martes, 14 de noviembre de 2017

¿Qué tapa el correísmo en el salvataje a Espinosa?

  en La Info  por 
¿Cómo explicar que el correísmo haya logrado impedir que se interpele al ex ministro y asambleísta de Alianza País, Augusto Espinosa, por el caso de las cientos de denuncias de abuso sexual a menores en colegios y escuelas?
La pregunta no solo plantea una interrogante por la serie de hechos inexplicables ocurridos en la Asamblea la tarde del lunes 13 de noviembre que permitieron salvar a Espinosa. La pregunta, además, va cargada con el estupor que produce saber que está en marcha un proyecto de impunidad. Un proyecto de impunidad que opera, con mucho éxito por cierto, incluso en casos tan abominables como el del abuso sexual a menores.
Varias cosas ocurrieron para que el Consejo de Administración de la Legislatura, CAL, haya tenido una coartada para bloquear el juicio a Espinosa. Para comenzar la inesperada e inexplicable ayuda de la socialista Silvia Salgado, la presidenta de la Comisión Aampetra, que se había conformado para investigar el tema. Hasta el mediodía, parecía dispuesta a colaborar con el juicio y tenía un informe cargado de elementos que había sido elaborado durante la mañana por todos los miembros de esa comisión y que estaba lleno de elementos para jusitificar el pedido de interpelación. Pero ¡oh sorpresa!, en la tarde Salgado cambió de parecer y presentó un informe irreconocible por los miembros de Aampetra en el que todo estaba curiosamente mal hecho. Ella trató de incriminar a sus asistentes por el desastre, pero para los otros miembros de Aampetra era evidente que la Presidenta de la comisión estaba protagonizando un fraude. Si en la mañana habían documentos en que se mostraba que Espinosa había confesado que sabía de las denuncias y que no era cierto que había entregado información al actual Ministerio de Educación, para la tarde nada de eso estaba en el informe. Incluso, habían desaparecido las evidencias que mostraban que en el caso de La Condamine se habían cometido negligencias.
Con esa ayuda tan expedita de Salgado, para los miembros del CAL la misión de salvar a Espinosa se había facilitado enormemente. Faltaba hacer, en todo caso, una trampa más para que el operativo estuviese completo. Como los miembros del CAL no querían aparecer luego de la sesión únicamente negando el juicio, se inventaron una resolución que tenía dos partes: en la primera se decía que se autoriza al presidente de la Asamblea, José Serrano, a iniciar todas las acciones legales y penales en contra de los abusadores, y, en la segunda, se señalaba que el pedido de juicio no estaba técnicamente bien presentado y que, por eso, se negaba. ¿Por qué trampa? Porque al poner como primer punto el tema de las acciones legales y penales se estaba colocando entre la espada y la pared a los dos miembros del CAL de la oposición: Patricio Donoso de CREO y Juan Fernando Torres del PSC. Si votaban en contra, el correísmo los hubiera acusado de no querer sancionar a los responsables. Por eso, Donoso y Torres se abstuvieron y denunciaron más tarde la trampa en la que los correístas los metieron.
Con todo ese fraudulento tinglado armado, el CAL finalmente anunció que no habría juicio. El anuncio lo hizo el propio José Serrano, presidente de la Asamblea quien se agarró del fraudulento informe de Salgado para decir, con todo el cinismo del caso, que en mismo hubo elementos importantes para descartar el juicio.
Fue así como, con los votos y la voluntad de José Serrano, Carlos Bergman, Soledad Buendía y Viviana Bonilla las responsabilidades políticas en aborrecible escándalo de los abusos a menores quedó en la más completa impunidad.
¿Por qué lo hicieron? ¿Cómo es posible que se haya torcido tanto y en tan poco tiempo todo un procedimiento para evitar que haya una interpelación a quien aparece como el responsable del andamiaje institucional que socapó el horror? ¿Únicamente se quiere proteger a Espinosa?
Luis Fernando Torres cree que tras todo el operativo para mantener a Espinosa a salvo está también el temor del correísmo a que se interpele el sistema educativo montado durante el gobierno de Rafael Correa. En efecto, en el pedido de jucio planteado por Jeannine Cruz de CREO se incluían temas que tenían que ver con el sistema educativo y la forma en que se escogieron los profesores que luego fueron denunciados por los menores y sus padres. Si quieren evitar que se les empapele como corruptos tampoco desean que se saque a la luz todo lo que estuvo mal en un sistema educativo que la propaganda correísta incorporó como parte del supuesto milagro ecuatoriano. En efecto, en el montaje publicitario que el aparato de propaganda del correato hizo, el sistema educativo era parte fundamental de esa suerte de mundo feliz en que se suponía vivían los ecuatorianos. Echar abajo ese mito sería reconocer que ese mundo feliz y radioso sin problemas ni angustias no existió.
Pero hay quienes creen que tras el operativo de impunidad debe haber algo mucho más grave y grande que la protección de Espinosa y del sistema eductivo correísta. María de Lourdes Cuesta, la legisladora de CREO que integra Aampetra, teme que incluso pueda haber una red de pornografía infantil o algo así a la que se esté tratando de proteger. En todo caso, hay un trasfondo desconocido que explica por qué, a pesar del inmenso costo político que suponen todas las trafasías hechas en Asamblea, el correísmo decidió actuar en forma tan descarada y desvergonzada para salvar a Espinosa.
Su gran victoria, por ahora, es que la responsabiidad política del caso ha quedado en la total impunidad. Lo que hay, tras la bancada de Alianza País en Asamblea es eso: un inmenso proyecto de impunidad. 

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