domingo, 25 de febrero de 2018

POR: Jaime Chuchuca S.

Publicado en la revista El Observador, edición 103, febrero del 2018 

¿Y después de la consulta Qué?
La Consulta Popular, como herramienta de consenso, sumó la mayoría de voluntades. La propuesta de Moreno triunfa con una media del 68 e la votación. Este resultado está al mismo ritmo de la aprobación de Moreno, 70La presencia de Correa en Ecuador no alteró mayormente el porcentaje electoral, sino que más bien agudizó la polarización y las respuestas agresivas. Ni el 68 el sí corresponde en su totalidad a Moreno, ni el 36 el no corresponde en su totalidad a Correa, aunque ellos sean los que encabecen los porcentajes. Hay varias fuerzas que se deben diferenciar. Pero en estas condiciones se presenta el siguiente hecho político: la disputa Moreno/Correa no transforma las estructuras fundamentales creadas por la modernización correísta.
Si bien es verdad que la supresión de la reelección indefinida es una de las grandes victorias, es asimismo verdad que no se suprimen las otras características del hiperpresidencialismo consagradas en la Constitución de 2008. Así también que el aparato estatal modernizado por el correísmo queda casi incólume. La mayor parte del ejército burocrático creado por el correísmo sigue rindiendo su trabajo dentro del Estado. No hay iniciativas contra el endeudamiento ni nuevas directrices que cambien sustancialmente la economía del país. El desempleo y subempleo real continúan en incremento. El reemplazo de Glas por María Alejandra Vicuña consolida el equipo de Moreno, pero no significa ningún cambio de rumbo respecto a la perspectiva correísta; se cambia un jugador, no se cambia el equipo ni la estrategia.
Luego, ¿bastará una política de exigencias para distanciar a Moreno completamente del rumbo correísta?, ¿en realidad Moreno quiere cambiar la matriz correísta? Y aquí se presenta una de las actuales claves del análisis político: la posibilidad del relevo presidencial de Moreno por Vicuña, sobre todo por cuestiones de salud de este último. Así el relevo de funciones no sea público y directo, podría ser un relevo interno e indirecto. Entonces, la misma pregunta se repite: ¿cuáles son los objetivos políticos de María Alejandra Vicuña?, ¿Vicuña continúa con la hoja de ruta correísta? Y por fin, dentro de este contexto, los resultados de la consulta y los hechos políticos postconsulta ¿cuánto afectarán al tablero electoral del 2019?
El modelo populista clientelar sentado en el Estado, como condición de participación electoral, impulsa a que se construyan liderazgos individuales nacionales, juego en el que las izquierdas están altamente fragmentadas. Esta lógica ha sido entendida por la derecha, la figura de Lasso fue creada en más de seis años y eso que contaban con gran cantidad de recursos económicos. Las izquierdas suelen presentarse con 13 candidatos 45 días antes de las elecciones. Este tipo de estrategias no garantizan victorias en el modelo caudillesco/carismático/populista institucional. Se presenta al debate, entonces, la idea de la construcción de un liderazgo individual (pluri) nacional, consciente, de una figura representativa insertada en una base colectiva para disputar en futuras elecciones la batuta gubernamental.
Las propuestas estratégicas del movimiento popular, social y de las izquierdas en el país tienen que delinear claramente sus posiciones políticas en este contexto. Una guía política contundente sigue siendo la reconstitución y fortalecimiento de las organizaciones sociales y políticas. El análisis político diagnostica la existencia de una gran mayoría de partidos electorales pero no de partidos políticos activos, es decir, partidos que tengan organización social para cada uno de los acontecimientos políticos de la vida del país.
Esta circunstancia demuestra que la izquierda debe estar organizada, presente y dispuesta en cada acontecimiento político para rebasar el modelo electoral simplista instaurado en el país. Si se considera la propuesta de Ulianov, la de luchar estratégicamente en todas las formas de lucha, esto quiere decir, en el escenario estatal, que hay que luchar tanto dentro como fuera del modelo populista/caudillesco/carismático creado por la institucionalidad. Esta es parte de la lucha política. La lucha ideológica, social y de resistencia (incluso armada) está íntimamente relacionada con las diversas formas de lucha política.

No hay comentarios:

Publicar un comentario