Es muy común encontrarse con colegas y escucharlos hablar acerca del romanticismo que encierra la aviación. Y es verdad, quienes hemos trabajado en este adictivo negocio comprendemos su real connotación. Sin embargo, ése sentimiento es insuficiente para que una empresa funcione.
Los empresarios buscan números azules, y es lógico, son empresarios no filántropos. A lo largo de los años, muchos apostaron en materializar sus ideas y pasiones en empresas. Algunas se establecieron y se consolidaron en distintas regiones de la Costa, Sierra, Oriente e incluso en la región Insular; otras no corrieron con la misma suerte y sucumbieron ante el tenaz trajinar de mantenerlas volando.
Pero ese esfuerzo y ánimo emprendedor que de por sí se ha desenvuelto dentro de un entorno difícil, se vio aún más enrevesado desde hace una década atrás, para ser mas preciso, desde que inició lo que hoy en día llaman la “década ganada”. Pues sí, la aviación en el Ecuador dejó de ser aquel romántico negocio por el cual valía la pena apostarlo todo.
Hoy, ésta se encuentra contraída, sin empresas que fomenten sus bases; el emprendimiento local ha ido desapareciendo mientras que, por el otro lado, los principales jugadores del mercado latinoamericano se han ido consolidando con el tráfico doméstico, indistintamente de su arrepentimiento de haber confiado en un país cuyo gobierno además de corrupto, ha sido tramposo y sin palabra. Incluso, la propia aerolínea estatal está buscando desesperadamente un salvavidas a través de un viciado proceso de venta, preparado por los mismos que la quebraron.
Tame se juega una partida, quizás la de su propia defunción, y es el deber de los empleados defenderla. Hoy en día no hay ideología política, de hecho nunca la hubo. Toda esta destrucción se ha dado en nuestras propias narices. Muchos quizás habrán reflexionado, motivados por el miedo de quedarse nuevamente sin trabajo. Me pregunto, ¿serán otra vez meros espectadores de lo que pueda suceder? o por fin reaccionarán y defenderán sus trabajos antes de que todo se haya consumado por la viveza de unos pocos. ¿Dónde están las asociaciones de tripulantes aéreos? la Federación de Pilotos, ¿dónde está la asociación de empresarios de aviación? - y no me refiero precisamente a aquellos seudo empresarios que se estamparon el número 35 en la cara por conveniencia - ¿dónde están los que mucho critican pero poco hacen por la aviación? Las preguntas y respuestas son muchas, pero la realidad es una sola.
Los resultados del país en temas aeronáuticos son desastrosos, más aún si los comparamos con la región. El Ecuador ha sido el país con menor crecimiento en Latinoamérica y va coleando sin rumbo, mientras los vecinos crecen con sus hubs y sus aerolíneas bien establecidas.
A continuación un brevísimo ejemplo:
Los resultados saltan a la vista, incluso Bolivia, con un gobierno afín al ecuatoriano y sin contar con el privilegio geográfico del que gozamos, arroja mejores resultados. Pretextos hay muchos: las guerras económicas, el imperio, las derechas, izquierdas, el dólar, los neoliberales, los mismos de siempre, etc, pero nada desdice la realidad de lo que ha sido la intromisión política en el campo técnico, agravada además por la corrupción desde todas, absolutamente todas las administraciones aeronáuticas que se han servido y lo siguen haciendo, durante la última nefasta década perdida del Ecuador. No hay que vivir culpando al empresario de todos los males que suceden, todos tienen algún grado de corresponsabilidad sobre la inestabilidad que hay en el sector aéreo.
Ojalá reaccionen a tiempo quienes dicen amar esta actividad y ojalá también surjan nuevos líderes jóvenes que reconstruyan lo destruido, mientras que aquellos que aún siguen creyendo en este nefasto gobierno, pero que al mismo tiempo están buscando trabajo fuera del país, a ellos les deseo tan solo ¡un buen aterrizaje!
Por:Esteban Saltos B.
Los empresarios buscan números azules, y es lógico, son empresarios no filántropos. A lo largo de los años, muchos apostaron en materializar sus ideas y pasiones en empresas. Algunas se establecieron y se consolidaron en distintas regiones de la Costa, Sierra, Oriente e incluso en la región Insular; otras no corrieron con la misma suerte y sucumbieron ante el tenaz trajinar de mantenerlas volando.
Pero ese esfuerzo y ánimo emprendedor que de por sí se ha desenvuelto dentro de un entorno difícil, se vio aún más enrevesado desde hace una década atrás, para ser mas preciso, desde que inició lo que hoy en día llaman la “década ganada”. Pues sí, la aviación en el Ecuador dejó de ser aquel romántico negocio por el cual valía la pena apostarlo todo.
Hoy, ésta se encuentra contraída, sin empresas que fomenten sus bases; el emprendimiento local ha ido desapareciendo mientras que, por el otro lado, los principales jugadores del mercado latinoamericano se han ido consolidando con el tráfico doméstico, indistintamente de su arrepentimiento de haber confiado en un país cuyo gobierno además de corrupto, ha sido tramposo y sin palabra. Incluso, la propia aerolínea estatal está buscando desesperadamente un salvavidas a través de un viciado proceso de venta, preparado por los mismos que la quebraron.
Tame se juega una partida, quizás la de su propia defunción, y es el deber de los empleados defenderla. Hoy en día no hay ideología política, de hecho nunca la hubo. Toda esta destrucción se ha dado en nuestras propias narices. Muchos quizás habrán reflexionado, motivados por el miedo de quedarse nuevamente sin trabajo. Me pregunto, ¿serán otra vez meros espectadores de lo que pueda suceder? o por fin reaccionarán y defenderán sus trabajos antes de que todo se haya consumado por la viveza de unos pocos. ¿Dónde están las asociaciones de tripulantes aéreos? la Federación de Pilotos, ¿dónde está la asociación de empresarios de aviación? - y no me refiero precisamente a aquellos seudo empresarios que se estamparon el número 35 en la cara por conveniencia - ¿dónde están los que mucho critican pero poco hacen por la aviación? Las preguntas y respuestas son muchas, pero la realidad es una sola.
Los resultados del país en temas aeronáuticos son desastrosos, más aún si los comparamos con la región. El Ecuador ha sido el país con menor crecimiento en Latinoamérica y va coleando sin rumbo, mientras los vecinos crecen con sus hubs y sus aerolíneas bien establecidas.
A continuación un brevísimo ejemplo:
PASAJEROS TRANSPORTADOS A NIVEL DOMESTICO
*Fuente: Autoridades de Aviación Civil de cada país. ** Se utilizó año 2015 debido a que no todos los países cuentan con datos del 2016 | |||
AÑO 2007
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AÑO 2015
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% DE CRECIMIENTO
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ECUADOR |
2.9 Millones
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4.1 Millones
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41%
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PERU |
3.7 Millones
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10 millones
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170%
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COLOMBIA |
9.2 Millones
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30.9 Millones
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236%
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BOLIVIA |
1.22 Millones
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2.21 Millones
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81%
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Los resultados saltan a la vista, incluso Bolivia, con un gobierno afín al ecuatoriano y sin contar con el privilegio geográfico del que gozamos, arroja mejores resultados. Pretextos hay muchos: las guerras económicas, el imperio, las derechas, izquierdas, el dólar, los neoliberales, los mismos de siempre, etc, pero nada desdice la realidad de lo que ha sido la intromisión política en el campo técnico, agravada además por la corrupción desde todas, absolutamente todas las administraciones aeronáuticas que se han servido y lo siguen haciendo, durante la última nefasta década perdida del Ecuador. No hay que vivir culpando al empresario de todos los males que suceden, todos tienen algún grado de corresponsabilidad sobre la inestabilidad que hay en el sector aéreo.
Ojalá reaccionen a tiempo quienes dicen amar esta actividad y ojalá también surjan nuevos líderes jóvenes que reconstruyan lo destruido, mientras que aquellos que aún siguen creyendo en este nefasto gobierno, pero que al mismo tiempo están buscando trabajo fuera del país, a ellos les deseo tan solo ¡un buen aterrizaje!
Por:Esteban Saltos B.
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