"Moreno sigue siendo Alianza PAÍS, solo dejaron de insultar": Fabricio Villamar
El asambleísta de CREO por Pichincha analiza la actual coyuntura política, y denuncia un posible atentado contra el presidente Lenin Moreno. Al mismo tiempo, cree que la división en PAÍS es en torno a la consulta, pero no sobre el juicio político contra Jorge Glas. Para el legislador, es importante un recambio en el bloque de PAÍS que traiga nuevos interlocutores que propicien una agenda legislativa conjunta con la oposición.
13 de noviembre del 2017
FERMÍN VACA
¿Qué diferencia hay entre el momento político de la primera presentación de un juicio político contra Jorge Glas y la situación actual? No ha habido un aumento sustancial en los apoyos a ese pedido...
El momento político cambia por el inicio de las acciones legales y el encarcelamiento del vicepresidente. Eso ha llevado a pensar a los asambleístas de Alianza PAÍS que algo más que la voluntad de proteger al compañero hay, así como el efecto de lo que ha hecho la oposición al denunciar que son protectores de la cleptocracia y la corrupción. Algunos piensan que no deben estar metidos en eso, que no deben pagar los platos rotos de algo que no han hecho. Esta coyuntura ha cambiado las circunstancias. En términos formales, el 80 u 85% de los elementos del primer juicio político están en éste, y lo que se adiciona es lo que ha dicho el mismo fiscal de Alianza PAÍS: que hay indicios suficientes para vincular a Glas a un caso de cohecho, concusión o lavado de activos.
"En términos formales, el 80 u 85% de los elementos del primer juicio político están en éste, y lo que se adiciona es lo que ha dicho el mismo fiscal de Alianza PAÍS: que hay indicios suficientes para vincular a Glas a un caso de cohecho, concusión o lavado de activos".
Pero, a pesar de eso, solo una asambleísta de PAÍS se ha alejado de la línea partidista y apoyó el pedido, que cuenta en rigor con 54 asambleístas de oposición y una sola del bloque oficialista. ¿Han pasado cuatro meses y no se logra una clara fractura del bloque de PAÍS?
La fractura del bloque de PAÍS se está dando por otras condiciones, y es el por el tema de la consulta popular. Se está dando por definir quiénes se quedan con el grupo de Moreno y quienes están con Correa. Que una sola persona de PAÍS haya firmado evidencia que solo ella tuvo la valentía, algunos lo dijeron públicamente pero no lo hicieron.
El pedido anterior se desechó en el Consejo Administrativo de la Legislatura porque, según dijo el presidente José Serrano, no hubo indicios de responsabilidad penal. ¿Se puede usar el mismo argumento ahora?
El proceso anterior se desechó porque José Serrano le pidió una certificación a Caminosca sobre los documentos que se presentaron, y esa empresa extendió un certificado diciendo que los documentos eran secretos. Serrano ha dicho en una entrevista que el juicio político no depende de las pruebas, ni de las evidencias, sino de quien lo presente. No es que estuvo mal plateado el juicio, sino que fue una maniobra de protección de Alianza PAÍS a uno de sus miembros involucrados en corrupción.
¿Con esa lógica, la "protección" puede seguir de manera indefinida por parte de PAÍS?
No, porque el momento cambia. Hay riesgos de ambos lados, para Lenin Moreno, el riesgo es que mientras siga Jorge Glas como vicepresidente de la República, el presidente debe preocuparse de su salud y hasta de qué come. Si Glas sale del escenario, en cambio, habrán intereses en la vicepresidencia, se decía que José Serrano podría querer ser vicepresidente, pero creo que habrá analizado que le conviene más ser presidente de la Asamblea.
¿Usted menciona algo que se ha convertido en un tabú en la política nacional, la salud del presidente Moreno?
No me refiero a su condición física, sino al peligro que conlleva que alguien pueda atentar contra la vida del presidente. Está latente el riesgo de un atentado contra el presidente, se ha demostrado que había un grupo delincuencial atentando contra los bienes del Estado, no sería raro que también se quiera atentar contra la vida del presidente y abrir la sucesión de esa manera.
"Está latente el riesgo de un atentado contra el presidente, se ha demostrado que había un grupo delincuencial atentando contra los bienes del Estado, no sería raro que también se quiera atentar contra la vida del presidente y abrir la sucesión de esa manera".
El hecho de que Jorge Glas salga de su cargo parece depender de que la Asamblea aplique la Constitución. ¿Cómo se puede destrabar en el Legislativo este problema político?
Hay varios escenarios para la salida de Glas. El primero es el juicio político. El segundo el abandono del cargo, el tercero la destitución a la persona para no ocupar cargos públicos por parte de la Contraloría. También una renuncia.
Pero varios abogados han cuestionado que la Contraloría pueda destituir un presidente o vicepresidente por hechos de un cargo anterior. ¿El contralor se va a convertir en quien pone presidentes?
Esa es la gran discusión que tiene que haber en la Asamblea. Yo pedí en la última sesión que la Asamblea trate ese tema, en mi opinión, la Contraloría puede dar elementos, pero la decisión la debe ejecutar la Asamblea. Pero Serrano no pone eso en el orden del día.
Lo que nos regresa al problema de los votos. ¿Sigue la oposición sin tener los votos suficientes para poder cesar, por la vía que sea, a Glas?
No exactamente, porque si un funcionario público no acata lo que le dice la Contraloría, es sujeto de desacato, si hay una destitución y no se cumple, podría haber una destitución de quienes voten en contra.
Cinco de siete vocales del Consejo Administrativo de la Legislatura ya votaron en contra del juicio político. ¿Se repetirá esa maniobra?
No lo creo, porque el propio José Serrano ha dicho que Jorge Glas debería dar un "paso al costado". Él planteaba la renuncia del vicepresidente. Hay asambleístas manabitas que evidencia un nuevo bloque en Alianza PAÍS, con nuevos liderazgos y nuevos interlocutores con la oposición. Es imposible conversar con la señora Aguiñaga, con Espinosa y otros. Si hay un bloque nuevo, con nuevos liderazgos, se debe reever la conformación de las comisiones legislativas. Quien representa en el CAL a los aliados de PAÍS y en las comisiones deben ser reemplazados.Va a haber una pelea de intereses en PAÍS.
¿Y esos intereses, podrán ser procesados en PAÍS o llevarán a una ruptura definitiva?
Respecto de la consulta popular hay una división evidente. Pero respecto del juicio político no está claro. Los vemos juntos votando, por ejemplo, la reforma tributaria. En el camino se pueden ahondar las diferencias, depende de sus intereses, no hay estructuras ideológicas sino por la cercanía con el Gobierno.
Qué pasa con la gestión del Ejecutivo, que no platea reformas sustanciales, derogatorias de leyes polémicas, que acaba de mandar una Ley económica que ha provocado críticas. ¿Ha aumentado el presidente Moreno su margen de maniobra política desde el 24 de mayo o sigue igual?
Moreno ganó la presidencia. Pero no ha ganado el Gobierno, por eso recurre a la consulta, con la que espera captar las entidades de control. Recién ahí podrá empezar a gobernar, aunque no es que hay un cambio en la manera de gobernar. Lenin Moreno es Alianza PAÍS, es parte de una estructura que tuvo un grupo delincuencial en el centro, y está manteniendo los mismos esquemas económicos de Rafael Correa y su equipo económico. No hay cambios de visión, hay formas diferentes, pero los criterios económicos que nos han llevado a la crisis son los mismos: más impuestos. Siguen siendo Alianza PAÍS solo que dejaron de insultar.
"Moreno ganó la presidencia. Pero no ha ganado el Gobierno, por eso recurre a la consulta, con la que espera captar las entidades de control. Recién ahí podrá empezar a gobernar, aunque no es que hay un cambio en la manera de gobernar".
¿En ese marco, es genuino el interés de desmontar el "Estado de propaganda" del correísmo?
El que hayan llamado a los medios de comunicación a denunciar y publicar han permitido el reflote de Moreno, por fuera de la sombra de Correa. Estos casos de corrupción permiten transparentar las responsabilidades de los correístas más acérrimos. Hay un timing perfecto entre la Contraloría y la Fiscalía. Cada quince días hay un escándalo nuevo, sino es el caso del vicepresidente es el de la señora Aguiñaga, se están comiendo desde adentro entre ellos.
¿Hay injerencia del Ejecutivo en la Fiscalía y la Contraloría? ¿Se han convertido en la punta de lanza del Gobierno?
No sé si la Fiscalía, pero queda claro que la Contraloría comienza a sacar indicios penales que el interior contralor no sacaba. La oposición es más fuerte ahora, estamos renovando cuadros, tenemos asambleístas jóvenes que no tienen miedo, como es el caso de Ana Galarza o Esteban Bernal. Los estamos debilitando.
La oposición llegó sin agenda conjunta. ¿Continúan esas perspectivas distintas o son ya más orgánicos?
La oposición no tiene una agenda conjunta pero tiene acciones coordinadas y el mismo objetivo, que no es Jorge Glas, sino Alianza PAÍS como estructura. En los últimos cinco meses más que despedazar a Glas se está mimando la credibilidad de Alianza PAÍS, que es una organización en donde hubo muchos casos de corrupción.
¿Y además de eso, qué otras propuestas tiene la oposición?
Hay puntos de coincidencia, como el tema ambiental por ejemplo. Vamos a coincidir en temas de empleo con los socialcristianos, con el bloque de Suma compartimos una agenda programática, tenemos coincidencias específicas, pero el reto es convencer a Alianza PAÍS de que debe haber una mayor apertura, de que deben tener nuestros intelocutores. Es necesario acordar con PAÍS una agenda de fiscalización y legislación. Sino se logra, la Asamblea va a seguir en temas intrascendentes que no aportan en nada al Ecuador.
¿Cómo analiza la gestión de José Serrano? Él al principio estaba en una línea más cercana a la ortodoxia de PAÍS, pero ahora ha apoyado a Moreno. ¿Cómo entender sus acciones?
Serrano le sigue al poder, y como ahora se está inclinando del lado de Moreno, es posible que se acerque más a Moreno. No creo que tenga habilidades como intelocutor, pero es un político que entiende los cambios del momento. En el bloque hemos discutido la necesidad de estirarle la mano a PAÍS para que superen la etapa de proteger a los corruptos y buscar una agenda legislativa. Tenemos diferencias, como nuestro rechazo a los impuestos y al endeudamiento agresivo. Hay mucho que conversar, pero ellos no entienden la democracia, creen que porque tienen un voto más ya dominan todo. Todos tenemos un pedacito de razón y debemos conversar.
¿Qué pasa con el factor Rafael Correa? ¿Si vuelve al país se podría alterar este escenario político?
Creo que sí se podría alterar, pero en función de terminar de dividir su tendencia. PAÍS podrá tener el 35% de votación sólida, que se ha dividido entre dos cacicazgos. Se debe plantear una tercera vía para el futuro del país.
El caso de Abdalá Bucaram parece evidenciar que un líder ausente pronto se queda sin partido y sin influencia. ¿Le puede pasar eso a Correa sino regresa?
El otro ejemplo es lo que pasó con Lucio Gutiérrez, quien entendió que era mejor estar preso seis meses y recapitalizar lo que tenía. Si Correa vuelve es posible que recapitalice su clientela política o que termine en la cárcel.
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