¿A qué viene Rafael Correa?
Correa comete un error estratégico al regresar, pues su presencia polariza el escenario y ésta vez, no sacará provecho de ello debido a su débil condición de expresidente devenido opositor de un régimen altamente respaldado.
23 de noviembre del 2017
POR: Gustavo Isch
Consultor político, experto en campañas electorales.
La consulta popular es la principal amenaza al modelo correista, pues se prevé que el bloqueo a la reelección indefinida y la reestruc- turación del CPCCS., recibirán el voto afirmativo de la mayoría de ciuda- danos"
Rafael Correa viene para tratar de evitar el colapso de lo que queda de Alianza País, y del proyecto autoritario que él lideró durante la década pasada.
Él sabe que ninguno de sus leales aliados tiene el peso ni la credibilidad suficientes para detener la muerte anunciada de la facción que aún los agrupa.
Esa debilidad ha sido evidente desde que se mudó a Bélgica y trató de controlar el gobierno desde un ático y por medio de twitter.
La consulta popular es la principal amenaza al modelo correista, pues se prevé que el bloqueo a la reelección indefinida y la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, recibirán el voto afirmativo de la mayoría de ciudadanos.
Sin el control de los organismos de fiscalización y justicia, es altamente probable que en el corto plazo, su responsabilidad política en temas sensibles como corrupción y endeudamiento lo apunten a él, en su condición de ex mandatario.
Correa vive el efecto bumerán de su control personal y cerrado de todas las funciones del Estado; la carencia de otros liderazgos en Alíanza País; y el antagonismo de 7 de cada 10 ecuatorianos a su estilo de conducción política arbitrario y polarizador.
A mí juicio comete un error estratégico al regresar, pues su presencia polariza el escenario y ésta vez, no sacará provecho de ello debido a su débil condición de expresidente devenido opositor de un régimen altamente respaldado.
Tratar de conservar los operadores que aún le quedan en la administración pública, es la táctica, el mensaje de comunicación que funciona como eje de su discurso es "la traición".
Este mensaje encubre su capacidad de presionar a sus operadores, y su conocida práctica de menoscabar la imagen de quienes serán víctimas de sus ataques.
En definitiva, viene a salvar lo insalvable.
Él sabe que ninguno de sus leales aliados tiene el peso ni la credibilidad suficientes para detener la muerte anunciada de la facción que aún los agrupa.
Esa debilidad ha sido evidente desde que se mudó a Bélgica y trató de controlar el gobierno desde un ático y por medio de twitter.
La consulta popular es la principal amenaza al modelo correista, pues se prevé que el bloqueo a la reelección indefinida y la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, recibirán el voto afirmativo de la mayoría de ciudadanos.
Sin el control de los organismos de fiscalización y justicia, es altamente probable que en el corto plazo, su responsabilidad política en temas sensibles como corrupción y endeudamiento lo apunten a él, en su condición de ex mandatario.
Correa vive el efecto bumerán de su control personal y cerrado de todas las funciones del Estado; la carencia de otros liderazgos en Alíanza País; y el antagonismo de 7 de cada 10 ecuatorianos a su estilo de conducción política arbitrario y polarizador.
A mí juicio comete un error estratégico al regresar, pues su presencia polariza el escenario y ésta vez, no sacará provecho de ello debido a su débil condición de expresidente devenido opositor de un régimen altamente respaldado.
Tratar de conservar los operadores que aún le quedan en la administración pública, es la táctica, el mensaje de comunicación que funciona como eje de su discurso es "la traición".
Este mensaje encubre su capacidad de presionar a sus operadores, y su conocida práctica de menoscabar la imagen de quienes serán víctimas de sus ataques.
En definitiva, viene a salvar lo insalvable.
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