El correísmo está desesperado porque el Sí ganará en la consulta, dice el experto en redes y comunicación, Jaime Vega. Según él, busca desviar la atención de las elecciones del 4 de febrero.
Buscan desestabilizar o desviar la atención de las próximas elecciones, del 4 de febrero. Eso ocurre con los anuncios falsos a través de emails, WhatsApp, Twitter, Facebook y hasta Instagram, dijo a EL TELÉGRAFO el experto en redes sociales y en comunicación, Jaime Vega.
"Lo que se postea en Twitter por el Sí en la consulta es mentira. ¿Cómo desvirtuar la votación dura y con tendencia irreversible para el Sí? Con esa información, solo son prácticas para lograr que el Sí pierda y usan el desprestigio al Gobierno", sentenció.
Esto es una estrategia política de los correístas porque el Sí es "contundente y rotundo" frente al No y a la caravana de odio, como bautizaron los ecuatorianos, a la gira del expresidente Rafael Correa por Ecuador. A él le tiraron huevos y tuvo que protegerse con cartones y paraguas. Según Vega, los seguidores del exmandatario acudieron a las viejas prácticas que tuvieron durante 10 años: el ataque, el acoso y la difamación. "Son acciones bastante desesperadas y muy bajas", advirtió.
Otra información que fue utilizada por los correístas para echar abajo la consulta fue la del New York Times. Según ese diario estadounidense, un asesor de Moreno compró followers, seguidores, de tuit y retuits a la empresa Devumi para la campaña electoral a la presidencia, en 2017.
Pero el secretario de Comunicación, Álex Mora, aclaró que el Presidente definía los contenidos pero no administraba las redes sociales. "Si algún colaborador o asesor decidió actuar con poca ética al comprar seguidores, lo hizo sin consentimiento ni autorización, violentando disposiciones expresas del equipo de comunicación de campaña", escribió Mora en una carta a Nicholas Confessore, de ese diario de EE.UU.
Coincide con eso el experto en redes. Según él, podría ser que un asesor muy vinculado a Correa, que ni siquiera estuvo al lado de Moreno, decidió comprar esos followers porque esa es una práctica muy correísta.
¿Para qué comprar seguidores falsos? Para crear influencia en las redes sociales, así se construye la reputación de una cuenta y eso está relacionado con el número de followers.
Sin embargo, lo importante es tener un crecimiento natural de seguidores reales, argumentó Vega. La estrategia de marketing digital, ahora, conoce microinfluencers. Es decir, "es mejor tener 300 seguidores que a cada momento interactúan conmigo. Ellos son más importantes para la reputación que los megainfluencers, que podrían tener el 50% de followers comprados", acotó.
Moreno tiene un crecimiento del 5% de usuarios diario en su cuenta en la campaña, considerado natural porque es la cabeza visible de la consulta.
Los tuiteros están en capacidad de identificar el timeline, o sea lo que se postea día a día, e identificar a los falsos followers. Para ello deben revisar a un seguidor y ver si tiene pocos followers, o si es monotemático. Eso evidencia que no es un seguidor real, sino falso.
Otro ejemplo de las prácticas correístas para boicotear la consulta fue el anuncio falso sobre nuevas medidas económicas o un paquetazo económico que se ha replicado en sitios web. Esa información, que no es verdadera, ha sido posteada por el periodista chileno y "extrollista" de Correa, Patricio Mery Bell.
"Se debe contrastar la información y ver de dónde sale la noticia. Hay muchas que llegan a WhatsApp, pero esa aplicación nunca será una fuente", dijo Vega.
El acoso correísta en las redes incluso fue estudiado en el extranjero. Un informe de la Universidad de Oxford analizó cómo se manejaron las tropas digitales en los 10 años del expresidente. Él los llamaba "guerreros digitales" y bajo su llamado todos se activaban contra cuentas de opositores, periodistas, líderes sindicales, de organizaciones sociales y cualquier crítico a su política.
La voz de Correa ordenaba: "guerreros digitales, atender". Y esas tropas digitales insultaban, amenazaban de muerte a los críticos del exmandatario.
Detrás de todo esto estaban Fernando Alvarado, extitular de la Secom; Amauri Chamorro, ecuatoriano-brasilero, y Roberto Wohlgemuth, es asesor de Correa, según una investigación de Plan V y Mil Hojas. (I)
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