domingo, 2 de abril de 2017

El debate



Francisco Febres Cordero
¿Vieron el debate? No pues el debate entre los candidatos sino el debate de nuestra selección, en que se debatía su presencia o no en el Mundial de Rusia. Lo cierto es que todos estábamos nerviosos, inseguros, cuando en eso apareció el fiscal de la FIFA que, para tranquilizar a la afición, declaró que él sí sabía contra quién íbamos a jugar: contra Colombia. Qué bestia, ¡cómo le pifiaron!
La afición debatía también si iba a jugar Miller Bolaños por la izquierda, cuando en eso anunciaron que no iba a presentarse ni en el camerino porque estaba medio lesionado de la lengua y en esas condiciones no podía usar la cabeza para cabecear, que es su fuerte.
Las nubes de pronto se ennegrecieron y amenazaban lluvia, cuando en eso salió el árbitro argentino, elevó sus ojos al cielo y dijo que como el partido debía realizarse sin amenaza alguna, iba a meter presos a los que amenazaran cualquier cosa. Bien enérgico el árbitro. Cómo sería que las nubes se disiparon y salió el sol. Chuta, pero los que querían que el partido se jugara con lluvia porque pensaban que eso nos iba a ayudar, le acusaron al sol de traidor, de favorecer al enemigo y hasta de ser agente de la CIA.
Total, con este ambiente de tensión, comenzó el partido. Como la Tri se mostraba insegura y Colombia presentaba mayores posibilidades, a los 13 minutos del primer tiempo algunos aficionados quisieron hacer un exit pol para ver por dónde iban las preferencias, pero los colombianos, que no están familiarizados con ese lenguaje, creyeron que les pedían un exit gol y lo marcaron en el minuto 17, pero por suerte el árbitro lo anuló porque el gol no estaba bien registrado. Ni el exit tampoco.
Dos minutos más tarde, sin embargo, James Rodríguez encajó otro gol a boca de urna que dejó a la Tri totalmente alelada. Tonces el locutor que transmitía por la tele dijo que lo que necesitaban nuestros muchachos era ser más ofensivos y eso creo que oyeron unos espectadores que habían ido llevando unas trompetas grandotas y comenzaran a hacerlas sonar durísimo para ser más ofensivos.
A pesar del sol, hacía un frío que para qué les cuento. Con razón que en el minuto 38 hasta se nos congeló la geometría porque Cuadrado nos marcó el segundo gol, que nos dejó a todos con caras de paralelepípedo rectangular.
¡Qué decepción de la Tri! ¡Qué mal que jugaba! Entonces una parte del público comenzó a gritar cambio, cambio y el árbitro, creyendo que le gritaban a él y no al entrenador, le sacó tarjeta roja al Caicedo porque cometió una falta y casi le deja sin el pantalón a un colombiano, algo que es prohibidísimo porque, según las nuevas reglas, un jugador no puede seguir jugando sin pantalón, o sea off short.
Cuando se acabó el partido ya no hubo debate sino unanimidad: todos estábamos seguros de que no nos vamos a Rusia.
Afuera del estadio, las trompetas ya no sonaban sino que volaban, pero contra las cabezas de los que le habían gritado al entrenador cambio, cambio, cambio.
Y así se acabó ese partido. Por suerte ahora jugamos otro y, puestos la camiseta del Ecuador, vamos a ganar todos. (O)


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