acción que per se, no es un desconocimiento de la deuda, pero tiene los mismos desastrosos efectos: su creciente descapitalización. Y lo que es más grave quizá, la imposibilidad de que los valores que debían ser cobrados pudieran ser invertidos para incrementar sus reservas y; conste que no digo “superávit”, como dijo Correa, porque en materia de Seguridad Social a las inversiones tanto doctrinaria como legalmente se las conoce en el ámbito jurídico nacional e internacional, como reservas.
Y no lo digo yo, lo dice el Art. 372 de la Constitución en cuanto prescribe: Los fondos y RESERVAS del Seguro…” Ahora bien, la ausencia de una partida en la proforma presupuestaria para el pago de aportes de los servidores del Sector Público y de la deuda, podría acarrear responsabilidades no mensurables al momento pues que se estaría vulnerando el inciso 2º. del Art. 371 de la misma Constitución, cuyo texto dice: “Los recursos destinados para el Seguro Social Obligatorio constarán cada año en el Presupuesto General del Estado y serán transferidos en forma oportuna.”; cuestión que, como vemos, no ha ocurrido y que enciende todas las alarmas sobre el destino inmediato de esa noble institución y de sus centenares de miles de afiliados y demás beneficiarios.
Pero hay más: La mayoría de los funcionarios de alta dirección del Sector Público -ya lo hemos dicho- continúan en sus puestos, de igual manera que el equipo económico de Correa: principal responsable de la crisis económica. ¿Por qué ese empecinamiento? ¿Acaso se quiere -asunto que pongo en duda- que el ex-presidente continúe gobernando a través de sus otrora subalternos? La bruma invade al gobierno y sabido es que cuando se vuelve espesa, lo que se veía, desaparece o puede desaparecer. Cosas de la bruma. (O)
Pero hay más: La mayoría de los funcionarios de alta dirección del Sector Público -ya lo hemos dicho- continúan en sus puestos, de igual manera que el equipo económico de Correa: principal responsable de la crisis económica. ¿Por qué ese empecinamiento? ¿Acaso se quiere -asunto que pongo en duda- que el ex-presidente continúe gobernando a través de sus otrora subalternos? La bruma invade al gobierno y sabido es que cuando se vuelve espesa, lo que se veía, desaparece o puede desaparecer. Cosas de la bruma. (O)
No hay comentarios:
Publicar un comentario