"Black friday" correísta
Un ex gobernante que creó una refinería invisible, un satélite que nunca sirvió, elefantes blancos y carreteras con los más altos sobreprecios, pero sin duda su mayor logro fue dividir al país en dos pedazos difícilmente reconciliables, llegará al país a afectar el diálogo abierto por el actual mandatario. Divide y vencerás era la máxima de Maquiavelo, quizás siga siendo la estrategia de Correa. Un viernes para relanzar ofertas incumplidas.
23 de noviembre del 2017
POR: Miguel Antonio Moreira
Comunicador. Es máster universitario en Imagen, Publicidad e Identidad Corporativa por la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Director de la agencia creativa SOMOS Imagen & Comunicación. Apasionado por la reputación, marca personal y comunicación política.
Quizás este viernes negro en Ecuador, sea recor-dado como el día en que las ofertas más falaces fueron relan-zadas".
El ex presidente Rafael Correa anunció que regresa al Ecuador para según él "defender los programas sociales y los avances económicos que considera se lograron durante sus 10 años de gobierno”. Lo paradójico de su regreso al país, tras una estancia de más cinco meses en Europa, desde Bélgica, donde en un ático, es que nunca dejó de despotricar contra su sucesor. El retorno coincide con el "Black friday", el carnaval de ofertas norteamericano que sigue al Día de Acción de Gracias y que los comerciantes locales anuncian, y que casi copian igual.
¿Es que acaso en sus 10 años de gobierno fue extremadamente inocente como para no darse cuenta de los presuntos vicios de su vicepresidente y muchos de sus ministros o se pasa de negligente al punto de desconocer cada caso de corrupción de sus funcionarios, alegando que solo quieren ensuciar la Revolución Ciudadana?
En los últimos meses el gobierno de Lenín Moreno, además de querer enrumbar al Ecuador hacia un diálogo con todos los sectores de la sociedad, no ha escatimado esfuerzos en anunciar con bombos y platillos que destapará cada caso de corrupción de la administración pasada, que apunta incluso a muchos de sus ministros y que mantiene en la cárcel 4 al vicepresidente Jorge Glas, a la espera de una posible condena de hasta cinco años.
Con su regreso, la estrategia de Rafael Correa será posicionarse de nuevo en la mente de miles de ecuatorianos que aún lo creen el salvador de la patria. Ya se han activado dos hashtags en Twitter: #BienvenidoRafael y #EsmeraldaSeRespeta, provincia donde se realizará la convención de la facción correísta del movimiento Alianza PAÍS y que pretende dará impulso al regreso del ex presidente que en diez años creó un modelo de gobierno perverso y maquiavélico, con todos los poderes del Estado dependientes del Ejecutivo y con medios de comunicación públicos manejados a su antojo.
Un economista graduado en Lovaina que para muchos fue un pésimo administrador de la abundancia y el boom petrolero del Ecuador. Un ex presidente que en diez años fue restando su credibilidad cuando intentó vender un movimiento Alianza País, como el gobierno de las manos limpias pero que terminó siendo la misma partidocracia de bolsillos ardientes, nuevos ricos o pelucones que empezaron a adquirir residencias en Samborondón o en lujosos condominios de algunas ciudades del país.
De alguna manera, el correato también fue para el Ecuador una suerte de viernes negro, pues fue un régimen que recibió el país en 2007 con una deuda de algo más de 10 mil millones de dólares, producto de décadas de varios presidentes y malas administraciones. Y que en tan solo una década de su gobierno, lo entregó con una deuda por encima de los 45 mil millones de dólares y una profunda crisis económica.
Un ex gobernante que creó una refinería invisible, un satélite que nunca sirvió, elefantes blancos y carreteras con los más altos precios, pero sin duda su mayor logro fue dividir al país en dos pedazos difícilmente reconciliables, llegará al país a afectar el diálogo abierto por el actual mandatario. Divide y vencerás era la máxima de Maquiavelo, quizás siga siendo la estrategia de Correa. Quizás este viernes negro en Ecuador, sea recordado como el día en que las ofertas más falaces fueron relanzadas.
¿Es que acaso en sus 10 años de gobierno fue extremadamente inocente como para no darse cuenta de los presuntos vicios de su vicepresidente y muchos de sus ministros o se pasa de negligente al punto de desconocer cada caso de corrupción de sus funcionarios, alegando que solo quieren ensuciar la Revolución Ciudadana?
En los últimos meses el gobierno de Lenín Moreno, además de querer enrumbar al Ecuador hacia un diálogo con todos los sectores de la sociedad, no ha escatimado esfuerzos en anunciar con bombos y platillos que destapará cada caso de corrupción de la administración pasada, que apunta incluso a muchos de sus ministros y que mantiene en la cárcel 4 al vicepresidente Jorge Glas, a la espera de una posible condena de hasta cinco años.
Con su regreso, la estrategia de Rafael Correa será posicionarse de nuevo en la mente de miles de ecuatorianos que aún lo creen el salvador de la patria. Ya se han activado dos hashtags en Twitter: #BienvenidoRafael y #EsmeraldaSeRespeta, provincia donde se realizará la convención de la facción correísta del movimiento Alianza PAÍS y que pretende dará impulso al regreso del ex presidente que en diez años creó un modelo de gobierno perverso y maquiavélico, con todos los poderes del Estado dependientes del Ejecutivo y con medios de comunicación públicos manejados a su antojo.
Un economista graduado en Lovaina que para muchos fue un pésimo administrador de la abundancia y el boom petrolero del Ecuador. Un ex presidente que en diez años fue restando su credibilidad cuando intentó vender un movimiento Alianza País, como el gobierno de las manos limpias pero que terminó siendo la misma partidocracia de bolsillos ardientes, nuevos ricos o pelucones que empezaron a adquirir residencias en Samborondón o en lujosos condominios de algunas ciudades del país.
De alguna manera, el correato también fue para el Ecuador una suerte de viernes negro, pues fue un régimen que recibió el país en 2007 con una deuda de algo más de 10 mil millones de dólares, producto de décadas de varios presidentes y malas administraciones. Y que en tan solo una década de su gobierno, lo entregó con una deuda por encima de los 45 mil millones de dólares y una profunda crisis económica.
Un ex gobernante que creó una refinería invisible, un satélite que nunca sirvió, elefantes blancos y carreteras con los más altos precios, pero sin duda su mayor logro fue dividir al país en dos pedazos difícilmente reconciliables, llegará al país a afectar el diálogo abierto por el actual mandatario. Divide y vencerás era la máxima de Maquiavelo, quizás siga siendo la estrategia de Correa. Quizás este viernes negro en Ecuador, sea recordado como el día en que las ofertas más falaces fueron relanzadas.
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