jueves, 25 de octubre de 2018

Los cobros indebidos son un negocio sin controles



La Comisión de Régimen Económico recibió a las autoridades de control. Se obtuvieron los primeros indicios de la dimensión de un negocio multimillonario.

ROBERTO AGUILAR / QUITO / 25 OCT 2018 / 00:00

Asamblea. Los legisladores recién comienzan a interesarse por los costos de los servicios financieros. 


El negocio de los servicios no financieros que se mueven a través de los bancos es enorme. Seguros, asistencias, asesorías... En lo que va del año, bordea los 500 millones de dólares, el 5 por ciento de los cuales (24 millones) corresponde a las comisiones que cobran los bancos por el servicio; 33 millones en el consolidado de 2017, según datos que maneja la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea. ¿Qué porcentaje de esa cantidad tiene que ver con débitos bancarios no autorizados por los clientes? Nadie lo ha establecido, pero se sabe que es la mayor parte. Ayer, el superintendente de Bancos, Carlos Noboa, compareció ante esa comisión parlamentaria y entregó cifras que, por primera vez, permiten una aproximación a las dimensiones del negocio de los cobros indebidos.
Junto a Noboa estuvieron también los superintendentes de Compañías, Víctor Anchundia, y de Control del Poder del Mercado, Christian Ruiz; el intendente de Seguros, Paúl Franco; y el defensor del Pueblo (suplente), Francisco Hurtado. Con sus comparecencias empezó a dibujarse un panorama desalentador: empresas que eluden el control de las autoridades, prácticas de acoso telefónico, venta (ilegal) de bases de datos, seguros cuyos costos se empiezan a debitar de las cuentas bancarias sin que el cliente conozca las pólizas respectivas...
El superintendente de Bancos fue quien aportó los datos duros. Dijo que, entre enero y septiembre de este año, su despacho ha recibido 51.218 reclamos por cobros indebidos, de los cuales 50.808 han sido favorablemente resueltos. En total, la superintendencia ha ordenado la restitución de 1,18 millones de dólares en lo que va del año. Es una pequeña cantidad en comparación con el volumen del negocio. Casi la mitad de esa cifra (554 mil dólares) corresponde al mes de octubre, es decir, a reclamos presentados luego de que el tema de los cobros indebidos estallara en las redes y en los medios de comunicación. Antes de que eso ocurriera, las devoluciones eran mínimas. En 2017, por ejemplo, el número de reclamos resueltos por la Superintendencia de Bancos fue casi cincuenta veces menor: apenas 1.371. Los cobros indebidos son, pues, considerando los riesgos, un negocio redondo.
Actualmente se encuentran en proceso nueve auditorías a cargo de la Super de Bancos. “Basta con una sola transacción sin autorización expresa del cliente -dijo el superintendente Noboa- para que el banco sea sujeto a sanción por falta grave”. La sanción es una multa equivalente al 0,005 por ciento de los activos del banco. A partir de ese dato, el asambleísta Pabel Muñoz, presidente de la Comisión, calculó que las multas podrían alcanzar los 180 millones de dólares, considerando un total de activos de la banca de 36 mil millones.
Gran parte del problema parece estar en el hecho de que las empresas que ofrecen esos servicios no financieros a través de los bancos evaden la acción reguladora de las autoridades de control.
Según Francisco Hurtado, defensor del Pueblo suplente, se trata de “empresas híbridas que han encontrado un hueco normativo para ejecutar cobros indebidos. No califican como aseguradoras, por tanto escapan al control de la Superintendencia de Compañías”. Tampoco son entidades financieras, por tanto no rinden cuentas a la de Bancos. Por eso ha decidido abrir lo que su despacho denomina una “investigación defensorial” para determinar si esta práctica precisa de acciones colectivas para ser enfrentada. Para él se trata de “un claro ejemplo de abuso empresarial”. La próxima semana el superintendente de Bancos remitirá nueva información a la Asamblea. Por el momento, la Comisión de Régimen Económico acordó elaborar un informe que sirva de base para plantear reformas legales que impidan la reproducción de estas prácticas en el futuro.
No basta con la línea 1-800
Las medidas implantadas por el Gobierno, basadas en la denuncia individual de los afectados (a través de la línea telefónica 1-800, por ejemplo), no parecen ser suficientes para afrontar el problema de los cobros indebidos de la banca. Hasta el momento las devoluciones no sobrepasan el 2 por ciento del volumen de los negocios.

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