Ikiam: las dos caras de un sueño amazónico
Jesús Ramos, rector de Ikiam, y Saulo Luis Da Silva, docente de la universidad, expresan sus diferencias sobre la situación de uno de los proyectos emblemas de la revolución. Pero ambos coinciden que hay equipos subutilizados por los retrasos en la construcción de los laboratorios.
20 de noviembre del 2017
REDACCIÓN PLAN V
“Ikiam hoy es un problema ético”
El bioquímico Saulo Luis Da Silva tiene tres sumarios administrativos por poner supuestamente la institucionalidad en peligro.
Saulo Luis Da Silva,
PhD en biología molecular, Brasil. Docente en Ikiam desde 2015.
PhD en biología molecular, Brasil. Docente en Ikiam desde 2015.
¿Por qué los denunciantes aseguran que ustedes ponen en riesgo la institucionalidad de Ikiam?
Entregamos una denuncia a Augusto Barrera, secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt). Nosotros estamos discutiendo que hay una cantidad enorme cantidad de irregularidades que van desde lo administrativo hasta lo financiero. Hay situaciones laborales como acoso, discriminación. La primera denuncia que pusimos fue acerca de las convocatorias Semilla para postular proyectos, cada una era de 500.000 dólares, entre 2015 y 2016. Hasta que ingresó el nuevo rector, ya se había invertido aproximadamente la mitad. Con este nuevo rector se prefirió cancelar estos proyectos, porque estaban desorganizados, es verdad, hay que ser honestos. Pero los técnicos prefirieron cancelarlos. 21 proyectos aprobados en las dos convocatorias ya no siguen. En un correo que recibí se decía que los fondos de los proyectos fueron devueltos. Luego de que la prensa fue al campus dijeron que los proyectos no estaban cancelados sino activos. Lo digo porque yo fui coordinador de uno de esos proyectos (veneno de serpientes para fármacos), recibí 19.000 dólares para comprar equipos pero no consigo desarrollarlo si no podemos comprar los reactivos porque faltan 20.000 dólares.
“Lo digo porque yo fui coordinador de uno de esos proyectos (veneno de serpientes para fármacos), recibí 19.000 dólares para comprar equipos pero no consigo desarrollarlo”.
Eso ocurrió el año pasado, ¿les ha costado la decisión de hablar? ¿Hay amenazas?
Sí. El ambiente es horrible. Donde no hay ética no hay justicia. Ikiam hoy es un problema ético, antes que cualquier cosa. Se esperaba que la justicia sea equilibrada y poderosa, pero en Ikiam la única cosa que hay es poder. Porque se favorece amigos, se compra los apoyos y las personas que no están de acuerdo con ellos se quedan calladas.
¿Hay más profesores que coinciden con estas preocupaciones?
Somos Alina y yo. Ambos hemos pasado por muchas universidades en varias partes del mundo.
¿Es la primera vez que se encuentra en una situación así?
Nunca había pasado. Es por eso que dije ya no más. O Ikiam cambia o yo me voy. Yo publiqué artículos académicos, pero ¿cuanto apoyó Ikiam? Nada. Son los datos que yo traía desde Brasil, desde hace dos años, y fui desarrollando acá. Tiene el nombre de Ikiam porque todo artículo científico necesita la filiación.
¿Qué le llamó la atención para trabajar en Ikiam?
Yo venía a Yachay, pero cuando cambió de rector todos salimos. Ikiam me buscó y me invitó. Me gustó el proyecto. Dicen que estamos en contra, pero es un proyecto que puede ser muy bueno para el Ecuador. Me lo vendieron como una universidad de investigación. Yo trabajo en bioquímica de venenos de serpientes y trabajar eso en Ecuador para mí es fantástico porque hay 47 especies. Trabajo con venenos para producir fármacos. Yo creo que la universidad puede ser un gran suceso, pero necesita pensarse como universidad.
Hay otros investigadores que consideran a Ikiam como un laboratorio de espejismos. ¿Coincide con esta afirmación?
No porque es un tanto exagerado. Pero yo entiendo esa visión porque desde 2013 Ikiam podrían estar muy adelante de lo que tenemos hoy. En Brasil yo fui a un campus que estaba en cero, pero teníamos dos aulas y ningún laboratorio. En tres años, construimos un edificio tres pisos y 12 laboratorios, una biblioteca de tres pisos y dos bloques para oficinas.
¿Cómo encontró a Ikiam y cómo está ahora?
Desde que ingresé hasta ahora se han construido solo cinco aulas.
¿Y cómo estaba equipado?
Siguen con los mismos laboratorios desde 2015.
“Me lo vendieron como una universidad de investigación. Yo trabajo en bioquímica de venenos de serpientes y trabajar eso en Ecuador para mí es fantástico porque hay 47 especies”.
¿Estos son suficientes para investigar?
No. Es un caso bastante serio. Los laboratorios que están hoy tiene un nivel de escuela secundaria. Es verdad que se compró muchos equipos, pero la mayor parte están embodegados.
¿Y qué razón han dado para no usarlos?
Que no hay espacio.
¿Eso es verdad?
Es verdad. No tienen laboratorio para instarlos. Después de que la prensa fue para allá sacaron una cantidad enorme de equipos para parecer que están funcionando.
El manejo de las convocatorias a los proyectos Semilla 1 y 2, ¿qué conclusiones le deja?
Yo tengo casi 21 años de docencia y nunca incumplí un proyecto. A veces los objetivos no son alcanzados, pero es la primera vez en mi vida que no voy a finalizar un proyecto. Eso es malo porque tengo estudiantes que no van más a investigar.
En su denuncia también habla de supuestas irregularidades en el nombramiento de cargos. ¿Cuáles son estas?
El estatuto informa cuáles son los requisitos para nombrar los cargos, pero el rector se pasó por arriba del estatuto y nombró a personas que no tienen esos requisitos. Si no cumplen con los requisitos, ¿es legal que estén en esos cargos? Lo denunciamos porque tenemos nombramiento, pero están intentando sacarnos con los tres procesos que tenemos. Estoy apelando porque todo lo que está allí es mentira. Desde marzo hasta noviembre de este ao hemos entregado documentos en varias instituciones.
“El rector dice que son diferencias de opiniones. Si fuera así, ¿por qué hay procesos administrativos en nuestra contra?”.
¿Han recibido respuesta?
La presidencia nos dijo que envió a Senescyt y Senescyt nos llamó a nosotros para decir que no podía hacer nada. Nos recibió un subsecretario. Fuimos seis personas. Nos escuchó dos horas y nos dijo que enviáramos las denuncias al CES (Consejo de Educación Superior). Pero, ¡cómo ustedes están en el CES!, les dije. Y nos respondió: ‘nosotros no podemos involucrarnos con eso porque parece que es un grupo de docentes contra otro grupo de docentes’. Le dije que no. Aquí nada tiene que ver los docentes. El rector dice que son diferencias de opiniones. Si fuera así, ¿por qué hay procesos administrativos en nuestra contra? Dicen que somos pocos los docentes que estamos en contra, pero no ha contesta nada de las denuncias.
Usted también ha asegurado que inseguridad en los laboratorios en Ikiam.
Todos los laboratorios que manejan equipos con reactivos químicos, por una norma internacional, necesitan tener campanas de seguridad. Dentro se maneja reactivos volátiles, cancerígenos y explosivos. Las personas que respiran esos vapores pueden pasar por una serie de complicaciones. Según el rector no hay problema porque los estudiantes no manejan reactivos tóxicos. Mentira. Si existe un laboratorio y tiene un reactivo ya necesita esa campana y Ikiam no tiene ninguna. Esos laboratorios deberían estar cerrados hasta poner esos equipos. Es internacionalmente ilegal.
‘Hay diferencias de criterio con
una minoría muy pequeña de docentes’
una minoría muy pequeña de docentes’
El rector Jesús Ramos ha minimizado las denuncias a diferencias de opiniones con un grupo pequeño de profesores.
Jesús Ramos,
rector de Ikiam. Entrevistado en radio Sucesos por Juan Carlos Calderón y Verónica Larrea
rector de Ikiam. Entrevistado en radio Sucesos por Juan Carlos Calderón y Verónica Larrea
En septiembre del año pasado mediante decreto se nombró nuevos miembros de las Comisiones Gestoras de Ikiam, Yachay y UNAE. Tenemos un gobierno transitorio de estas comisiones gestoras (...) que efectivamente tenían miembros que no residían en el país. En el caso de Ikiam el pasado 1 de noviembre se presentó la renuncia por parte de los tres miembros que no estaban en el país. Los otros dos sí vivimos en Tena. Y nos consta, porque así lo dijo el secretario (Augusto Barrera) en una visita el pasado sábado, que esa es la misma situación de las tres universidades: aquellos miembros de las comisiones gestoras que no residen en el país han presentado su renuncia.
¿Usted estuvo en la visita que hizo Augusto Barrera? ¿Cuál fue el motivo de esta visita, las conclusiones y las respuestas a estas situaciones presuntamente anómalas?
“Es decir que no son declaraciones ajustadas al menos al criterio de la universidad y pueden tener un efecto perjudicial para su imagen”.
El Secretario ha estado visitando a las universidades,fue en el marco de las tareas normales de supervisión que tiene la propia Senescyt. Le hicimos un informe de la situación actual e hicimos un recorrido por las instalaciones que estamos finalizando (dos nuevos edificios), tuvo la oportunidad de conversar con toda la planta docente y recoger inquietudes. Sobre las diferencias que ha habido, por una parte lamentar que en algunos casos no se ha contado con la visión institucional, solo se ha tomado quizá como fuente de información algunas partes, no siempre se nos ha tenido en cuenta (...).
La salida de los profesores, por ejemplo, se enmarca dentro de un proceso normal. Deben tener en cuenta que la universidad es joven, tiene tres años y eso implica que todavía hay un ajuste de las mallas de las diferentes carreras. Eso lleva a ajustes en la planta docente. Salieron seis personas en marzo de este año, pero también han entrado 20 personas nuevas en octubre porque algunos de los perfiles no se adecuaban a las necesidades que tenían nuestras carreras.
Usted menciona que Augusto Barrera conoció la situación. ¿Cuál es la situación a su criterio con relación a lo que se ha denunciado? ¿Usted está de acuerdo con que hay problemas? ¿Qué está pasando con los equipos embodegados, la falta de seguridad en los laboratorios, el retraso de las obras, están desmotivados o no los alumnos?
Empiezo por lo último: para nada los estudiantes están desmotivados. En la feria científica que tuvimos en diciembre del año pasado se pudo demostrar que hubo un compromiso fuerte. Los mismos estudiantes presentaron proyectos de investigación muy interesantes y avanzados. Uno en concreto fue la entrega al Inamhi de una aplicación desarrollada por los propios estudiantes para el tratamiento automático de la red de estaciones metereológicas del país. Tiene la oportunidad todo el mundo que visita Ikiam de hablar con los estudiantes y hemos dicho que se pueden acercar a Ikiam para conversar con todos los sectores. Para nada hay esa desmotivación.
Lo mismo diría de la planta docente. Es cierto que hay diferencias de criterio, pero también es cierto que es una minoría muy pequeña de docentes que tienen o tendrían otra visión y manera de pensar la universidad. Y la mayoría sí estamos compartiendo una visión de universidad que tiene como carácter fundamental la formación de los jóvenes de la Amazonía. Por eso hemos subido el número de estudiantes amazónicos a más del 40%. Pero también Ikiam tiene un componente de investigación fuerte precisamente porque en la Amazonía se encuentra una serie de recursos para la región y el país. No hay esa visión y ese conflicto o imagen que se pretendió dar. Más bien lo que hay son diferencias de criterio y están establecidos los canales para confrontarlas.
Hay docentes que han comentado que existe un clima de miedo, persecución contra las personas que han denunciado estas supuestas irregularidades y que no pueden ser críticos porque enseguida hay represalias como procesos disciplinarios que ya se han iniciado contra dos docentes.
Su comentario tiene dos aristas. La primera es asumir la presunción de que existe ese clima de conflicto, que yo creo que no, como se pudo ver también en la reunión con el Secretario con todos los docentes. Ellos con toda libertad pudieron mencionar quejas y problemas y nada de esto surgió. Y lo sancionatorio es una cuestión que no sale del rectorado, hay denuncias por parte de unos funcionarios, de los dos vicerrectores y del coordinador investigación, no tanto por las declaraciones sino por la difusión de información -que no es que sea secreta- pero que no va en beneficio de la universidad. Es decir que no son declaraciones ajustadas al menos al criterio de la universidad y pueden tener un efecto perjudicial para su imagen. En ese sentido estamos en medio de un proceso de investigación, no se ha sancionado a nadie. Esta información se eleva a la Comisión Gestora que vio y decidió que se crease a una comisión de investigación y en eso estamos.
“La salida de los profesores, por ejemplo, se enmarca dentro de un proceso normal. Deben tener en cuenta que la universidad es joven, tiene tres años y eso implica que todavía hay un ajuste de las mallas de las diferentes carreras”.
¿Y usted preside la Comisión Gestora?
Sí el rector preside la Comisión Gestora.
Tengo entendido que estos oficios se remiten a la Comisión Gestora y usted tenía conocimiento de estos oficios para poder sancionar a los docentes.
Le repito que no es un tema de sanción, sino de investigación. En procesos que hemos tenido anteriormente, después de que la comisión evalúa se lo lleva a la Comisión Gestora y hay casos que se han desestimado. En este caso estamos en medio del proceso. El procedimiento es el siguiente: la denuncia llega al rector y el rector está obligado a someterlo al departamento de Talento Humano. Con ese informe se va a la Comisión Gestora que decide crear una comisión de investigación, donde las dos partes tienen la posibilidad de presentar sus argumentos.
Ahora ellos están denunciando que tiene al menos cuatro denuncias de faltas graves. ¿Eso implicaría una destitución?
Le vuelvo a insistir que eso no podemos saber hasta que termine el proceso administrativo que la comisión está investigando y de la que forma parte también un docente. Esa comisión elevará una propuesta de si debe haber o no una sanción.
¿Hubo una suspensión de 28 proyectos de investigación?
No. Hubo la suspensión de ocho proyectos que en la mayoría de los casos estaban ligados a funcionarios que dejaron de trabajar como fue el caso del anterior rector. O bien eran funcionarios que continúan en la universidad, pero que desistieron de ese proyecto porque buscaron fuentes externas. O bien estaban ligados a los seis docentes que se les terminó el contrato en marzo de 2017.
¿Hay equipos comprados y subutilizados?
Hay equipos comprados y subutilizados o embodegados hoy día sí, porque la construcción del laboratorio es cierto que se ha retrasado y esperamos tener la obra lista para finales de mayo. Y (los laboratorios) los vamos a tener listas en diciembre. Eso quiere decir que no podemos ubicar esos equipos en el laboratorio hasta diciembre.
¿Cuál es el reto que usted asumió? Le hago esta pregunta porque el país no aguantaría un segundo Yachay en el sentido de que hay un proyecto, un sueño universitario y se han dado un montón de problemas. En el caso de Ikiam hay también una serie de denuncias, pero cuando conversábamos con uno de los profesores afectados admitía que había una enorme potencialidad para el conocimiento. Ikiam tiene tres años y estamos esperando que ya tenga las grandes investigaciones cuando solo obtener un resultado de una investigación dura mucho tiempo. ¿Cuáles son las perspectivas de Ikiam en este proceso?
Ikiam tiene mucho potencial por las carreras que manejamos como las que están en el área de biotecnología y efectivamente tenemos un potencial enorme. De hecho ya hay investigaciones en marcha. Tenemos el caso concreto de la doctora Carolina Proaño que a partir de la piel de la rana ha identificado más de 70 componentes que podrían tener un potencial efecto como fármaco. Hasta que eso se efectivice en un fármaco pues se necesita mucha más investigación. Lo estamos haciendo en una doble vía: por un lado en el marco de la conservación de anfibios lo que nos permite tener identificados el potencial de ranas que pueden ser utilizadas para medicamentos y por otro lado el trabajo que hacemos con el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública para avanzar en la generación de esos posibles fármacos. Otro caso que estamos investigando es el suero de serpiente porque el país lleva 10 años que no produce y lo importa desde Costa Rica. Tenemos en Ikiam el recurso biológico a disposición y tenemos la capacidad instalada. Aún así aún no tenemos los laboratorios instalados. Eso nos hace acercarnos a otras universidades como la Católica, la Espol, la de Cuenca y trabajar de manera conjunta con ellos.
¿Qué tipos de laboratorios se están instalando?
“Hubo la suspensión de ocho proyectos que en la mayoría de los casos estaban ligados a funcionarios que dejaron de trabajar como fue el caso del anterior rector”.
Por un lado para ver el ADN, la composición de animales y plantas; el de bioquímica, es decir una vez que tengo identificado el elemento cómo lo puedo utilizar para que sea útil para los seres humanos. Uno de microscopía y otro que es para la calidad del agua. En cuanto a la demora se inicia, como el mismo Secretario anunció, en el proceso de contratación que fue un día antes de que ingrese como rector. No se contaba con todos los estudios que respondiesen a las demandas de la universidad: las aulas tenían una capacidad de 15 estudiantes, nosotros debemos tener -acogiéndonos a la ley- capacidad para 30 estudiantes. Entonces nos tocó rediseñar. Tuvimos que readecuar la parte administrativa y aumentar el conjunto de aulas. Y lo mismo sucedió en el edificio de laboratorios.
¿Estos retrasos corresponden a una mala planificación?
Es cierto que cuando surge la consultoría inicial no había la normativa municipal que exigía una distancia al río de 20 metros. En el proceso surge esa normativa y lo que hicimos fue desplazar el edificio. Pero no supuso un problema principal. El problema principal fue el rediseño.
¿Qué pasa con las comunidades? ¿Cuál es su participación?
Es cierto que se cerraron proyectos, dos en concreto, que tenían un trabajo con las comunidades. Pero tenemos en marcha un montón de otros proyectos con las comunidades, empezando por la propia gestión de la reserva ecológica de Chalupas. Tenemos una guía de agro biodiversidad y una guía de los espacios de interés ecológicos para el Napo. Donde más estamos trabajando es en lo que tiene que ver con el riesgo hidrológico. Las 23 comunidades en el área de influencia de Ikiam y otras del cantón Tena están ubicadas en zona de riesgo. Con ellas estamos trabajando en doble vía: calidad del agua y tratamiento de las aguas servidas, que es el principal problema que tienen las comunidades y los mapas para identificar la zonas riesgo. También apoyamos a los productores de guayusa.
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