domingo, 19 de noviembre de 2017

Palabras verdes



Publicado el 17 noviembre, 201716 noviembre, 2017 por AGN
[Bridget Gibbs Andrade]
Hace pocos días quedé sorprendida al enterarme que una de las mujeres más luchadoras del país -desafortunadamente su lucha es a favor de personas y causas viciadas-, tiene un blog verde en el cual publica artículos verdes llamado “Palabra Verde”. Si los artículos son de su autoría o no, queda en tela de duda, como todo lo que hizo y dijo durante los diez años del cacicazgo de su antiguo líder.
Este portal llama la atención por su gran titular: “Mujer de lucha comprometida con el país”. Al parecer el servicio al país quedó a un lado y primó el compromiso con varios bolsillos, evidentemente, no los del pueblo ecuatoriano… En el último artículo publicado el 2 de Noviembre, se critica abiertamente y sin temor al Presidente por su cambio de estilo “al alejarse de la propuesta política de AP que lo ayudó a ganar en las urnas”. ¿La propuesta ayudó? Todos sabemos lo que sucedió el 2 de abril…
En el 2007, cuando empezó el calvario de la revolución ciudadana, el futuro se veía prometedor para la militante verde. Anexaba a su hoja de vida una especialización en Derecho Ambiental y, su escalada en el sector público, llegó tan alta como la glosa de 41 millones ratificada en su contra por la Contraloría. Según el abogado Rafael Oyarte, la ex ministra “deberá responder por ese valor, incluso por la vía de la coactiva”. Ella, lo refuta.
Defensora acérrima de la inocencia de un querubín que vuela de celda en celda en la cárcel #4 impartiendo su evangelio “hoy por mí, mañana por ti”, el que comía seco de pollo y sánduches con su ex amiga en Los Ríos, le ha pedido no solo a su compañera sino a todos los que se hacen llamar “correistas duros” no desmayar en la causa por conseguir su libertad. De la misma manera y con premura también defiende al recién bautizado “comandante”, el que tiene un ático como trinchera y no usa boina, ni botas, ni uniforme camuflado; lo único camuflado podrían ser sus cuentas peluconas en varios paraísos fiscales. En el artículo mencionado al principio, increpan a sus compañeros por sufrir de Alzheimer al olvidarse que los cargos son temporales y no eternos. Un mal endémico que aqueja a la militancia verde, sin excepciones…
Antes de concluir, transcribo lo siguiente: “En las situaciones más críticas y difíciles es cuando aprendemos a diferenciar quienes actúan por principios y quienes por conveniencia”. ¿Adivinen en donde lo publicaron? Acertaron, en Palabra Verde, el blog de las paradojas revolucionarias… (O)

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