martes, 27 de febrero de 2018

Código Vidrio: lo que faltaba decir de Odebrech



Publicado en febrero 26, 2018 en La Info por Redacción 4pelagatos
De no ser por el ex contralor Carlos Pólit, el prefecto de de Manabí, Mariano Zambrano no hubiera hecho tan buenos negocios con el Estado, ni los hubiera hecho con tanta tranquilidad. Mientras fue Contralor Pólit, ahora prófugo en Miami, se hizo de la vista gorda de los gigantes contratos que Zambrano tenía con el Estado y que sumaron 73 millones de dólares. Zambrano, uno de los aportantes de la primera campaña de Rafael Correa y amigo cercano del ex contralor, ha consolidado una inmensa fortuna durante los 10 años de correísmo. A esa relación se suma la gran amistad que Zambrano tenía con el ex vicepresidente Jorge Glas quien, a su vez, se llevaba muy bien con Pólit: lo visitaba regularmente en su despacho en la Contraloría.
Esta es una de las conclusiones a los que llegan los periodistas María Belén Arroyo y Arturo Torres en su proyecto de periodismo de investigación “Código vidrio”, que está en línea desde ayer, domingo. Arroyo y Torres sostienen que las denuncias sobre los contratos de Zambrano con el gobierno de Correa datan de años. No obstante, dicen, en su período “el anterior contralor Pólit no estableció ninguna irregularidad grave. “Se limitó a fijar sanciones administrativas que no superaron los 40 mil dólares y cinco glosas que sumaron 4,9 millones que, luego, se desvanecieron y se redujeron a 100 mil dólares. Pese a que hubo dos exámenes especiales sobre las contrataciones, durante su administración Pólit no estableció la supuesta inhabilidad de Zambrano y su hijo para contratar con el Estado, por su condición de funcionarios públicos”.
Desde 2009, cinco compañías de los Zambrano recibieron contratos con entidades estatales por más de 73 millones de dólares, según informes enviados por Petroecuador, Celec, Dirección de Aviación Civil, entre otros, al Consejo de Participación Ciudadana. En Manabí, el Prefecto y su hijo, el asambleísta de AP Mariano Zambrano Vera, son accionistas de un importante conglomerado de, al menos, 12 empresas de transporte marítimo de combustibles, venta de automóviles, hotelería, bienes raíces, entre otros, según reportes de la Superintendencia de Compañías que se revelan en la investigación.
“Código vidrio” es un producto periodístico familiar e independiente. Es el resultado de las investigaciones que estos dos periodistas, que son pareja, realizaron en los medios donde han trabajado en los últimos años: Torres, en El Comercio donde fue, hasta hace poco, editor general y, Arroyo en Vistazo, como editora. En el proyecto, los periodistas cuentan las conclusiones a las que han llegado luego de leer miles de archivos vinculados al caso Odebrecht y haber desarrollado un buscador con toda la información sobre los protagonistas del escándalo. “Esta experiencia -dicen los autores- no recibió financiamiento, tampoco tiene fines de lucro. La cubrimos con nuestros limitados recursos familiar”.
En su primera entrega se muestra cómo Carlos Pólit fue convirtiéndose desde inicios del correísmo en un personaje lleno de relaciones económicas y de amistad con personajes que recibieron su ayuda. “Código vidrio” saca a luz la actividad empresarial privada de Pólit y sus amistades con quienes desarrolló conexiones relacionadas con Odebrecht. Uno de esos contactos es Armando Patiño Aroca, primo hermano del ex canciller Ricardo Patiño, quien es accionista de una de las empresas del ex Contralor y, a la vez, funcionario de la Contraloría en Guayaquil.
Arroyo y Torres muestran cómo las amistades del ex contralor se relacionaron en el campo empresarial y público. Uno de esos casos es el de Sabett Chamoun, quien fue sub contralora y había sido escogida por Pólit para reemplazarlo en la Contraloría. Chamoun tenía una empresa de consulotrías con socios relacionados con el Estado y arrendaba una oficina, en el World Trade Center de Quito, a Odebrecht. El principal cliente de ese empresa era Odebrecht, la constructora brasileña, acusada de haber entregado dinero a Carlos Pólit con el fin de que Contraloría no pusiera peros a los contratos que tenía con el Estado.
En el tema de Zambrano, “Código vidrio” revela cómo luego de haber sido donante de la campaña de Correa, el actual prefecto de Manabí se convirtió en un potentado que recibió protección desde el gobierno. En una entrevista, él niega que su gran amistad con Glas le haya representado ventaja alguna.
“Proyecto vidrio”, que publicará seis historias en dos semana, será sin duda, un punto de referencia para conocer cómo se tejió el esquema de corrupción de Odebrecht, quiénes fueron sus beneficiados y cómo se relacionaron sus involucrados.

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