martes, 30 de octubre de 2018

POR: Manuel Vallejo Chávez

Publicado en la Revista El Observador (Octubre de 2018, edición 107)

"Secreto a voces"
Cuando un hecho resulta muy notorio se suele expresar que es un “Secreto a voces”. En nuestra ciudad y país  se están evidenciando sucesos inauditos contrarios con la moral y la ley, que por mucho tiempo han sido una práctica común por parte de  seres humanos, que por la esencia que personalizan en sus diversos ministerios, deben ser guías para sus semejantes en la misión de construir una humanidad comprometida con el servicio al prójimo; pero lamentablemente, los actos que hoy  escandalosamente se hacen públicos, evidencian la doble moral, el doble discurso y la falta de ética que han sido característica de los “personajes” denunciados por diferentes actos de corrupción, en nuestra sociedad.

En abril del presente año, como consecuencia de la resolución tomada por el Consejo Municipal de Cuenca, en el sentido de otorgarle la máxima Presea “Santa Ana de los Cuatro Ríos de Cuenca” al sacerdote César Augusto Cordero Moscoso, se hizo notorio a través de radio el Observador una denuncia por parte de la doctora María Palacios Barrera,  quien hizo público que dicho sacerdote es el “autor” de la violación a su hermano Jorge, ocurrida cuando niño siendo estudiante en la escuela “Miguel Ortiz”, dirigida por dicho clérigo. Posteriormente se sumaron más denuncias en este mismo sentido, que hoy se encuentran en investigación, tanto por la iglesia (derecho canónico), cuanto por la fiscalía (justicia ordinaria).

El Pleno de la Asamblea Nacional, con el voto afirmativo de 114 legisladores, resolvió brindar las facilidades para que la Contraloría General y la Fiscalía del Estado, realicen las investigaciones necesarias para esclarecer hechos denunciados por servidores legislativos sobre supuestos pagos de “diezmos” a ciertos asambleístas a cambio de estabilidad laboral. Elizabeth Cabezas, presidenta de la Asamblea Nacional el 7 de septiembre del año que discurre, formalizó una denuncia en la Fiscalía General del Estado, a fin de que se inicie la investigación sobre los hechos denunciados. Hay voces, con buen sentido del humor, que parafraseando la expresión popular “alzarse con el santo y la limosna”, comentan que hay quien “se levantó con el cura, con las limosnas y con los diezmos”.

Otro hecho desvergonzado, que ha sido “un secreto a voces”, es el que fue denunciado por la revista “El observador” en agosto del año 2005 (edición 29) con el título “La Rebelión de los estudiantes”, en cuyo contenido se hizo público la acusación con medidas de hecho, adoptada por estudiantes del Cuarto Curso “A” de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Cuenca, reclamando que: “ …durante más de siete meses del ciclo lectivo 2004-2005, el titular de la cátedra de Derecho Penal, Caupolicán Ochoa Neira, ha asistido a dar cátedra por pocas ocasiones incumpliendo de esta manera los horarios de clases”; denuncia sobre la cual, ¡no pasó nada!.

Sobre este mismo hecho, el licenciado Jaime Cedillo Feijoo, director de esta prestigiosa revista, con el apoyo de un respetable grupo de personas de esta comarca, en enero del 2017, teniendo como sustento el detalle de Registro de Asistencia del Dr. Caupolicán Ochoa Neira desde el 18 de septiembre de 2015 hasta el 16 de enero de 2017; denunció al actual Rector de la Universidad de Cuenca, Ing. Pablo Vanegas y por su intermedio al Consejo Universitario, lo que consideró constituye una negligencia muy grave, las continuas faltas de asistencia y atrasos del mencionado docente, a cumplir con las asignaturas a él confiadas, en perjuicio de los estudiantes, y del prestigio de la Universidad. La falta grave denunciada, cuya sanción disciplinaria por orden de gravedad, según el art. 43 literal e) de la Ley Orgánica de Servicio Público (LOSEP) es sancionada con destitución; pasmosamente, fue castigada con una simple amonestación escrita, al calificarla como falta leve; la misma sanción, que muy oficiosamente se impuso a dos distinguidas docentes de esta alma máter por un simple atraso, actitud que debe asumirse en todos los casos que amerite una sanción, y no por afectos o desafectos. 

El 27 de agosto de este año, el valiente periodista Jaime Cedillo, mediante oficio dirigido al Dr. Pablo Celi de la Torre, Contralor General del Estado; amparado en el Art. 83.8 de la Constitución de la República del Ecuador, que dice: “Son deberes y responsabilidades de las y los ecuatorianos, sin perjuicio de otros previstos en la Constitución y la Ley (…) 8. Administrar honradamente y con apego irrestricto a la ley y el patrimonio público, y denunciar y combatir los actos de corrupción (…)”; así como, en el art. 211 del mismo cuerpo legal que reza: “La contraloría General del Estado es un organismo técnico encargado del control de la utilización de los recursos estatales, y la consecución de los objetivos de las instituciones del Estado y de las personas jurídicas de derecho privado que dispongan de recursos públicos”; presento ante este organismo, una nueva denuncia, para que dentro del ámbito de su accionar estipulado en los artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica de la Contraloría General del Estado, se inicie la respectiva investigación, y se establezcan las responsabilidades administrativas, civiles y penales que sean del caso, en contra de quienes permitieron que el docente universitario, afectando los interese públicos, haya recaudado su remuneración a pesar de las continuas faltas detalladas en el registro de asistencia del Dr. Caupolicán Ochoa Neira.

En la primera semana de octubre de este año, esta vez teniendo como prueba el certificado en el cual se detalla la asistencia del Dr. Caupolicán Ochoa Neira, en los períodos comprendidos: septiembre 2016 - febrero 2017; marzo 2017 y marzo 2018 - agosto 2018;  ante la indiferencia y complicidad de las autoridades de la Universidad de Cuenca, el Director de este notable medio de comunicación presentó nuevamente otra denuncia en contra del Dr. Caupolicán Ochoa Neira, por cuanto se siguen registrando faltas continuas a cumplir con su deber. En esta oportunidad, anhelamos que quienes investiguen el hecho denunciado, luego del debido proceso, sin temores sancionen al infractor como corresponde, sentando un precedente que sirva de ejemplo para la comunidad universitaria, ante conductas reprochables que menoscaban la buena imagen y prestigio de la meritoria Universidad de Cuenca, que en octubre del año inmediato anterior, cumplió 150 años de Fundación.   
       
La expresión doble moral se suele utilizar para ilustrar contradicciones entre lo que una persona defiende en público y lo que hace en privado. En nuestra sociedad existen actores que defienden y exigen la efectividad de ciertas normas morales y legales para todos los habitantes de este país y sin embargo, no  aplican las mismas normas a sí mismos; por lo que, ahora que soplan vientos de lucha contra la corrupción, sería saludable que los hechos denunciados sean esclarecidos y sancionados debidamente, para lograr una mejor sociedad.

“Estad en buena sociedad, y seréis uno de sus miembros”
(Jorge Herbert).

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