Hablando de pozos
Publicado el 2017/04/21 por AGN Diario El Mercurio
[Bridget Gibbs Andrade]
La palabra “pozo” viene del latín “puteus” -hoyo profundo, túnel o perforación vertical en la tierra-, los que se utilizaban para obtener agua en el siglo XII a.C. Este vocablo ha dado lugar a topónimos de lugares caracterizados por la existencia de pozos, como Pozzuoli en Italia, o Puzol en Valencia, España. También hay los llamados “pozos negros o sépticos”, los que construyen junto a viviendas sin sistema de alcantarillado; recolectan aguas sucias provenientes de esas casas. En algunos juegos de naipes, se denomina pozo al “fondo común” que no es otra cosa que la cantidad de dinero acumulada por apuestas, destinada al ganador de la partida. Existen también pozos creados para extraer petróleo. Hay una serie de expresiones que usamos de forma coloquial con este vocablo, como por ejemplo la locución verbal “caer en un pozo”, cuando queremos que algo quede en secreto o en el olvido.
La convulsión social que está suscitando la actuación del CNE y su presidente, el Dr. Pozo, es un claro ejemplo de lo que denota establecer instituciones partidistas, tarde o temprano pierden legitimidad y credibilidad. Las protestas ciudadanas revelan dudas válidas sobre la transparencia del sufragio electoral. Cinco vocales leales al gobierno conforman el CNE; en él, ya no existe la tesis de observancia mutua que había antes de Montecristi, donde había una vigilancia entre partidos con algunos de sus delegados. En la primera y segunda vuelta, este organismo no cumplió con la ley electoral ni con su tarea de garantizar imparcialidad. La desconfianza que ha generado el CNE junto a Pozo, no solo está en las irregularidades cometidas por este ente administrativo, sino en la negativa a aceptar la misión de observación electoral de la Unión Europea, la que hace un monitoreo desde la campaña electoral hasta la seguridad del software utilizado.
El argumento dado para no aceptar esta observación estuvo acompañado de una gran dosis de ignorancia… la vocal Nubia Villacís explicó que como el Ecuador no puede observar las elecciones en Europa, aquí no son bienvenidos los observadores europeos. Con esta afirmación es aceptable preguntarnos si la decisión fue parte de un cálculo cuántico -de esos que Lenin sabe al agüita-, para impedir que el proceso sea verificado.
Dicho esto, podríamos elucubrar si el Dr. Pozo quiso hacernos “caer en un pozo”, para que las irregularidades de las elecciones queden en el olvido, o, en su defecto, no sepamos como manejaron el “fondo común” destinado al ilegítimo ganador, o por último, nos corresponda a cada uno decidir en qué clase de pozo nos ahogó la fallida y reprochable revolución… (O)
Dicho esto, podríamos elucubrar si el Dr. Pozo quiso hacernos “caer en un pozo”, para que las irregularidades de las elecciones queden en el olvido, o, en su defecto, no sepamos como manejaron el “fondo común” destinado al ilegítimo ganador, o por último, nos corresponda a cada uno decidir en qué clase de pozo nos ahogó la fallida y reprochable revolución… (O)
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