Masacre de estudiantes recuerda campos de concentración nazis: Elena
Poniatowska
La probable masacre de los 43 estudiantes desaparecidos es una “gran
vergüenza” para México que recuerda los horrores de los campos de concentración
alemanes, afirmó este domingo en Miami la escritora mexicana Elena Poniatowska.
Regeneración, 16 de noviembre
de 2014.-“Que 43 jóvenes sean asesinados en esa forma, no solo asesinados,
fueron quemados en un basurero, como basura, como si fueran mierda, es una gran
vergüenza, personalmente para mí y también para el país”, dijo Poniatowska en
un encuentro con periodistas, en el que se explayó con emoción sobre el
“terrible” tema.
“Cómo el país va a enfrentar al mundo después de eso, porque nos recuerda a
los campos de concentración, nos recuerda la Segunda Guerra Mundial, la
eliminación de seres humanos”, dijo la escritora y periodista de 82 años, que
este domingo inaugura la feria del libro de Miami, considerada el evento
literario más importante de Estados Unidos.
México ha vivido conmocionado desde la desaparición a fines de
septiembre de 43 estudiantes en Iguaa, que se teme pudieron haber sido
asesinados e incinerados, lo que ha desatado violentas protestas y la peor
crisis del gobierno de Enrique Peña Nieto desde
que asumió el poder a fines de 2012.
Retroceso espantoso
“Lo que ha sucedido en mi país, además de tragedia, es un
retroceso espantoso”, dijo Poniatowska, la activista de izquierdas que fue
galardonada en 2013 con el premio Cervantes, considerado el Nobel de las letras hispanas.
Poniatowska, quien se
popularizó con su libro “La noche de Tlatelolco” sobre la masacre de al menos
44 estudiantes por militares en México en 1968, dijo que pensó que eso no podía
volver a suceder.
“Yo estaba persuadida de
que no habría otra masacre. Claro, que hay un país en el que es muy fácil,
porque la muerte siempre anda muy cerca por la cantidad de armas”, opinó al
enumerar la “alta” corrupción gubernamental y “el abismo” entre las clases
ricas y pobres como otros flagelos que impiden avanzar a México.
Afirmó que “como madre,
como ser humano, como mujer” está en contra del vandalismo durante las
protestas, pero no deja de ver cierta justificación porque “en cierto momento
la desesperación de la gente es enorme y la rabia es comprensible”.
En un futuro “quisiera”
escribir sobre el tema, pese a que en México suelen convertirla “en la viuda de
todas las desgracias”, contó la escritora, para quien en su país la “realidad
es como de Shakespeare” y la tragedia está a la orden del día.
Evocaciones, anécdotas y
recuerdos
Poniatowska, nacida en
París en 1932 descendiente del último rey polaco, dijo que desde que llegó a
México a los diez años se interesó por los desposeídos, personajes recurrentes
en su obra, porque contaban cosas más interesantes que los de su clase social.
“Lo que más me impresionó
al emigrar a México es ver a la gente descalza en la calle. Caminaban así para
que no los vieras, para no estorbar. Se sentían que no eran nada ni nadie y eso
me llamó muchísimo la atención y supongo que me ha de haber dolido”, dijo la
autora, que mereció el premio Rómulo Gallegos en 2007 por “El tren pasa
primero” y el Alfaguara de novela en 2001 por “La piel del cielo”.
En sus amenas palabras, en las que intercala evocaciones,
anécdotas y recuerdos de su larga y rica vida, no ahorra elogios para los
escritores más destacados, muchos de los cuales conoció personalmente, como los
premios Nobel Octavio Paz, de México, José Saramago, de Portugal, o Gabriel García Márquez, de
Colombia.
De este último, fallecido
en abril pasado, dijo que era una persona “sencilla” y “simpática”, a la que
nunca vio presumir.
Poniatowska es la invitada
de honor del programa iberoamericano de la feria del libro en Miami, que
presenta por una semana en esta ciudad del sureste estadounidense una nutrida
agenda cultural que incluye a casi medio millar de autores anglosajones e
hispanos y que espera convocar a cientos de miles de visitantes como todos los
años.
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